«Ser oncólogo es un privilegio»

El doctor español José Baselga es uno de los oncólogos más prestigiosos del mundo. Él aúna la excelencia en la investigación y el cuidado exquisito de los pacientes.

Almudena Calvo Domper. 27/04/2016

Combatir la principal causa de muerte a escala mundial, no es tarea fácil. Como un gigante silencioso, el cáncer se cuela en la vida de muchos alrededor del mundo y las transforma en todos los sentidos; de manera que los médicos no sólo han de tratar la enfermedad sino también a la persona. Así, pocos oncólogos han conseguido aunar la excelencia en la investigación y el cuidado exquisito de los pacientes como lo hace el doctor español José Baselga, uno de los oncólogos más prestigiosos del mundo. A sus 56 años, prácticamente dirige, con una intensa pasión, la lucha contra el cáncer a nivel mundial.

El doctor Baselga junto a su equipo de investigación
El doctor Baselga junto a su equipo de investigación

Ser médico no es un trabajo, no es un hobby, es una pasión. Yo no trabajo de siete a cinco, trabajo todo el día. Esa pasión por ser buen médico es lo que da sentido a tu vida”, declara el Dr. Baselga, que es actualmente es el Director Médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, el centro oncológico número uno del mundo. Habiendo llegado a lo más alto en su disciplina profesional, considera que uno de sus puntos fuertes ha sido trabajar siempre en laboratorio de investigación básica. “Entender lo que está ocurriendo en el laboratorio, los fundamentos de tu ciencia, te permite avanzar en el campo de los pacientes”.

El Dr. Baselga, que es también presidente de la Asociación Americana de Investigación de Cáncer, hizo la carrera de Medicina en Barcelona y confiesa que no era “buen estudiante”. Como les ocurre a muchos proyectos de médicos, había ciertas asignaturas en los primeros cursos que le parecían “infumables”. Pero al empezar los años clínicos, la vocación resurgió y acabó con premio extraordinario de doctorado. Mi pasión era el cáncer. Era una pasión que no sabía muy bien de dónde me venía, más allá de que era un territorio desconocido y muchísima gente se moría. Era una especie de caja negra donde no se entendía por qué pasaban las cosas”, cuenta.

Memorial Sloan Kettering Cancer Center, uno de los mejores del mundo
Memorial Sloan Kettering Cancer Center, uno de los mejores del mundo

En aquel momento de su temprana carrera, empezaron a descubrirse los oncogenes y se veían los primeros resultados de la creación del National Cancer Institute por parte del Presidente Nixon. Tras haber hecho tres años de Medicina Interna en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, acudió un verano de observer al Memorial de Nueva York -donde actualmente trabaja- y tuvo claro que quería seguir ahí. Así, dejó la residencia en Barcelona y volvió a hacerla de nuevo en La Gran Manzana para perseguir su sueño.

“Para mí, intentar estar con los mejores es algo fundamental porque de los mejores es de los que aprendes. Hay que pegarse a los que están arriba, que son los que saben”, comenta el doctor que estuvo siete años en el laboratorio de John Mendehlson, que fue presidente del Anderson Cancer Center. Junto a él hizo uno de los que descubrimientos que ha trasformado el tratamiento del cáncer de mama: el fármaco Herceptin. Asimismo, aprendió también de Larry Norton, el mejor oncólogo de mama, cómo enfocar los problemas, los casos, cómo atender a los pacientes…

Y es que en una enfermedad como el cáncer, la relación médico-paciente es “absolutamente crítica. Si no te preocupas por tu paciente y eres su médico en el sentido amplio de la palabra -con tu humanidad, con tu preocupación, con tu interés genuino- no eres médico. La atención al paciente, aunque es difícil porque todos tenemos limitaciones de tiempo y de muchos tipos, es fundamental”. El doctor catalán explica que en el Memorial este aspecto se monitoriza a través de unos programas educacionales y unas evaluaciones anuales del comportamiento de los médicos, donde su relación con el paciente “se mira muchísimo”.

