Foto cedida en exclusiva por José Luis Gil
Es un auténtico descubridor de talentos. Siempre ha sido el hombre a la sombra de sus artistas, porque a José Luis Gil nunca le ha gustado verbalizar en los medios o en entrevistas todo lo vivido. Ricky Martin nos unió hace ya unos cuantos años y ni el paso del tiempo ha conseguido separarnos.
Su nombre ha sido de los que más ha sonado en el último Festival de Cine de Málaga porque su libro “Réquiem por la música, los artistas y la industria” ha servido de guión para una de las películas más esperadas, “Disco, Ibiza, Locomía”, que se estrena el próximo 17 de mayo. Blanca Suárez, Jaime Lorente y Alberto Ammann, en el papel del mismísimo José Luis Gil, son sus protagonistas…
The Luxonomist: A los 17 años te propusiste cambiar la industria discográfica. ¿La realidad superó a los sueños?
José Luis Gil: Mi único propósito al principio fue trabajar en lo que me gustaba. Aprendí con el gran maestro de la industria musical, Tomás Muñoz en CBS. Con los años y el conocimiento desde Hispavox, quise descubrir e impulsar nuevos talentos y participar en el desarrollo de artistas para hacerlos más grandes. Primero desde el mundo discográfico y posteriormente desde el Management, la producción y la edición musical. La experiencia de colaborar con todos ellos ha sido fantástica y enriquecedora. Sin duda, nunca pude soñar una vida más completa.
TL: Has sido “el hombre en la sombra” de los más grandes de la música. ¿Vales más por lo que callas que por lo que cuentas?
JLG: Creo que valgo más por lo que hago que por otra cosa. Nunca he contado nada de la vida personal de los artistas con los que he colaborado y tampoco me ha gustado hablar mucho en general. Creo más importante intervenir en la comunicación y el desarrollo del talento, y hacerlo discretamente. Tan solo en al año 2005 escribí un libro “Réquiem por la música, los artistas y la industria” con mis vivencias profesionales en el negocio musical. La verdad a veces no gusta.
TL: ¿La de descubridor de talento es una profesión o un hábil sexto sentido?
JLG: Es una mezcla de intuición, profesión y conexión con el gusto del público que se tiene o no, es una capacidad.
TL: ¿Por qué los artistas son tan reacios a reconocer que han tenido apoyo?
JLG: Porque ello implica reconocer que han necesitado de alguien para ser lo que son y su ego les impide aceptar públicamente esa necesidad. Pero todos/as son iguales cuando comienzan. Son generosos con el agradecimiento, que disminuye en medida de su éxito, la necesidad de reafirmación y declaración de independencia.
TL: ¿El éxito cambia al artista que se deja influir?
JLG: El éxito cambia a todos los seres humanos. Si a esto le unes juventud, poca experiencia e inseguridad, el desequilibrio está servido. La frase de “la cabeza en la ceniza” se practica poco.
TL: Disco, Ibiza, Locomía es la película de la subida a los cielos y bajada a los infiernos del grupo Locomía, al que descubriste. Les convertiste en cantantes, en músicos. ¿Ahí empezó el drama?
JLG: En cualquier historia donde se unen intereses artísticos y comerciales, mantener el equilibrio es esencial. Y con personas jóvenes y sin experiencia es más difícil conjugarlo todo. Que treinta años más tarde se haya realizado una miniserie de gran éxito con Movistar+ y, ahora, una película de ficción con grandes actores y la productora NEP “Disco, Ibiza, Locomía”, es la demostración de que las cosas se hicieron bien y el éxito internacional compensó el esfuerzo. No hay dramas, tan solo consecuencias de los actos que olvidan los compromisos y se dejan llevar por el ego o la codicia. Al final, como la vida misma.
TL: Raffaella Carrá, Miguel Bosé, Perales, Mónica Naranjo, Alaska, Nacha Pop, Locomía, Enrique y Ana, Rocío Jurado, Ricky Martin, Shakira… ¿Decepciones y alegrías?
JLG: En todas las vivencias humanas hay momentos de ambos colores. Mi balance global con todos los artistas con los que he compartido mi camino es que han sido muchas más las alegrías, satisfacciones y buenos momentos.
TL: ¿Qué hay del José Luis Gil de los años 70 en el profesional de hoy?
JLG: Recuerdos de más de cincuenta años de una profesión afortunada y completa, “gracias a la vida que me ha dado tanto…”. Haber intervenido en algunas canciones icónicas que han cantado millones de personas y emociones de momentos vividos únicos con grandes artistas en un momento irrepetible de la música y la industria del entretenimiento.
TL: ¿Eres de cocinar la vida a fuego lento?
JLG: No, siempre me gusta vivir con intensidad y energía todo lo que hago.
TL: ¿Lo mejor siempre está por llegar?
JLG: No siempre, lo mejor se hace en el momento de mayor energía física y mental de los 30 a los 50. En mi caso fui prematuro en la entrada y en la salida.
TL: ¿A qué momento de tu pasado regresarías?
JLG: No regresaría a ninguno, ya los viví.
TL: ¿Tu mayor conquista?
JLG: Mi libertad.
TL: ¿Recuerdas ese momento de absoluta felicidad?
JLG: El nacimiento de mis hijos gemelos.
TL: ¿Qué no le perdonarías nunca a un amigo o a alguien a quien quieres?
JLG: La traición.
TL: Si fueras un producto, ¿cuál sería tu slogan?
JLG: De verdad.
TL: ¿Qué le preguntarías a tu yo de dentro de veinte años?
JLG: No estaré aquí para hacerlo.
TL: ¿Un personaje histórico con el que te sentarías a cenar?
JLG: Leonardo Da Vinci.
TL: Diez segundos para un deseo. ¿Qué pides?
JLG: Paz.
TL: ¿Qué canción odias pero, sin embargo, te sabes de memoria?
JLG: Tantas…
TL: ¿Un día perfecto?
JLG: Cualquiera en el que brille el sol.
TL: ¿Cuál es ese tema del que te avergüenza saber tan poco?
JLG: De astronomía.
TL: ¿Tu mito sexual cuando eras niño?
JLG: Ninguno.
TL: ¿El lugar más loco en el que has terminado después de una noche de fiesta?
JLG: En mi cama.
TL: Esa pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
JLG: ¿Para qué estamos aquí?
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