Acorn Seekers: «El cerdo ibérico es nuestro mejor embajador»
Hablamos con Sergio Marsal, cofundador de Acorn Seekers, la firma que espera vender jamón ibérico 'made in USA' en Texas en 2018.
Acorn Seekers es una muestra de que nada es imposible en esta vida, por más complicado que nos parezca. Hablamos de una empresa creada por dos españoles que ha transportado a sus cerdos ibéricos en un avión desde España a Texas, se han asentado en una granja (la primera con estas características en Estados Unidos) desde donde pretenden vender ‘jamón ibérico’ de elevada calidad a partir de 2018. Una iniciativa que nos genera mucha curiosidad, por lo que hablamos con Sergio Marsal, cofundador y CEO de la firma.
The Luxonomist: ¿Cómo surge vuestra empresa?
Sergio Marsal: Nace de la unión de dos entusiastas emprendedores, Manuel Murga y yo. Los dos tuvimos la misma idea (por aquel entonces era el mismo ‘sueño’) sin conocernos aún, en momentos y lugares diferentes. Tan pronto como nos conocimos a través de una amiga común, nos pusimos manos a la obra de inmediato, cual dos imanes.
TL: ¿Cómo se les ocurrió la idea de exportar sus cerdos ibéricos a EEUU?
SM: Nuestra inspiración llegó por lo realizado en su momento por los primeros vinicultores de Napa Valley, en California. Ellos trajeron las primeras cepas vivas de Francia y las plantaron en California. Hoy en día Estados Unidos es el primer país consumidor de vino del mundo y el tercer productor. Además, el vino que producen es de calidad y alto precio.
TL: Y ¿cómo fue el proceso?
SM: Largo, muy largo. En primer lugar, tuvimos que esperar a que se realizara un protocolo de importación-exportación de porcino entre los Estados Unidos y la Unión Europea. Luego tuvimos que sortear los impedimentos de todo tipo que nos encontramos en España. Después tuvimos que activar una logística compleja de cuarentenas y transporte aéreo de animales vivos. Y por último, la selección, localización y preparación de la granja en Flatonia, Texas.
TL: ¿Cómo es la percepción de los restaurantes americanos sobre vuestros jamones?
SM: La grandeza de nuestra cultura es que es muy respetada y reconocida en el exterior. No en vano nuestra gastronomía en los últimos tiempos es la que más prestigio tiene en el planeta. Como todos reconocen, el icono más importante es el cerdo ibérico, es el mejor embajador de España, sin lugar a dudas.
TL: ¿Qué cuidados requieren estos cerdos ibéricos?
SM: Estos animales son maravillosamente rústicos, así que cuantos menos cuidados artificiales les proporciones y más naturaleza pongas a su disposición, mejor. En Texas están completamente adaptados y tienen unos pastos abundantes y muy ricos durante todo el año.
TL: ¿Cuánto han invertido en su empresa?
SM: Si hablamos en dinero, más de tres millones de dólares. Si hablamos de tiempo, desde que iniciamos el proyecto hasta la fecha han pasado más de siete años.
TL: ¿Cuánta facturación esperan obtener de sus productos este año?
SM: Tan solo unos 300 mil dólares, porque este año únicamente venderemos la carne fresca de los animales sacrificados. Los productos curados, es decir el jamón, hasta 2018 no saldrá al mercado.
TL: ¿Qué perspectivas tienen para el próximo año?
SM: Tenemos previsto sacrificar unos 1.500 animales frente a los cerca de 300 de este primer año. El motivo es que llegamos en agosto de 2014 con 145 magníficas hembras y cinco afortunados machos. A día de hoy, en suelo estadounidense, ya tenemos en total más de 2.000 ejemplares. Cada hembra tiene de forma natural dos partos anuales y en cada parto nacen unos seis lechones que se hacen adultos a los seis meses aproximadamente. Por lo tanto es un crecimiento prácticamente exponencial.
TL: En la actualidad ¿se sienten satisfechos con la experiencia?
SM: Evidentemente. Hemos afrontado con éxito los retos más críticos: traer a los animales a los Estados Unidos, que se adaptaran y, en consecuencia, que se reprodujeran satisfactoriamente.
TL: ¿Por qué eligen Texas para emprender en este proyecto?
SM: Nosotros, como reza el nombre de nuestra compañía, somos ‘buscadores de bellotas’ y en el sur de Texas es donde probablemente exista la mayor densidad de encinas de los Estados Unidos.
TL: Entre Estados Unidos y España, ¿dónde considera que es más fácil emprender?
SM: ¿Esta pregunta es en clave de humor? Tan solo una imagen para describir mi respuesta: creamos nuestra empresa en Delaware a través de un correo electrónico y el pago de 300 dólares, en total no más de 15 minutos. Pues bien, este año abrimos una sucursal de nuestra compañía en Cáceres, en Extremadura, para desarrollar nuestro departamento de Calidad y proyectos de I+D+i, que estamos desarrollando conjuntamente con la Universidad de Cáceres. Pues esto nos costó diez veces más en coste y casi seis meses en tiempo. ‘No more comnents’.
TL: Después de tantos obstáculos para poner en marcha el proyecto, ¿qué ha aprendido con ello?
SM: He aprendido una sola palabra con muchos acentos: No. De hecho, lo que he aprendido es cómo vencer a esa absurda palabreja.
TL: ¿Qué pasos tomaron para iniciar el protocolo con Estados Unidos y la Unión Europea que les permitiera exportar los cerdos ibéricos?
SM: Contactamos con gente relacionada con la USDA en Washington y les ayudamos de forma activa a realizar un protocolo correcto.
TL: Se han unido a un grupo de empresarios españoles para ayudar a emprendedores, ¿en qué consiste esta iniciativa?
SM: Sí, es la ‘Bernardo de Gálvez Business Club’, una asociación sin ánimo de lucro con la que colaboramos. Nos parece una buena iniciativa para ayudar a los emprendedores que quieren establecerse en los Estados Unidos a través del primer y decisivo punto de apoyo inicial.