#CloseTo Mar Flores: «Me siento como a los 16»

Hablamos de cerca con Mar Flores. Madre y empresaria de éxito, está viviendo un momento personal y profesional dulce y emocionante.

Amalia Enríquez. 10/01/2017

Siempre he mantenido que es una gran desconocida. A pesar de haber llenado páginas y páginas de las más diferentes revistas del sector, Mar Flores sigue siendo una incógnita para los que no la tratan en la distancia corta. Tiene una dulzura que te envuelve y una empatía en la amistad que hace que te sientas el centro de universo. Siempre está ahí cuando la necesitas. Sin preguntas, sin explicaciones, nunca deja de tenderte esa mano que te hace salir a flote. Desde hace tiempo disfruta de una felicidad que, en algunas rachas, el destino le negó.

Nos encontramos en el centro de Madrid, después de una sesión de fotos, días antes de marcharse con sus cinco hijos de viaje. “Por fin voy a poder disfrutar de ellos unos días a solas”. Con el corazón ocupado de nuevo, empresaria de moda y madre feliz, todo parece indicar que se enfrenta a un año que se antoja, como poco, feliz y exitoso.

Dulce y serena, Mar Flores derrocha sensualidad
Dulce y serena, Mar Flores también derrocha sensualidad. Foto: Toni Mateu

The Luxonomist: ¿Ante qué Mar me encuentro?
Mar Flores: Pues tienes delante a una mujer ilusionada, con nuevas perspectivas vitales. Una Mar serena y muy viajera.

TL: ¿Cuántos vuelos has llegada a contabilizar este año?
MF: Si te digo la verdad ¡no lo sé! Miedo me da contarlos (risas). Empecé a viajar sin parar desde la Semana Santa pasada. Lo que sí te digo es que he roto todo el techo posible de los puntos en las tarjetas de las compañías aéreas. Van a tener que hacerme una especial. En este último mes y medio he estado en casi veinte destinos.

TL: ¿Y cómo se gestiona hacer compatible esa vida con tus hijos, por ejemplo?
MF: Con mucho esfuerzo y cuadrando muy bien los tiempos. Durmiendo en los aviones, comiendo con barritas proteínicas y haciendo maletas con una capacidad de imaginación brutal.

TL: ¿Tienes la sensación de estar descubriendo una nueva vida?
MF: Estoy volviendo a mis 16 años. A esa edad yo empecé en el mundo de la moda y vivía de esta forma.

Es madre y empresaria a tiempo completo
Es madre y empresaria a tiempo completo. Foto: Toni Mateu

TL: ¿Qué hay de aquella adolescente en la Mar de hoy?
MF: Sigue estando aquella facilidad con la que hacía los equipajes, la energía que hoy tengo y la sonrisa que llevo encima todo el día. He ganado en gestión de vida. Ahora ‘producciones Mar Flores’ tiene lo que no conseguía con 16. A mi edad, tengo la energía de esa niña.

TL: Eso te lo da también el momento dulce que estás viviendo…
MF: En parte es cierto. Ten en cuenta que la gestión de mi familia la tengo muy organizada. Eso me permite viajar y dedicarme al resto de acciones profesionales y empresariales que me absorben el tiempo. Mis hijos nunca se quedan solos porque, cuando yo no estoy, se quedan con su padre. Eso es maravilloso porque te quita todo tipo de presión y remordimiento de conciencia. Los tiempos en los que yo tengo que estar con ellos, los respeto a fondo, absolutamente, las 24 horas del día.

TL: Te has convertido en una auténtica mujer multitarea
MF: (risas) Yo creo que la nueva tecnología ayuda muchísimo. Mientras te esperaba, tuve veinte minutos de tranquilidad y lo único que he hecho ha sido mandar y responder mails. Ni me he puesto a escuchar música, ni he visto la tele. He llamado a mi gente de la administración, he sondeado cómo va la web. Hace unos años era impensable que pudiera solucionar estas gestiones si no estaba en casa, por ejemplo. Ahora una tablet y un móvil son mi oficina ambulante.

