Cindy Kimberley y Sandra Gago, las novias de Barcelona

Sandra Gago es menuda como un soplo y tímida como el gorrión que cantó Serrat. De cerca es amable, ríe y sonríe con diplomacia y conecta con todo el mundo a las primeras de cambio. No tiene problema alguno en hablar de su noviazgo con Feliciano López y cuando quiere mantener algo en secreto lo pide con tal amabilidad que es imposible no acceder a sus deseos. Ejemplo: posar con el anillo de pedida de su pareja, el tenista Feliciano López (aunque lo enseña en privado con normalidad), u omitir como fue la petición de boda, una intimidad que se reserva.

La modelo presidió el desfile de Jesús Peiró en la Valmont Bridal Week que se celebra en Barcelona estos días.
Sandra estuvo en el front row con un dos piezas en tweed deshilachado estilo Chanel, una línea que ella espera seguir en su traje nupcial. En Peiró le harán dos trajes pero de línea sencilla, como suele vestir en su vida privada, fuera de complejidades estilistas.

Merche Segarra, directora creativa de la firma, que la conoce bien, coincide en que el vestido, en el que empezarán a pensaren breve, será singular, elegante y sencillo, pero de momento no hay más datos. Sobre todo porque la fecha del enlace no está decidida, aunque podrá planearse el próximo otoño-invierno cuando los compromisos profesionales del tenista lo permitan. Y que dependen de los resultados, siempre imprevisibles: el lunes Feli caía eliminado del torneo Godó.

Sandra Gago aplaudió con elegancia el final del desfile, el primero de este certamen, que tuvo dos partes muy marcadas. Una que bebe los vientos en las damas neoyorquinas de Park Avenue, sofisticadas, elegantes, de talle pegado al cuerpo, faldas volumétricas, todo refinado al máximo. En una segunda mitad vemos como esas damas americanas han adoptado otras culturas y se dan al aire hindú con pantalón pitillo, orientalistas abrigos de grandes dimensiones o tules y gasas plagados de cristales que remiten a la India milenaria y cubren cabeza y cuerpo sensiblemente desmayados. Una colección elegante fabricada totalmente en España desde donde se exporta a todo el mundo.

Una hora más tarde Cristina Brondo presidía la muestra de Cristina Tamborero, la quinta de la diseñadora catalana que sigue bebiendo en las pautas de la alta costura en sus colecciones de fiesta, por donde aparece también el pantalón pitillo o el de amplia pernera. Ambas posturas están en sus dos líneas, la de fiesta y la nupcial propiamente dicha. Con una curiosa y divertida opción; la presencia de dos trajes exactamente iguales, el blanco de novia y el de noche en negro absoluto, de escote a caja, espalda al aire rematada con una gran lanzada que se desvanece falda abajo.

Luego por la tarde se presentó la primera colección de Aire Barcelona, una de las empresas del grupo de Rosa Clará, que tuvo como modelo a la exótica Cindy Kimberley, la chica a quien Justin Bieber le dio un «like» a uno de sus instagrams y ella lo ha amortizado a tope. De padre indonesio, madre española nacida en Holanda, criada en Málaga y residente en Barcelona, ahí es nada la mezcla. Con todo, la chica, con millones de followers, es un tanto «choni poligonera estilosa», una Juani con miras (parece prima hermana de Georgina Rodríguez, la de Ronaldo), que ahora vende un presunto idilio con Lewis Hamilton; pues eso.

Abrió el desfile porque era la más bajita y resaltó su tez morena sobre unos tejidos lujo con los que los trajes se desvanecían sobre la pasarela. Cuerpos lenceros, faldas de monástica cola, espaldas peligrosas cuando no contagiosas, provocaciones nupciales que no esperan a desvelar el secreto de lo que la novia vestirá en la noche de bodas, aquella de la colcha de seda.

Acto seguido se rindió homenaje a Jesús Mari Montes Fernández, un hombre que lleva 25 años trabajando por y para la moda, a quien la Valmont Barcelona Bridal Week le entregó una placa por estas bodas de plata, como hace unas fechas hicieron lo mismo en la Mercedes Benz Madrid Fashion Week. Allí estaban muchos de los diseñadores a quienes ayudó en su dilatada carrera (y lo sigue haciendo), gentes de las agencias de publicidad que le han apreciado y le aprecian, así como colegas (pocos) y dos de sus modelos fetiche, Nieves Álvarez, presentadora en TVE del programa de moda que él dirige, y Martina Klein.

Muchos años de entrega y sacrificio servidos con cariño y profesionalidad, tanto que resultó extraño que a la hora de las despedidas, tal vez para evitarle problemas a la hora de elegir, nadie se lo llevara a cenar. Miento, solo uno, Josep María Peiró le ofreció una cena mano a mano. Les dejo con la duda de saber que decidió.

*Foto principal: Gtres