Lágrimas y favores de Antonio Banderas
La Fundación Lágrimas y Favores que preside el malagueño celebró la semana pasada su gala anual en un acto entrañable y exquisito.
¡Qué bonita es y qué bonita estaba Málaga el pasado viernes 7 de abril, Viernes de Dolores, cuando la ciudad ya olía a Semana Santa! Y esa noche, un año más, laFundación Lágrimas y Favorescelebraba su cena solidaria con el acto de entrega de fondos. Y yo estaba feliz y agradecida de ser la conductora de esta velada, que se celebró en la Diputación de la ciudad.
Antonio Banderas es más que el presidente de la Fundación. Es su alma, su motor. No en vano, lleva el nombre de su Virgen, María Santísima de Lágrimas y Favores, y hace coincidir esta cena cada año con la Semana Santa para vivirla y guiar el trono de la Virgen por las calles de Málaga durante la procesión. Estos días para él suponen “una sobredosis de raíces e identidad”, como ha manifestado.
Llegó con esa cálida sonrisa con la que siempre arropa a todo aquel que se le acerca. Con su cuidada e impoluta barba blanca, con buen aspecto y algo más tranquilo, reflexivo y sereno. Tuve la sensación de que es porque aún está reponiéndose del susto que le dio el corazón el pasado enero. Pero estuvo entregado y dándolo todo, como siempre, para agradecer a los asistentes, voluntarios y entidades colaboradoras, su gran apoyo.
La labor de la Fundación, que fue constituida en el año 2010 como compromiso social con todos los malagueños, tiene como pilares básicos la educación, la ayuda a enfermos terminales de cáncer y la ayuda social a los colectivos más necesitados.Fue un acto entrañable en el que además disfrutamos de una exquisita cena y actuaciones musicales.
Me llegó la sorpresa de presentar esta cena, de la mano de mi querida Remedios Cervantes, muy vinculada a Antonio y a su familia. José Manuel Soto y Lorena Gómez fueron los artistas encargados de amenizar la velada con sus actuaciones que nos emocionaron a todos.