TL: ¿Cómo son tus momentos de calma ahora?
MF: No son, no tengo. Mis momentos de tranquilidad son cuando se le acaba la batería al móvil. He descubierto, hace poco, los cargadores externos pero, con frecuencia, lo tengo agotado también (risas).

Su faceta de empresaria le tiene todo el día viajando
Su faceta de empresaria le tiene todo el día viajando

TL: ¡Qué sería de nosotras sin estos inventos!
MF: Yo creo que el ritmo de vida que llevamos y el estrés al que nos sometemos es precisamente porque sabemos que tenemos estas opciones que nos salvan la vida constantemente. Nos estamos acostumbrando a algo muy malo, por otra parte, que es la respuesta inmediata. Yo hay veces que no puedo más y me limito a mirar por encima los mails que considero urgentes, los contesto y los demás los dejo para cuando tenga un momento de respiro. Hay veces que tardo en responder dos días un correo y la gente se mosquea. Hay que acostumbrarse que no todo es para ayer.

TL: Ha cambiado mucho la vida desde tus 16 hasta hoy. ¿Nunca te has arrepentido de no haber estudiado?
MF: Lo intenté a distancia, por la UNED, pero me resultó muy difícil. Nunca me he arrepentido, pero sí me habría gustado. La verdad es que le pesa más a mis padres que a mí, porque no me pudieron dar la formación académica que ellos habrían querido,  pero en el fondo sé tres idiomas y me estoy gestionando bien mi vida. Soy empresaria sin haber estudiado, sé que me queda mucho por aprender, pero no me puedo quejar de cómo me ha ido en todos estos años.

La veo feliz con su vida actual. El poder mediático que genera desde hace años se ha acrecentado al dosificar sus salidas y cultivar el misterio. No echa de menos el pasado ni está dispuesta a pedir perdón por lo vivido en él. Hoy es una mujer que lo abarca todo, madre de cinco hijos, pareja ilusionada, blogger de moda/belleza, solidaria activa y empresaria autónoma. Nunca fue muy amiga de dedicarse ‘a verlas venir’ y vivir del cuento. Aún pudiéndolo hacer, Mar decidió alejarse de la presión de los medios, dedicarse a la familia y, como hormiguita hacendosa, fue dando forma a un proyecto empresarial que le rondaba la cabeza desde hacía tiempo.

TL: Empresaria emprendedora y valiente. En tiempos complicados, escoges el más difícil todavía ¿cómo surge la idea  de crear una marca propia?
MF: Surgió durante el embarazo de mi segundo hijo y como consecuencia de haber prestado mi imagen para publicitar distintas marcas o productos. Me di cuenta que esa imagen, asociada a un producto, resultaba interesante en el mercado y decidí crear mi propia marca y trabajar para un proyecto mío. De la mano de experimentados profesionales salimos al mercado y, entonces aquí, es cuando decidimos centrarnos en el sector del hogar. Luego vinieron las velas y los bolsos.

Después de cinco hijos sigue teniendo una figura de infarto
Después de cinco hijos sigue teniendo una figura de infarto. Foto: Toni Mateu

TL: Larga preparación tiene esa aventura…
MF: A lo largo de la vida, uno tiene la oportunidad de irse cultivando. Y eso es importante. Los idiomas yo los he aprendido a base de esfuerzo y por necesidad. He hecho varios cursos intensivos de inglés e italiano. En el mundo de la empresa es distinto, pero también requiere trabajar sin desmayo, cultivar la creatividad e innovar. Lo que tengo ahora es el resultado de tanta lucha.

TL: Si ahora te dice uno de tus hijos que quiere hacer como tú, con 16 años irse a recorrer mundo, como modelo o con cualquier otra profesión… ¿es el destino que querrías para él?
MF: Tengo la suerte de que son chicos ¡fíjate! Yo siempre con la idea de una niña y, si ahora la tuviera, lo pasaría muy mal. Yo creo que a los hijos hay que darles una formación, una educación y soltarles a la vida. Si me piden consejo, les hablaría desde mi experiencia. Creo, sin embargo, que con los hijos somos menos flexibles de lo que hemos sido con nosotras mismas. Si un día me plantean algo que les hace felices, la felicidad está por delante de lo que yo opine.

