Me lo advirtió. “Schiaparelli. La italiana de París», te va a recordar a nuestra querida amiga común”. Y así ha sido. Me he emocionado y reído leyendo tu último libro, Nacho Montes. Ha sido como volver a tenerla delante contando sus batallitas. Sé que ambos echamos mucho de menos a nuestra Paloma Gómez Borrero. Bonito homenaje el que le haces en esta historia…
The Luxonomist: ¿Qué te da la literatura que no encuentras en otra actividad de la vida?
Nacho Montes: Ahora mismo placer infinito, libertad y sosiego. Todo junto.
TL: ¿El escritor ha venido a jubilar al comunicador?
Nacho Montes: Moriré comunicando, da igual el formato. La literatura es un medio más de comunicación y es tan eterno como el legado de los libros. Eso que cuentas, queda para siempre.
TL: ¿Eres hombre de secretos, de esos inconfesables?
Nacho Montes: Soy hombre de muchos secretos inconfesables. Si te confiesas deja de ser secreto y se esfuma la magia.
TL: “La italiana de París” está llena de glamour… ¿es imposible renunciar a él?
Nacho Montes: Gracias por verlo así. No sé renunciar a la belleza, ni a rodearme de todo aquello que me hace sentir cosas bonitas y esplendorosas. Eso es para mí el verdadero glamour.
TL: ¿Por qué es un libro imprescindible en mi biblioteca?
NM: Porque vas a reír y a llorar a partes iguales y porque muchas cosas te van a recordar a las vivencias e historietas de una mujer maravillosa a la que ambos admirábamos y queríamos.
TL: ¿Hay vida más allá de los focos?
NM: Toda la del mundo. Y esa es la que ahora gozo desde hace unos años. El ejercicio de apartarse para escribir, para que las novelas crezcan y se sucedan, es un placer infinito por el que con gusto me he alejado de los focos diarios.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
NM: Escribir y disfrutar de la vida para contarlo. Soy un bon vivant pegado a un lápiz y a un cuaderno de notas.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
NM: Mi madre. Sin duda. Se fue muy pronto e injustamente, pero eso la hizo joven y bella eternamente. Todo lo que siento y pienso en la vida tiene una raíz que bebe de ella, de todo lo que recuerdo de cada uno de sus actos y movimientos. Era una mujer fascinante.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
NM: Una cerveza al sol en una comida con amigos con una buena charla de vida. Las cosas simples me sacan las sonrisas más generosas.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
NM: ‘Last dance’ de Donna Summer.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
NM: En imaginación. En lengua y dibujo. Era una premonición que acabase pintando sueños a través de las palabras escritas.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
NM: Tantas. La Gioconda, la Creación de Adán de la Capilla Sixtina, Las Meninas, El nacimiento de Venus… O en el lado opuesto la modernidad de una piscina en esos cuadros azules de Hockney.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
NM: Bailar. Soy imposible y eso que admiro profundamente la danza clásica.
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
NM: Totalmente. Ocultar la verdad para que otros no sufran no es lo mismo que mentir. ¿Hay algo más piadoso que eso?
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
NM: Los amigos que no necesitan preguntar nada.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
NM: Gracias. Ser agradecido es dormir a pierna suelta.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
NM: A un tipo interesante y vivido que va madurando y que tiene más flequillo a los 51 que a los 30.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
NM: Los amigos. Pero los de verdad. No esto que hoy todo el mundo llama amigo sin saber lo que eso implica.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
NM: Nada. Odio los bolsillos con cosas. Soy de cartera de mano. Y ahí va siempre un perfume, un tarrito de vaselina labial de toda la vida, un bolígrafo o lapicero para anotar lo que sea y un foulard para el cuello. Sea invierno o verano. Soy maniático con el frío y la garganta.
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
NM: Que la libertad está infravalorada.
TL: ¿Tu mayor decepción?
NM: No tantas. Lo que no te importa demasiado ni siquiera te decepciona.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
NM: A todas esas personas, o su industria, de las que hablo en mis libros. Me gusta ver la otra cara de la fantasía.
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
NM: Soy caprichoso. Así que cuando se me antoja algo me pongo muy pesado. Como los niños, lo reconozco.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir…
NM: En aquella Italia fresca y eterna de Audrey Hepburn y Gregory Peck en Vacaciones en Roma.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
NM: Recuerdo con nostalgia las cenas románticas en Nueva York con mi vikingo. Y las primeras degustaciones de aquel Darío Barrio divino al que extraño en su Dassa Bassa de Madrid.
TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder.
NM: Contigo siempre me gustan las charlas serenas y elegantes, querida Amalia. Nada me falta.
El pasado mes de marzo, IQOS presentó su campaña 'IQOS Game Changers' que reconoce a… Leer más
No hace mucho tiempo, los medios internacionales se hicieron eco de que los duques de… Leer más
El mercado de la vivienda de lujo en España ha vivido una enorme expansión en… Leer más
La coronación de Carlos III fue, con permiso del funeral de Isabel II, el gran… Leer más
Tras la victoria electoral de Donald Trump, los mercados globales han reaccionado con movimientos significativos.… Leer más
Pocas imágenes de la historia del cine son tan recordadas como la de Olivia Newton-John… Leer más