Eva Cobo: «Tengo un máster en caer y volver a levantarme»
Sigue conservando esa belleza Grace Kelly que le hizo conquistar la gran pantalla. Dulce y serena, Eva Cobo ha regresado a la vida mediática por una nueva actividad como empresaria olivarera en Andalucía. Su aceite gourmet DeCobo le está haciendo descubrir un mundo fascinante, exigente y arriesgado a partes iguales, pero que le está proporcionando una felicidad muy merecida y deseada.
The Luxonomist: ¿Qué te dio la interpretación que no encontraste en otras actividades de la vida?
Eva Cobo: Jugar trabajando.
TL: ¿De niña eras la teatrera de la pandilla?
Eva Cobo: Para nada, yo era la seria. En casa la simpática, divertida, la que cantaba, bailaba y hacía teatro era mi hermana, de mí todo lo que decían era: “Es molt bona nena”.
TL: ¿Cuándo te das cuenta de que te puedes dedicar a convertirte en otras?
Eva Cobo: Al empezar a trabajar, era como un juego y exploraba continuamente.
“Lo dejé todo para dedicarme a mis hijos al 100%”
TL: ¿Alguna vez te arrepentiste de elegir el camino de una profesión tan vocacional, pero inestable?
EC: Más que arrepentirme, me empezó a preocupar cuando fui madre y no sabía qué iba a hacer al mes siguiente. Me encantaba mi profesión, pero iba al teatro cuando los niños volvían del colegio, y eso estando en Madrid. De gira, siempre que no tenían colegio venían conmigo, se recorrían España.
TL: ¿Qué te lleva a tomarte un respiro, que no un abandono?
EC: La ilusión de poder dedicarme a ellos al 100%.
TL: ¿Vivir en Londres fue el bálsamo reparador que necesitaba tu vida?
EC: Sí, pero yo no lo sabía. Al principio yo quería ir a Madrid, donde estaría más arropada por mi familia y amigos, pero al final se decidió que me fuera a Londres. Me adapté, no era la primera vez que vivía fuera de España. Entre los niños, colegios, actividades extraescolares y las nuevas amigas que hice allí, se convirtió en mi hogar durante 9 años.
TL: ¿Regresar a España siempre fue el plan A?
EC: No, decidí volver durante el Covid y no me arrepiento. Los niños, bueno, los hombres de la casa están felices.
TL: Empresaria olivarera… ¿el más difícil todavía?
EC: Pues sí, pero por suerte tengo al lado a gente estupenda, empezando por mis socios, Javier y Mariví, además del montón de buenos amigos que he conocido, como Teresa, que me han ayudado a sentirme de nuevo en casa.
“Ser empresaria es el más difícil todavía, pero me siento en casa”
TL: ¿Has aprendido a caer y levantarte?
EC: Si no te caes primero, no aprendes a levantarte. Yo creo que tengo un máster.
TL: ¿Tienes la sensación de estar disfrutando de una nueva oportunidad vital?
EC: Pues puedo decir que soy feliz, que estoy en una etapa tranquila, muy ilusionada con mi trabajo, “mis trabajos”, parece que todo se va posicionando y encajando. Me encanta a lo que me estoy dedicando y mis hijos están bien.
TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
EC: Se puede intentar, pero es muy difícil.
TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
EC: Dando la cara y una explicación. Sin mentiras.
TL: ¿En qué situación has dicho “chapeau”, me quito el sombrero?
EC: En muchas, hay mucha gente a la que respeto y admiro.
TL: ¿Qué te gusta hacer a tu manera?
EC: Todo.
“Hay que decir adiós dando la cara y una explicación”
TL: ¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
EC: Tener paciencia.
TL: Si pudieras ser otra persona o cosa, ¿por qué /quién optarías?
EC: Estoy contenta con lo que soy. Uno es el producto de su vida, con los errores y los aciertos.
TL: ¿Qué ha sido lo que realmente ha marcado tu vida?
EC: Mi hija.
TL: ¿Qué pone en tu estado de WhatsApp?
EC: Pues creo que nada, solo la foto. Pero en Facebook pone: “El tiempo descubre la verdad”.
TL: ¿A quién meterías en una máquina del tiempo?
EC: A mí.
TL: ¿Qué locura has hecho para conocer a uno de tus iconos?
EC: Pues no he hecho ninguna por conocer a nadie, las he hecho para otras cosas.
TL: ¿A qué eres inmune?
EC: A que me sorprendan.
«Soy inmune a que me sorprendan»
TL: ¿El insulto hace callo?
EC: No, el insulto duele.
TL: ¿Marca España es…?
EC: Lo que tenemos que vender, promocionar y estar orgullosos de ello, es nuestra marca.
TL: ¿Qué no falta nunca en tu maleta?
EC: Zapatos cómodos.
TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?
EC: A veces sí.
TL: ¿A qué te suena la vida?
EC: Creo que venimos a aprender, a superar pruebas.
TL: ¿La belleza da poder?
EC: También da pie a muchos malentendidos.
TL: ¿El dolor más intenso?
EC: La pérdida.
«Tendría la cena de mis sueños con mis tres hijos»
TL: ¿Ser elegante es…?
EC: Saber estar, saber adaptarse.
TL: ¿Qué te hace perder la templanza?
EC: La injusticia, entre otras.
TL: ¿Con quién compartirías la cena de tus sueños?
EC: Con mis tres hijos.
TL: ¿Esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
EC: ¡Que no canto bien! Es verdad, cantar no es lo mío.