TL: ¿Tienes la sensación de haber experimentado varias vidas?
MF: Sin duda alguna. No sé qué pasa en mi vida que, cada diez años, me reinvento o me reinventan, gracias a una fuerte sacudida que me hace reaccionar.

TL: Eso es un privilegio y una suerte…
MF: Tal vez. Mirándolo con tranquilidad, puede ser. Las sacudidas vienen siempre después de pasar un mal momento.

 

Encantadora por dentro y por fuera
Encantadora por dentro y por fuera. Fotos: Toni Mateu

TL: Es indispensable que pasemos por ellos…
MF: Yo, desde luego, estoy entrenadísima para reinventarme pero, si pudiera hacer una petición, sería poder reinventarme por decisión propia, no porque el cambio venga ocasionado por una fuerte sacudida.

Es, desde hace unos años, embajadora para América Latina de la Asociación Women Together, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la erradicación de la pobreza. Fue creada en 1996, en colaboración con las Naciones Unidas, y su actividad se centra en la financiación del desarrollo de la artesanía local en países subdesarrollados a través de microcréditos. De esta forma, Women Together apuesta por el potencial de las personas dotándoles de herramientas que permiten mejorar la educación y la salud en sus comunidades. Las mujeres son la fuerza impulsora de estas industrias y las beneficiarias de este tipo de financiación

Lo que comenzó de una manera espontánea en un viaje a Cartagena de Indias, se convirtió en una realidad plasmada en la línea de bolsos Mar Flores Madrid. En sus primeros viajes como embajadora, Mar tuvo la oportunidad de ver de cerca el trabajo de las artesanas. Enamorada de los tejidos e interesada por su laborioso proceso, adquirió telas con las que diseñó y produjo una pequeña colección de bolsos. Esos primeros accesorios marcaron el espíritu de lo que hoy vemos en su tienda online: unir a los artesanos del primer mundo con los artesanos de países subdesarrollados.

Recuerda con cariño King Kong. Aquí un fotograma del remake de 2005
Recuerda con cariño King Kong. Aquí un fotograma del remake de 2005

TL: ¿Recuerdas la primera película que viste de niña?
MF: La primera que me impresionó fue la de ‘King Kong’. La vi en pantalla grande, en blanco y negro. Me decía Javier Bardem que nosotros somos de la generación de ‘Tiburón’. Y es cierto. Con el tiempo se convirtió en otra de las películas de cabecera. Bañarse después de ver esa película se convirtió en una heroicidad (risas). Hay películas que tocan generaciones. Y luego hay películas que no eres capaz de ver, dependiendo del momento que estés viviendo.

TL: ¿Proclive a la emoción?
MF: Muy proclive. Me da vergüenza llorar en el cine por la gente. Si tú te entregas al arte, a un cuadro, a una película, a una canción ¡hay que vivirlo al máximo! Yo soy de vivir todo muy a fondo.

TL: Entonces tendrás que dejar la vergüenza a un lado…
MF: He aprendido a vencerla. Yo dejé de tener vergüenza el día que decidí salir a la calle sin gafas de sol. Estaba tan escondida en mí por la presión de los paparazzi, que necesitaba liberarme. Tenía que conseguir salir una semana entera, a la calle, sin gafas de sol. El primer día me quería morir, me daba la sensación de que todo el mundo me miraba, me quería esconder. Ahora hay días que se me olvidan las gafas, así que ese fue un paso importante en mi cabeza.

TL: ¿Cómo llevan tus hijos la popularidad de su madre?
MF: Unos se mueren de la vergüenza, otros no entienden que se pueda acercar alguien a pedirme autógrafos, por ejemplo. No comprenden que alguien quiera una firma o un beso de su madre, porque ni ellos lo quieren en público porque están en esa edad que les da vergüenza (risas), pero sin embargo asumen la presencia de los paparazzi porque yo se lo he explicado.

