Foto: Gtres
Brooke Shields (56) ya puede volver a usar sus zapatos de tacón y salir a pasear por las calles a la ciudad después de sufrir terrible fractura en la pierna durante una sesión de entrenamiento el pasado mes de enero. La actriz se siente realmente feliz de volver a usar este tipo de calzado y poder caminar durante mucho tiempo. Así lo reconoció en la Gala de Otoño del American Ballet Theatre el martes por la noche. Una sesión de lujo que contó además con la presencia de estrellas como Liev Schreiber, Tommy Dorfman, Diane Kruger y Molly Ringwald.
Brooke acudió a la cita con su amiga Ali Wentworth (56), que también se congratuló del recuperado y excelente aspecto de Shields. Su asombrosa recuperación se produce tras quedar paralizada al sufrir un accidente al caerse de una tabla de ejercicios y romperse el fémur. Tras el incidente, la actriz de “El lago azul” se sometió inmediatamente a una cirugía para insertar dos varillas de metal en la pierna; aunque surgieron complicaciones y se vio obligada a someterse a una segunda operación que le provocó una infección por estafilococos.
Afortunadamente, Shields está totalmente recuperada e incluso ha vuelto al gimnasio. No obstante, según sus palabras, lo que más le fastidia es haber sido víctima de un accidente tan tonto. En cualquier caso sigue en rehabilitación y recibiendo sesiones de fisioterapia.
Una vez más, su amiga Wentworth bromeó acerca de que él nunca volvería al gimnasio si eso le hubiera sucedido, lo que llevó a Brooke Shields a recordarle que él no ha pisado jamás uno. Las dos amigas reconocieron que hablan todos los días y ven que la amistad continúa a menos que, como bromeó Wentworth, “duerma con mi esposo, George Stephanopoulosi”.
En el terreno laboral, Brooke Shields regresa a la pequeña pantalla en una película de la plataforma Netflix titulada “A Castle for Christmas” junto a Cary Elwes. Se trata de una comedia romántica, dulce y feliz, en la que interpreta a una escritora que viaja a Escocia.
Brooke fue una chica precoz, pues a los 16 años escribió sus memorias, “On My Own”, donde contaba su propósito de llegar virgen al matrimonio. La editorial firmó con ella un contrato por el que recibiría una cuantiosa suma anual por cada año que lograse mantener su promesa. Su primera relación fue con Matt Damon, en 1981, aunque era John Travolta quien la acompañaba a las fiestas. Dos años más tarde, la actriz fue novia de Michael Jackson; y en 1985 se la relacionó con Alberto de Mónaco y John Fitzgerald Kennedy Jr. A sus 18 años, aumentó su curriculum con otro nombre notable, Dodi Al-fayed, que sería luego pareja de Diana de Gales.
En 1993 comenzó un idilio con el tenista André Agassi, con quien se casó en 1997. Ambos se separaron dos años después, al parecer por motivos de agenda. Durante unas vacaciones mexicanas en el año 2000 conoció al guionista Christopher Thomas Henchy, con quien se casaría en 2001, siendo padres tres años después de su hija Rowan tras tras siete intentos fallidos de fertilización in vitro y un aborto. En 2006 nació su otra hija, Grier. En el año 2009 hizo unas declaraciones en la revista “Healt” en las que revelaba haber perdido realmente la virginidad a los 22 años y que se arrepentía de no haberlo hecho antes.
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