Foto: Rubén Vega
Es inevitable quedarte anclada en su mirada cuando le tienes delante. Detrás de ella se esconde un hombre que se formó como actor entre Nueva York y Madrid, puliendo la interpretación, el canto y la voz. Fernando Guallar ha tocado «todos los palos”: teatro, televisión y cine; y acaba de estrenar ‘Explota, explota‘ y ‘Patria‘ en HBO. Le da pudor decirme esa pregunta que se me ha quedado en el tintero, “me la guardo para la siguiente que me hagas en persona, cuando todo esto haya mejorado 😊”. Contando los días ya…
The Luxonomist: ¿Eres hombre de secretos?
Fernando Guallar: No para quien no los merece pero, en general, soy bastante hermético. La exposición sin medida nunca me ha hecho sentir bien.
TL: En Pablo (‘Explota, explota’) ¿el fin justifica los medios?
Fernando Guallar: Me atrevería a decir que en su época, sí. Al fin y al cabo, entonces seguían con la dictadura que, de alguna manera, el personaje de Pablo y el de su padre, Celedonio, representan. El clasismo y el machismo estaban muy impregnados desde la inconsciencia y cierta zona de confort. Ahora sería imposible justificarlo y la figura del censor me parece aberrante.
TL: ¿En el amor todo es empezar?
Fernando Guallar: Y sin miedo. Poco a poco, pero sin miedo.
TL: ¿Las penas con música son más llevaderas?
FG: Siempre. Y si es con Aretha Franklin, mejor.
TL: ¿Cuál de tus sueños se ha convertido en realidad?
FG: Adoptar a mi perro Django y poder comprarme un pisito para tener mi espacio.
TL: ¿Si te hicieran elegir entre amor y éxito?
FG: Soy de los que piensan que un amor honesto es uno de los mayores éxitos.
TL: ¿Qué es lo mejor que se te da hacer?
FG: Cuidar a los míos.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
FG: La siguen marcando mis padres, mi hermana, mis amigos de siempre y mi abuela, que ya no está. Intento siempre quedarme muy cerca de todo lo que ellos representan.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
FG: Una lista de reproducción que me pongo cada mañana que no me toca madrugar mucho. Los madrugones admito que me cuesta más llevarlos con buen humor.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión…
FG: ‘Dancing in the Moonlight’ de Toploader. Irresistible.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
FG: Siempre fui buen estudiante, pero creo que lo mejor que hice fue hacer buenos amigos que siguen conmigo.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
FG: Puestos a pedir… el “Guernica” de Picasso quedaría muy bien encima del sofá.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
FG: Me voy a tirar piedras contra mi propio tejado pero tengo que reconocer mis limitaciones a la hora de cantar. Fue todo un reto sacar adelante las canciones de la película.
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
FG: Soy incapaz de mentir. Si hay cariño o amor; no tengo filtro. Y mira que trabajo en ello, pero creo que es una causa perdida.
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
FG: Los amigos de siempre, que disfrutan bailando. Bailar es muy necesario.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
FG: Fetén.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
FG: Últimamente me veo mayor, más maduro y mucho más feliz.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
FG: Una alianza que llevo siempre conmigo.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
FG: A parte de lo típico, no salgo de casa sin mis auriculares para escuchar música.
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
FG: Que compartir es precioso y que si eres sincero, aciertas.
TL: ¿Tu mayor decepción?
FG: La mentira es algo que nunca entenderé y me ha costado ya un par de relaciones. Si alguien es valiente y se muestra tal y como es, con toda su vulnerabilidad, me suele ganar para siempre. Pero, a veces, por miedo a enfrentarnos a la realidad, mentimos y es cuando todo se estropea.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
FG: A los pocos que generan un contenido a parte de su anatomía. ¡Qué mundo!
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
FG: No me gusta dar problemas, pero alguna vez he tenido que sacar pecho por dignificar nuestro trabajo y reconozco que me he puesto, digamos, insistente. No tengo remedio con eso.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
FG: Siempre vuelvo a la nostálgica Cinema Paradiso, me hace sentir en paz. Ah, y me encantaría bailar “Ain’t no mountain high enough” con Susan Sarandon en “Stepmom”.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
FG: Bastante austero aquí. Me quedo con las reuniones con mis amigos haciendo tortillas de patata o una lasaña maravillosa, junto a un buen vino y una mejor compañía.
TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder.
FG: No me atrevo a decirte una; te reconozco que me da pudor. Me la guardo para la siguiente que me hagas en persona, cuando todo esto haya mejorado 😊
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