Paralizan la demolición de la casa donde murió Marilyn Monroe
El Ayuntamiento de Los Ángeles comienza la tramitación para catalogar como histórica la casa donde murió Marilyn Monroe.
La presión popular y el revuelo formado en redes sociales tras conocerse la noticia ha conseguido paralizar la demolición de la casa de Marilyn Monroe. El Ayuntamiento de Los Ángeles ha entrado de oficio en un asunto que podría haber acabado con la vivienda donde la actriz fue encontrada muerta el 4 de agosto de 1962. La concejala del ramo, Traci Park, confirmaba la suspensión del premiso provisional que sus propios funcionarios habían emitido para derribar la casa.
Sus nuevos propietarios, una sociedad llamada Glory of the Snow Trust, habían recibido el visto bueno para unas obras de remodelación que incluían la demolición total o parcial de la residencia. Una casa de estilo español ubicada muy cerca de Santa Mónica, en una coqueta urbanización junto al Bulevar San Vicente. La residencia fue construida hace casi cien años, pero su estado de conservación es muy bueno.
Marilyn Monroe era más que un simple icono del cine
Traci Park instó al consistorio a considerar la casa como patrimonio histórico. Una moción votada unánimemente y que paraliza cualquier acto que pueda dañarla. La casa tiene cuatro dormitorios y tres baños. En el exterior hay un extenso jardín, una piscina y hasta un huerto con frutales.
La casa dista mucho de los espacios que habitó Marilyn Monroe durante solo seis meses. Porque la actriz la compró en febrero de 1962 por unos 77.500 dólares. Ajustando la inflación, serían unos 800.000 actuales. Marilyn falleció por una sobredosis de barbitúricos a la edad de 36 años. Sus actuales propietarios pagaron por ella a principios de este año 8,35 millones de dólares.
«Para la gente de todo el mundo, Marilyn Monroe era más que un simple icono del cine», dijo Park en una conferencia de prensa. Calificó a la artista como «un ejemplo brillante de lo que significa superar la adversidad».