Recibimos en el Hotel Room Mate Alba a María Luisa de Contes, que en la actualidad es Secretaria General y miembro de los Consejos de Administración de las filiales del Grupo Renault, así como Directora de Responsabilidad Social Corporativa y de la Fundación para la Inclusión y la Movilidad Sostenible, entre otros cargos. «Nací en una familia muy modesta, en Sanlúcar de Barrameda. Mi padre era viticultor y trabajaba la viña. Yo era la mayor de cinco hermanos. Mi padre era un sindicalista que defendía a los agricultores y era muy activo», asegura María Luisa cuando recuerda su infancia, una etapa que tomó como referente y que ha marcado su personalidad.
«Mi padre siempre me decía: María Luisa, tú eres una mujer libre», afirma orgullosa cuando recuerda los consejos de su padre, cuya amistad con la duquesa de Medina Sidonia fue clave en la educación de nuestra entrevistada. Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura la acogió en su palacio de mutuo acuerdo con la familia y con ella misma: «Yo tenía claro que quería ser alguien, dar lo máximo de mí y me fui al palacio.»
La actividad sindical y revolucionaria («a su manera», como ella dice) de su padre y de la duquesa de Medina Sidonia marcaron la elección de sus estudios: «Yo quería ser abogada y sindicalista». Acompañándola por diversos momentos de su azarosa vida, María Luisa de Contes llega a París. «Yo no iba a aceptar el camino que estaba trazado en mi vida. Eso del determinismo social, gracias, pero no es lo mío. Mi determinismo lo hago yo». En la capital francesa termina sus estudios de Derecho en la Sorbona y comienza su periplo profesional dentro de Renault, en 1981.
«Me siento cómoda defendiendo a los que tienen más dificultad para hacer valer sus derechos», afirma María Luisa cuando nos habla sobre su etapa dentro de la multinacional francesa, para la que estuvo trabajando treinta años. «Llegué a ser alta directiva en Renault con 38 años, un estatus que te da Renault cuando ya tienes 55 años o más».
Cuando recala en Nueva York, enviada por la dirección de Renault para cumplir distintos proyectos relacionados con Volvo, se aleja de su familia sin ningún problema: «Los hijos tienen un padre y una madre, a ver si las mujeres ya lo tienen en cuenta de una vez. Y los padres se ocupan de sus hijos igual de bien o mejor que las madres, sobre todo cuando la madre no tiene tiempo».
«Las mujeres no deben renunciar a nada, hasta el límite de sus posibilidades. Se puede ser ingeniera, abogada, presidenta de la República Francesa… las mujeres jóvenes tienen que darse cuenta de que no hay nada difícil que pueda obstaculizar la determinación que uno tenga. Lo difícil es fácil, pero no te pongas límites», afirma María Luisa de Contes antes de concluir que «nunca hay que someterse. Nadie es más que tú, ni menos que tú; somos iguales. Y tus valores y tus principios hay que defenderlos siempre».
«Las organizaciones y las estructuras no están hechas para las mujeres», incide. «Nosotras tenemos que llegar al poder para cambiar las estructuras porque tal y como están construidas, por naturaleza están hechas para los hombres. Y para cambiar esta situación de desigualdad que viven muchas mujeres hay que luchar para ello desde dentro de las organizaciones».
*Foto principal: marialuisadecontes.com
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