Ana Rosa: «Soy un desastre como madrina del pequeño Prat»

Se va de (merecidas) vacaciones y siendo líder un año más. The Luxonomist come con AR y te descubre un poco más a la reina de las mañanas (aunque a ella este apodo nunca le ha gustado).

«Cuando empezamos en enero de 2005, ninguno pensábamos que seguiríamos aquí 12 temporadas después». Así arrancaba Ana Rosa Quintana el almuerzo informal con la prensa que ya es toda una tradición justo antes de sus vacaciones estivales (que este año se han retrasado por las elecciones). Y se va con los deberes hechos, o mejor dicho, con notas de matrícula de honor. ‘El Programa de Ana Rosa’ cierra su decimosegunda temporada renovando su hegemonía con una audiencia media del 18,8% de share y 538.000 espectadores.

Ana Rosa se va de vacaciones pero estará de guardia todo el verano
Ana Rosa se va de vacaciones pero estará de guardia todo el verano

En septiembre arrancará en Telecinco la temporada número 13 y asegura que «este año ha sido apasionante por el reto de seguir enganchando a la gente con el tema de la política que, queramos o no, al final es normal que les canse», explicaba la ‘Reina de las Mañanas’, un sobrenombre que a Ana Rosa no le gusta demasiado. «Ahora es el momento de descansar. Ya tengo ganas de desayunar con mis hijos, acostarme tarde, tomarme una copita sin prisas… Eso sí, si pasa algo con el tema del Gobierno, este año estaré de guardia. Ya le he dicho a Joaquín que si ‘me deja’ volver en cuanto se forme, esperemos, el nuevo gobierno», nos cuenta.

Joaquín Prat se queda al frente del programa en verano
Joaquín Prat se queda al frente del programa en verano

Lo cierto es que oír tanto a Ana Rosa como a su mano derecha en plató, Joaquín Prat, es todo un lujo por el buen rollo que transmiten. «Tengo el mejor equipo de información, reporteros, investigadores, colaboradores… Hemos conseguido crear un equipo y nos lo pasamos genial trabajando. Este año hemos hecho unas ocho fiestas… o alguna más«, bromea la periodista.

«Nosotros hacemos el programa que queremos hacer y en el que creemos. No estamos mirando lo que hacen otros. Miramos si lo que hacemos funciona minuto a minuto y sabemos cuándo nos equivocamos y somos humildes para rectificar. La lucha es con nosotros mismos. Hacemos un programa de Alta Costura, no de prêt-à-porter y por eso lo vamos modificando según las necesidades de la información diaria. Eso sí, yo siempre quiero ganar», dice riendo.

Joaquín sólo tiene palabras cariñosas para 'su jefa'
Joaquín solo tiene palabras cariñosas para ‘su jefa’

Pero, ¿cómo es Ana Rosa como jefa? «Trabajar con Ana es como cuando te llevabas muy bien con la amiga del cole pero no querías ser su ‘Pagafantas’. No tienes la sensación de estar trabajando con una jefa. Yo he trabajado con mucha gente y he escuchado gritos, malas palabras… Y a esta mujer jamás la he oído gritar, una palabra más alta que la otra… El secreto solo lo sabe ella, consigue que todos los que estamos a su lado no nos sintamos subalternos sino compañeros y que no te des cuenta de que estás siendo objeto de una especie de ‘embrujo’. Ella es como es y consigue lo que consigue, no me preguntes cómo. Cuando hacemos fiestas, ves como el trato con Ana es el mismo que tienes con una maquilladora, un regidor o un redactor», explica Joaquín.

«Es que yo quiero ser feliz. Quiero trabajar a gusto y hago todo lo posible por conseguirlo. Es algo egoísta», ríe. «Es mejor hablar las cosas y trabajar en un buen ambiente», apostilla. Además, Joaquín la conoce muy bien y hasta la ha hecho madrina de su hijo, que acaba de cumplir 14 meses. «Soy fatal como madrina», se apresura a decir AR, «le veo en vídeos. Llevamos un año muy loco y es difícil verlo. El niño es para comértelo, yo es que soy más de cuando ya tenga uso de razón, comprarle», dice entre risas.

¿Retirarse? Nos queda AR para rato
¿Retirarse? Nos queda AR para rato

¿Ha pensado alguna vez en una retirada de la televisión? «Todas las mañanas, cuando suena el despertador a las 5:30 de la mañana, pongo un pie en el suelo, pataleo y me acuerdo de Paolo Vasile«, ríe. «Pero luego ya me ducho, llego a la redacción y veo a la gente que ya está con los churros, sonriendo y disfrutando del trabajo y se me olvida todo. Mientras esté agusto y tengamos el respaldo de la audiencia yo no me retiraré», concluye. Más claro imposible. Nos queda Ana Rosa para rato… y eso nos encanta.

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