TL: Te has instalado en un mundo de hombres…
MF: ¡Ya ves! (risas) Sé que con ellos no puedo hablar de moda, ni de tacones, ni de maquillajes, así que me sumerjo en el mundo niño, pelota, fútbol. Tengo que hacer un esfuerzo porque ellos están en un mundo con unas cosas que no entiendo porque no me interesan, así que más de una vez he tenido que meterme en Safari para empaparme de algún equipo de fútbol y otros temas (risas). Tengo que estar al día de todo con ellos y eso me reta muchísimo.

Con nuestra colaboradora Amalia Enríquez durante su entrevista
Así se hizo el selfie de esta entrevista

TL: ¿Cómo se vive siendo siempre el foco de atención?
MF: Ahora ya he llegado a un punto en el que me río. A mí no me gusta, pero ¡qué puedo hacer!

TL: ¿Lo asumes ya como algo natural por instinto de supervivencia?
MF: Sí, lo asumo. No me queda otra. Tener que adaptarte a esa presión mediática y verla sin stress me ha costado muchas horas de psicólogo. Lo he tenido que trabajar mucho y, también, ayuda la madurez.

TL: ¿Tienes la sensación de haber tenido que superar más obstáculos por ser mujer o por ser Mar Flores?
MF: No sé si me los han puesto o ha sido la vida la que se ha encargado de ello, pero pienso que –en este país- da rabia que las mujeres tengan éxito. Quiero pensar que no es por mi persona, sino porque a las mujeres nos suelen tener más rabia. A mí me gusta siempre potenciar a las mujeres, pero creo que es un problema social el que lo tengamos siempre más difícil. Los españoles son machistas, tradicionales y latinos. Eso es algo imposible de cambiar socialmente.

TL: ¿Dónde se circunscribe tu ocio?
MF: Mis placeres hoy son tener tiempo para desayunar con calma un sábado, poder ir a ponerme una mascarilla o darme un tratamiento en la cara y, sobre todo, dormir. En el momento que estoy viviendo, es mi mayor placer.

Dice que se siente como en su época adolescente
Dice que se siente como en su época adolescente. Fotos: Toni Mateu

TL: ¿Cómo sería un domingo perfecto?
MF: Manta, chimenea, libro, cama…y los niños en el piso de abajo. Hay momentos en los que es muy importante conseguir no pensar en nada. Nos sirve para reciclar, es sanador. Yo lo consigo con el yoga. He descubierto, en un momento de mi vida en el que se iba a caer todo, que era yo y solamente yo la que podía poner solución a eso, levantarme y sobreponerme. Las cosas pasan o no según esté tu cabeza. En ese momento, descubrí el mundo meditación y yoga. En cuanto siento que estoy estresada o al límite, me hago una meditación o relajación express y funciona. Es importante tener tu hora y media diaria de yoga, porque es el único momento en el que solo piensas en superarte y no ocupas tu mente en nada más.

TL: ¿Cuál es tu espacio?
MF: Mi habitación. No uso siquiera ni sofá ni nada. Mi cama y mi mesilla, ese es mi mundo. Puedo estar ahí sola, sin hacer nada. Muchas veces me limito a mirar por la ventana, desde la cama. Por suerte veo árboles desde mi habitación y eso me hace desconectar. Cuando era niña vivíamos en un segundo y desde la ventana solo veía el patio de vecinas. Ahora, al ver los árboles, me siento muy privilegiada.

TL: ¿Qué diría esa niña Mar de la mujer de hoy?
MF: Seguro que estaría satisfecha. Yo estoy contenta conmigo misma, me siento feliz. Estoy donde quería, con la familia que quería, con la persona que ahora está conmigo. Mi sueño de pequeña era tener una familia numerosa. Estoy orgullosa de la que tengo, sé que mis hijos estarán a mi alrededor el día de mañana, sigo disfrutando de vitalidad y fuerza para seguir trabajando. Ni en el mejor de mis sueños imaginé esto, por eso la palabra que define mi estado de ánimo es “satisfecha”.

*Localización: One Shot Hotels. *Próxima semana: Iñaki Gabilondo.

 

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