Damos por inaugurada la 24 edición del Festival de Cine de Málaga. Las estrellas del cine español vuelven a pisar la alfombra roja para presentar las películas que llegarán a los cines el próximo año. Un despliegue de glamour, lujo y elegancia en el que no han faltado el color, los escotes y, por supuesto, los vestidos de gala. La del Festival de Málaga ha sido una alfombra roja poco habitual por ser casi verano, pero que nos deja uno looks que todos podemos imitar en nuestros próximos eventos.
Toni Acosta llegaba a la alfombra roja del Festival de Málaga junto a Silvia Abril. Muy sonrientes y haciendo gala del humor que las caracteriza, posaban para los fotógrafos antes de ponerse al frente del festival. Y es que ambas han ejercido como presentadoras en esta primera jornada. Para ello, han escogido unos looks muy diferentes, pero que se complementaban a la perfección.
Silvia Abril se decantaba por el clásico negro para su espectacular vestido. Se trataba de un diseño con escote bardot, con adornos de flecos metalizados, muy ceñido al cuerpo, con caída sirena y una pequeña cola, que nos recuerda al estilo del Hollywood de los 50. La actriz lucía muy elegante y sofisticada, algo a lo que ayudaban las joyas de oro blanco y diamantes de Rabat que llevaba.
Su compañera Toni Acosta escogía un vestido con un estilo más moderno y con el famoso cut out que tanto estamos viendo esta temporada. Un diseño de Pedro de Hierro en color rosa palo, con escote asimétrico y silueta entallada en línea recta, que se rompía con una apertura lateral en la cintura.
La nota de color de la noche la dio Blanca Romero. La actriz se decantó por un favorecedor y vibrante traje dos piezas amarillo de la firma española Apparentia. Se trataba de un conjunto compuesto por un cropped top con mangas abullonadas, escote corazón y botones joya, y un pantalón palazzo del mismo tono amarillo chillón. Un look muy veraniego y favorecedor que destacaba junto a su melena rizada y un maquillaje sencillo y poco pronunciado.
Aunque el color fue protagonista en la alfombra roja, el negro también tuvo su espacio en los looks de Ana Castillo y Andrea Duro. La primera se decantó por un traje de chaqueta cropped en negro metalizado de Missoni, con el que brillaba sobre la alfombra roja. Un look muy sencillo de chaqueta y pantalón acampanado, que combinó con la colección de Alta Joyería Messika by Kate Moss. Mientras que Andrea Duro se decantó por un mono de Andew GN con mangas farol en crepé italiano, cuellos de punta de lanza adornado con cristales y perlas, escote central y unos pantalones tipo palazzo.
También con cristales y brillos estaba Elena Furiase. La actriz apostaba por un diseño asimétrico, que combinaba transparencias con mosaicos de rayas y brillos, y una pronunciada raja en la falda que dejaba una pierna al descubierto.
Entre tanto negro, destacó el blanco de las actrices Lucía Jiménez y María Castro. La primera escogía un vestido que llamaba la atención por su pronunciado escote y unos hombros muy pronunciados confeccionados a partir de tul blanco. Un diseño favorecedor, muy ceñido al cuerpo, que dejaba entrever las piernas gracias a una sofisticada apertura frontal.
Por su parte, María Castro sorprendía llevándose a la alfombra roja uno de sus vestidos de novia. La actriz ha decidido reciclar el segundo vestido que lució en su boda, un diseño romántico con cuelo redondo, manga larga y detalle de capas con apliques de encaje, que se ajusta al cuerpo con un lazo en la cintura. «No tenía tiempo… y he pensado en este, que no lo ha visto nadie», confesaba la actriz.
Aunque la mayoría de invitadas a la alfombra roja del Festival de Málaga se decantó por vestidos largos, también hubo espacio para los cortos. Goya Toledo presumía de piernas con un vestido de la colección Primavera/Verano 2021 de Isabel Marant, un diseño inspirado en el pop electrónico, confeccionado en tejidos metalizados, con escote corazón y una minifalda fruncida con miles de volantes. Junto a ella el sorprendente look de María Hervás. La actriz se decantaba por un minivestido de tul de volantes en rosa palo, ceñido al cuerpo con un cinturón del mismo color, que firmaba Victor Von Schwarz. Completó el look con unas botas altas de vinilo en color rojo, con la que parecía una auténtica estrella de los 2000.
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