Parece que la relación de Jennifer Lopez y Ben Affleck cada día está mas consolidada. Ni la distancia, ni la relación con sus suegras ha supuesto un obstáculo para ellos; por eso son muchos los que aseguran que JLo le estaría ya cantando al actor eso de: «Y el anillo pa cuando». Un anillo que, como mínimo, tendrá que estar a la altura del que Ben Affleck le regaló en 2002, cuando hicieron oficial su compromiso. Una lujosa y exclusiva joya que la cantante aún guarda en su joyero, y que fue la envidia de todo Hollywood.
Hace casi 20 años Jennifer Lopez y Ben Affleck anunciaban su compromiso. Fue en noviembre de 2002 cuando la pareja contaba por sorpresa que se daban el «sí quiero». Y lo hacían presumiendo de anillo en la alfombra roja. Y es que Ben Affleck había hincado rodilla con una exclusiva joya que enamoró a Jennifer Lopez y todo el mundo celebrity.
Se trataba de un anillo de compromiso especial y extraño, debido a la lujosa piedra que tenía. Un solitario protagonizado por un diamante rosa de 6.1 quilates que el actor compró en la joyería Harry Winston. La pieza, valorada en 1.2 millones de dólares, se convirtió en la joya preferida de Jennifer Lopez, que lo lució desde entonces en todos sus eventos.
Como todos sabemos, finalmente la boda nunca se llevó a cabo. Según contó Bennifer en ese momento, la presión mediática que sufrieron les llevó a romper su compromiso. Sin embargo, la cantante nunca le devolvió el anillo a Ben y, aunque no volvió a lucirlo más, lo guardó a buen recaudo en su joyero, pues más de una quiso quitárselo. Y es que según contó la propia Jennifer Lopez en una entrevista para Apple Music, Barbra Streisand mostró un especial interés por la joya.
«Conocí a Barbra en una fiesta de los Oscar hace varios años, cuando estaba prometida con Ben Affleck», empezó diciendo Jennifer Lopez. «Resulta que es una mujer a la que le obsesionan los diamantes, cosa que yo no sabía. Y claro, Ben me había regalado uno rosa que fue muy mediático».
«El caso es que nada más verme, Barbra se acercó porque había oído hablar de ello. Y lo primero que me dijo es que si podía ver el anillo que me habían regalado. Yo se lo enseñé y entonces empezó a preguntarme cómo llevaba lo de ser famosa, cosa que me pareció de lo más extraña viniendo de alguien como ella, una de las mujeres más conocidas del mundo», contó JLo.
Quién sabe si ahora que ha retomando su relación con Ben Affleck, la cantante decida desempolvar el diamante y volver a colocarlo en su dedo. Eso sí, siempre que el actor no tenga ya en su poder el nuevo anillo de compromiso, con el que pasar por el altar con la Diva de Bronx.
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