Sandra Barneda: «A la gente hay que decirle con palabras que se la quiere»
Con cautela, sin prisa pero sin pausa, Sandra Barneda se ha posicionado como una escritora solvente y reconocida. Desde 2013, cuando publicó “Reír al viento”, no ha dejado de escribir y publicar. Su segunda novela, “Tierra de mujeres”, se verá en la pantalla y con “Un océano para llegar a ti” supo lo que es ser finalista del Premio Planeta 2020. Ahora publica su séptimo libro, “Las olas del tiempo perdido”, una novela sobre los secretos familiares y las emociones silenciadas…
The Luxonomist: ¿Qué te da la literatura que no encuentras en otra actividad de la vida?
Sandra Barneda: Un universo paralelo.
TL: ¿La escritora ha venido a “jubilar” a la comunicadora?
Sandra Barneda: La escritora y la comunicadora pueden convivir perfectamente.
TL: ¿Cómo recuerdas el momento en el que te dicen que “La tierra de las mujeres” va a llevarse a la pantalla?
Sandra Barneda: Una gran sonrisa se dibujó en mi cara.
TL: ¿Eres de silenciar emociones?
Sandra Barneda: Soy de ponerlas cada vez más en palabras, trato de no silenciarlas.
“No soy de silenciar emociones, las pongo en palabras”
TL: ¿Cómo recuerdas a la niña Sandra, esa que quedó en la infancia, esa etapa de la vida que está tan presente en tu nueva novela?
SB: Una niña revoltosa que no veía límites a nada y sabía sonreírle a la vida.
TL: ¿Lo que nos mantiene vivos es no olvidar de dónde venimos?
SB: Lo que nos mantiene vivos es la ilusión, la curiosidad y el deseo por vivir.
TL: Cuando miras atrás. ¿Hay un recuerdo imborrable que siempre aflora?
SB: Quizás más que un recuerdo hay una frase: «Sigue, sigue… no te pares ni para respirar».
TL: ¿La niña Sandra se reconocería en la mujer en la que te has convertido?
SB: A la niña Sandra le diría que juegue un poco más con la vida.
TL: “Un océano para llegar a ti”, tu anterior novela. “Las olas del tiempo perdido”, la que ahora presentas. El agua como fondo en ambas. ¿Es un mensaje, una señal de algo?
SB: Puede que sí, puede que sea una señal y todavía este descifrándola, quizás mi próximo título también tenga que ver con el agua, no lo sé.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
SB: Rodearme de la gente bonita.
“A la niña Sandra le diría que juegue un poco más con la vida”
TL: ¿Quién o qué ha marcado realmente tu vida?
SB: Todas aquellas personas que me han querido, me han marcado. También aquellas que me han herido, me han marcado. Aquello que me hizo sufrir, me marcó. Y también aquello que logré.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
SB: Me pone de buen humor una buena canción para bailar, un mensaje de un amigo, unas palabras sinceras y cariñosas, un buen encuentro con amigos y con gente que quiero, una buena noticia e incluso un buen chiste.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
SB: «The best», de Tina Turner, es la canción que es imposible que no lo baile.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
SB: Yo creo que en rebelarme, en agrupar a la gente para protestar por alguna injusticia.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
SB: Las grandes obras de arte prefiero que se queden en los museos para que puedan ser observadas por mucha gente.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
SB: Creo que tocar algún instrumento. Lo intenté con el piano y lo dejé porque le tenía que dedicar demasiado tiempo, demasiada práctica. Y también hay que reconocer que no tengo talento para la música.
“En el colegio agrupaba a la gente para protestar por alguna injusticia”
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
SB: Soy de las que las verdades duelen… las mentiras piadosas se me notan demasiado.
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
SB: Un par de amigos, sin más. Buen rollo hasta el final, hasta que dure la noche.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
SB: «Te quiero» nunca la regateo, creo que hay que saber decirle a la gente que es importante y que se la quiere.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
SB: Veo evolución, veo aprendizaje, veo todavía esa niña que desea aprender de la vida.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
SB: La honestidad es un bien que valoro por encima de muchas cosas.
TL: ¿Qué no falta nunca en tus bolsillos?
SB: Limpiador de gafas.
«Frente al espejo veo evolución, aprendizaje y el deseo de aprender»
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
SB: Hace mucho tiempo que no vivo en pareja así que… no recuerdo qué es lo que me enseñó.
TL: ¿Tu mayor decepción?
SB: Prometer y no cumplir.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
SB: No te puedo dar un nombre, soy bastante ecléctica. A veces me da por una persona o por otra, intento descubrir siempre gente nueva en las redes sociales que me enseñan cosas nuevas… comida, temas de crecimiento personal, tendencias, lifestyle…
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesada?
SB: Con cualquier cosa que desee me pongo algo pesada, soy intensa por naturaleza.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
SB: Siempre prefiero la realidad a una ficción y mucho menos convertir una película en mi propio día de la marmota.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
SB: El Celler de Can Roca. Fue maravilloso descubrir a los hermanos Roca en todo su esplendor.
TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
SB: Estoy convencida de que hay muchas, siempre hay muchas preguntas que se quedan sin responder e incluso sin preguntar.