ROCÍO DELGADO: «La televisión nunca fue una caja tonta»

Rocío Delgado es una de las caras amables de los informativos de Telemadrid. Gallega ejerciente, su rostro se ha hecho popular al lado de Manu Pérez en el ‘Telenoticias 2’ de la cadena. Ahora está al frente del programa diario ‘Juntos‘, creado para acompañar a la audiencia en la desescalada, aportando propuestas y un rayo de esperanza con soluciones…

The Luxonomist: ¿Qué te da el periodismo que no encuentras en ninguna otra actividad de la vida?
Rocío Delgado: Emoción. El lujo de levantarte por la mañana y no saber cómo va a ser la rutina del día. A quién vas a conocer, qué historia vas a contar…

TL: ¿Cuándo dejó de ser la televisión “la caja tonta”?
Rocío Delgado: ¡Yo creo que nunca lo fue! Es un instrumento valiosísimo para llegar a la gente y esta crisis sanitaria lo está demostrando.

TL: ¿Cuál es esa orden que detestas escuchar por el pinganillo?
RD: ¡Vamos largos! (risas) porque significa prescindir de contenidos interesantes, pero el tiempo manda.

TL: ¿Qué plus te ha dado la visibilidad mediática?
RD: Que, en ocasiones, personas que no conoces te trasladen mensajes super bonitos o se preocupen por ti. Eso reconforta mucho.

“Todo lo que hago cada día es un homenaje a mi madre”

TL: ¿Te condicionan las audiencias?
RD: Creo que de algún modo sí, a todos los que nos dedicamos a esto. Son una especie de termómetro para valorar si está gustando lo que hacemos. Aunque tampoco es bueno obsesionarse.

TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
RD: Hay que hacerlo. Creo que es necesario empatizar con las historias de la gente que entrevistamos, pero sin perder nunca la perspectiva.

TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
RD: ¿Hasta luego, quizás? No me gustan las despedidas…

TL: ¿En qué situación has dicho “chapeau”, me quito el sombrero?
RD: Pues mira, ahora mismo, en esta crisis terrible del coronavirus que estamos viviendo, viendo cómo se dejan la piel cada día los profesionales sanitarios, entre ellos, mi hermano. Siento mucho orgullo y admiración por todos ellos.

TL: ¿Qué te gusta hacer a tu manera?
RD: Contar las cosas, ¡dicen que hablo mucho!

“La belleza no da poder,  pero ayuda”

TL: ¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
RD: Escuchar.

TL: Si pudieras ser otra persona o cosa ¿Por qué /quién optarías?
RD: Pues no lo sé… ¡estoy satisfecha con la vida que tengo!

TL: ¿Qué ha sido lo que realmente ha marcado tu vida?
RD: La muerte de mi madre. Cuando te ocurre algo así, un trocito de ti se queda arrancado para siempre y nunca se reconstruye. Desde entonces todo lo que hago cada día es un homenaje a ella.

TL: ¿Qué pone en tu estado de whatsapp?
RD: «Hay que buscar la belleza». Me parece una frase muy bonita que leí en un libro precioso, que aprovecho para recomendar. ‘La elegancia del erizo’, que habla precisamente de apreciar la belleza en las pequeñas cosas.

TL: ¿A quién meterías en una máquina del tiempo?
RD: (risas) ¡A mí! Para pasearme un día por el imperio romano.

«Me metería en una máquina del tiempo para pasear por el imperio romano»

TL: ¿Qué locura has hecho para conocer a uno de tus iconos?
RD: Ninguna, la verdad… Nunca he sido muy mitómana.

TL: ¿A qué eres inmune?
RD: A la soberbia y a la mala educación.

TL: ¿El insulto hace callo?
RD: Bueno… Me agarro a ese dicho tan acertado: «No ofende quien quiere sino quien puede», ¿no?

TL: ¿Marca España es….?
RD: Sus sanitarios, sus profesores, los transportistas, los que fabrican respiradores... Los que estos días se están echando el país a los hombros.

TL: ¿Qué no falta nunca en tu maleta?
RD: Un «por si acaso».

«Soy inmune a la soberbia»

TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?
RD: Mmm… Creo que a la par. Pero si te sonríe la suerte es necesario el talento.

TL: ¿A qué te suena la vida?
RD: A una canción bonita viendo un atardecer en buena compañía.

TL: ¿La belleza da poder?
RD: No, pero ayuda.

TL: ¿El dolor más intenso?
RD: El de la pérdida.

TL: ¿Ser elegante es…?
RD: Ser sencillo.

«Escuchar, lo que mejor sé hacer»

TL: ¿Qué te hace perder la templanza?
RD: Las injusticias.

TL: ¿Con quién compartirías la cena de tus sueños?
RD: Con alguien que la disfrutara tanto como yo.

TL: ¿Esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
RD: Las que me hace mi familia. Porque siempre, siempre, tienen razón.

TL: ¿La pregunta que no te he hecho y te hubiese gustado?
RD: ¡Si me ha gustado la entrevista! Y te hubiera dicho que sí. Ha sido un placer charlar contigo, Amalia.