Hubert de Givenchy: «La Alta Costura ya no existe»

Era la fiesta de la temporada, la inauguración de la exposición de Hubert Givenchy en el Museo Thyssen.

TheLUXParty. 24/10/2014

Era la fiesta de la temporada. Vanity Fair, organizaba un cóctel en las instalaciones del museo Thyssen para acoger la exposición de mas de 100 trajes míticos de Hubert Givenchy. «Es la primera vez que se hace una exposición de trajes y de pintura. Es un hecho único», comentaba una radiante baronesa Thyssen, quien no disimulaba su alegría por tener lo mejor de su amigo Givenchy en su museo.

La muestra, que durará hasta el próximo mes de enero, contiene piezas únicas como el traje de noche que lució la ex primera dama estadounidense Jacky Kennedy en la ópera de París durante su viaje oficial; el abrigo que usó la duquesa de Windsor en el funeral de su marido Eduardo o los mejores trajes que lució Audrey Hepburn en varias de sus películas, incluyendo el famoso vestido de ‘Desayuno con Diamantes’. Toda la exposición fue supervisada personalmente por el propio Givenchy quién según palabras de su comisario, Eloy Martínez, «no dudó en poner personalmente los accesorios a los maniquíes e incluso, ayudar a colocar cada una de las piezas. Nada más llegar a Madrid quiso trasladarse al Museo directamente, en lugar de ir al hotel».

Después de una rueda de prensa ofrecida por Hubert de Givenchy acompañado por Eloy Martínez, comisario de la exposición; Guillermo Solana, director artístico del Thyssen (quien tiene mucho que ver en que todo esto se llevara a cabo) y la propia baronesa Thyssen, la revista Vanity Fair y su directora, Lourdes Garzón, ofrecían un exquisito cóctel en el salón principal del museo al que nadie quiso faltar. No pierdas detalle en el siguiente vídeo.

La baronesa Thyssen recibió a todos los invitados flanqueada en todo momento por su hijo Borja, quien ejerció de perfecto co-anfitrión junto a su mujer, Blanca Cuesta. Al parecer, poco a poco vuelve a existir la complicidad que había entre madre e hijo que no dudaron en posar juntos para los medios.

Entre las personalidades que acudieron a la fiesta destacan la diseñadora Carolina Herrera, que llegó acompañada de su marido; el ex duque de Lugo, Jaime de Marichalar; Pitita Riduejo; Carmen Martínez- Bordiú, que llegó acompañada de su madre, la duquesa de Franco; Luca Dotti, hijo de Audrey Hepburn, la que fuera musa del maestro; la princesa Beatriz de Orleans y Alfonso Díez, quien comentó que el estado de la Duquesa es estable y no es alarmante; Eugenia Ortíz; Nuria González; Marina Castaño; Tomás Terri con su hijo y los diseñadores Ion Fiz, Jorge Vázquez, Roberto Torreta y Sclesser, entre otros.

La exposición está supervisada por el propio Givenchy y ofrece, por tanto, un enfoque excepcional de sus colecciones a lo largo de medio siglo, desde la fundación en 1952 en París de la Maison Givenchy a su retirada profesional en 1996.

«Para mí la moda es el pasado». Así de contundente se mostraba Hubert, quien además añadió que la Alta Costura, tal y como él la concibió, se acabó con la muerte de Ives Saint Laurent y Balenciaga. «Antes las mujeres estaban encantadas de ir bien vestidas pero ahora parece que no importa nada», explicó el maestro, que añadió que no le interesa la moda que se hace ahora, que le es ajena porque el trabajo de los modistos es embellecer a la mujer y  ahora,  cuando ve lo que publica la prensa, advierte un aire triste. Y es porque la mujer lleva prendas tristes. La mayoría de los modelos son piezas el archivo de Givenchy y de clientas de Nueva York, Texas o París que han tenido la amabilidad de prestarlos. 

Hubert Givenchy. Nació en febrero de 1927 y, debido a la muerte de su padre, creció junto a su madre y abuela. De ellas aprendió a apreciar los tejidos y no tardó en darse cuenta de que con ellos confeccionaría su destino. Givenchy no se convirtió en abogado y asistió a la Escuela de Bellas Artes de París. Allí comenzó en el mundo de la moda en las casas de Lucien Legong, Jacques Fath y Elsa Schiaparelli hasta que abrió si propia firma, La Casa de Modas Givenchy, desde ahí fue conocido públicamente como Hubert de Givenchy, con el apoyo del gran Balenciaga.

El los años 50 realizó trajes para Audrey Hepburn, que marcaron gran influencia, y en los que todavía se inspiran muchos diseñadores. También vistió a grandes damas como Gracia de Mónaco, Liz Taylor, la duquesa de Windsor y Jacqueline Kennedy. The New York Times bautizó esta nueva etapa con un espléndido titular: «Ha nacido una estrella».

Tras su retirada  en 1996 vinieron John Galliano, Alexander McQueen, Julien McDonald y Riccardo Tisci. El italiano está en el atelier desde 2005 y en estos años ha hecho que la casa sea una de las más influyentes, más notables y más rentables. En 2011  fue galardonado por el gobierno español con la Orden de las Artes y las Letras.  Su otra gran pasión fue la pintura.

Lo novedoso de esta exposición es que en ella podemos encontrar un diálogo entre moda y arte. Así pueden verse cuadros del Thyssen con diseños de Givenchy. «Su ropa es la única con la que me siento yo misma. Es más que un diseñador; es un creador de personalidad», Audrey Hepburn.

Texto: Aurelio Manzano. Fotos: Aurelio Manzano, revista Semana, Vanity Fair. Más información sobre la exposición de Hubert de Givenchy en The Luxonomist.

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