En 2017 vimos cómo se las gastaba el popular rokero Jon Bon Jovi en la elección de inmuebles de lujo. Ese año descubrimos el apartamento que tenía en venta en el 150 de Charles Street, una maravillosa rehabilitación frente al río Hudson. Ahora en 2022 el cantante nos deleita con otra venta millonaria, un inmueble ubicado en el 155 de West 11th Street, en un mega complejo de lujo llamado Greenwich Village.
El pisito se vende por la nada desdeñable cantidad de 22 millones de dólares, unos 20,16 millones de euros. Un pisazo de primer nivel que no tiene ni un metro cuadrado de desperdicio.
Como podrás imaginar su compra no fue nada barata. En 2017 le costó 19 millones de dólares, así que el bueno de Jon sólo ganaría 3 millones con la transacción.
Pero el inmueble no es fantástico sólo por apellidarse Bon, lo es por pertenecer a un complejo de más de 195 pisos de lujo y cinco casas adosadas de seis plantas; abarcando un total de 67.600 metros cuadrados construidos.
Todo financiado por la empresa Global Holdings, Inc. pero, lo más importante, diseñado por el estudio de arquitectura FXFOWLE y ejecutado por la contrata Turner Construction.
La torre, muy contemporánea pero muy clásica al mismo tiempo, resguarda su interior a base de una piel exterior de ladrillos de terracota, permitiendo la identificación con el resto del vecindario, aunque se escuda, o se expone, en enormes paneles de cristal de piso a techo.
El edificio se alza sobre un podio de cuatro plantas en la esquina que permite un retranqueo en chaflán en esa parte.
Esta delicia permite que el balcón del piso de Bon Jovi caiga sobre la terraza del podio y evite la primera línea de carriles para vehículos. Así visualiza parte de Manhattan y sus rascacielos tan genuinos e identificables, como el One World Trade Center.
No nos queda claro en cuál de las diecisiete plantas del edificio se encuentra la vivienda, pero alta está, eso es obvio por las imágenes de la inmobiliaria.
De la torre poco más nos queda por decir. Su construcción supuso la demolición del Hospital St. Vincent, en su interior hay una bodega de 8.800 metros cuadrados, plazas de aparcamiento y un patio interior de manzana con abundante arboleda, paseos adoquinados y fuentes que dulcifican el ambiente. Por cierto, el jardín fue diseñado por M. Paul Friedberg & Partners.
La vivienda se distribuye en unos 367 metros cuadrados, lo que da mucho de sí. Además está en una esquina y tiene acceso directo por ascensor al vestíbulo privado de la vivienda.
Del vestíbulo se llega a la sala de estar de 12 metros de fachada, con vistas casi ininterrumpidas mediante ventanas de piso a techo, con modernos balcones franceses o Julieta; ya se sabe, de los que tienen espacios mínimos.
En este caso los espacios mínimos ni existen, los modernos balcones están hechos de cristal templado o de seguridad, así que desde el exterior estos balcones ni siquiera existen.
De la gran sala de estar se accede a la cocina, semi escondida pero abierta, con una isla en la que luce un fregadero encastrado y una cocina de la marca Wolf que podría servir para abastecer a un restaurante.
La cocina conecta con un elegante comedor frente al balcón de la esquina desde el que disfrutar visualizando la alegre vida de la Gran Manzana. Qué listo es Bon Jovi.
Pero, más listo te va a parecer cuando descubras que el dormitorio principal está orientado en dos direcciones, este y sur, y que su vestidor es de una dimensión colosal; pero su baño es mucho mejor, con mármol carrara, carpintería personalizada y una enorme bañera.
La vivienda posee otros tres dormitorios con baños y armarios. Destacan con luz propia el pavimento de madera que recorre todos los rincones, menos los aseos, que tiene piso cerámico.
También las agradecidas moquetas con distintas motivaciones según el espacio en el que se ubiquen. Desde luego, nada mal el apartamento en venta del rokero más famoso.
Además, el complejo Greenwich Lane pone a disposición de sus inquilinos un gimnasio, una piscina olímpica de 25 metros, un jacuzzi, una sala audiovisual con 21 asientos, una guardería enorme, un comedor, y la posibilidad de utilizar un salón multiusos.
Por cierto, todo esto con la imprescindible atención de 24 horas por personal cualificado. Aunque a muchos les encantará la sala de yoga y tratamiento personal, la bañera de hidromasaje o el simulador de golf de alta gama.
Si es que, en muchas ocasiones, el buen gusto de nuestros famosos vale la pena destacarlo. Y, más aún cuando conlleva el cuidado del medioambiente mediante la certificación LEED que han conseguido gracias al buen hacer de la firma de arquitectura FXFOWLE.
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