El Dr. Baselga junto a Steven A. Rosenberg, una de las mayores personalidades de la investigación oncológica
El Dr. Baselga junto a Steven A. Rosenberg, una de las mayores personalidades de la investigación oncológica

Para este oncólogo, creer que un médico sólo puede ser ‘o bueno científicamente o bueno humanamente’ es “una aberración. No puedes separarlo. Los valores humanos, los principios de integridad, de compasión, de honestidad, de colaboración, de compañerismo y de preocuparse por las personas son críticos en el currículum de un médico”.

En un país donde la salud está sometida a las leyes del dinero, Baselga es un oncólogo de vocación hipocrática que defiende que ser médico es un privilegio e implica tener ciertos valores que hay que cultivar. “Los pacientes con cáncer necesitan tener a alguien a su lado que sea su aliado, que se preocupe de ellos, que sea la persona en la que puedan confiar. Yo siempre se lo digo a los médicos: ser oncólogo es un privilegio, porque el paciente y su familia te otorgan la confianza de que cuides de ellos. Es un compromiso muy importante que, el que no lo pueda asumir, no puede ser buen médico”, explica Baselga.

En este sentido, uno de los retos diarios más complicados del oncólogo es dar malas noticias al paciente, pero el Director Médico del Memorial tiene claro que “las malas noticias no se pueden esconder, las personas tienen que saber lo que les pasa. Nosotros no somos dueños de las noticias del paciente, somos transmisores de la información. Eso sí, las noticias se deben dar con la compasión necesaria, buscando soluciones y acompañando al paciente”.

Su equipo y el contacto con los pacientes, fundamental
Su equipo y el contacto con los pacientes, fundamental

Dejando a un lado la relación con el paciente, otra de las razones por las que ha llegado a tan alto estatus profesional es su capacidad de hacer crecer los proyectos. Tras unos años de intensa investigación en el Memorial, volvió al Vall d’Hebron de Barcelona donde fue presidente del Servicio de Oncología y fundador del Vall d’Hebron Institute of Oncology (VHIO). Cuando llegó tenía cinco médicos adjuntos y 300 primeras consultas al año. Cuando se fue, al cabo de quince años, eran cincuenta adjuntos y tenían 5.000 primeras consultas al año. De tener media planta del hospital a tener dos edificios. “Fue para mí la maravillosa oportunidad de crear algo de la nada”, dice Baselga tratando de definir esa etapa.

En un momento sintió que ya estaba todo hecho. “Tuvimos en aquel momento en España y en Cataluña unos gobiernos malísimos, con muy poca visión de futuro, de apoyar la ciencia, de dar valor a la investigación. Gente que no tenía ningún tipo de liderazgo intelectual ni personal. Entonces me cansé. Aquello ya lo había hecho crecer y necesitaba un estímulo adicional”. Así fue como se convirtió en profesor de Medicina de Harvard Medical School.

El doctor Baselga investiga la lucha contra el cáncer
El doctor Baselga investiga la lucha contra el cáncer

Harvard fue para mí volver a un sistema universitario que estaba profundamente marcado por la excelencia universitaria y por la investigación. Fue poco tiempo, tres años maravillosos, donde viví de primera mano lo que era la excelencia académica: gente impresionante, investigadores de primer nivel. Aquello lo hice crecer también, en un 16%”, cuenta el doctor español.

De aquella etapa recuerda también con emoción las entrevistas que realizaba a jóvenes que aplicaban para entrar en Medicina Interna. “Era para mí uno de lo hitos del día, era mejor que ir al cine”. En este sentido, una de las obsesiones del oncólogo es la gestión del talento. “Si quieres formar un buen equipo, hay que atraer el talento y cultivarlo”. En Barcelona hay cinco centros de cáncer y en cuatro de los cinco los jefes de departamento han sido residentes suyos. “En el Memorial me ocupo también de entrevistar a los médicos jóvenes que quieren entrar. Es la búsqueda del talento, encontrar a esa persona que tiene la chispa, tiene la inteligencia, que tiene la determinación… Los ves venir. En una hora los ves. Hay que apostar por ellos, darles poder”, insiste Baselga que cree que en EEUU el talento es la moneda que más valoran.

Una de las obsesiones del Dr. Baselga es gestionar el talento. Aquí con su equipo de Laboratorio del Memorial
Una de las obsesiones del Dr. Baselga es gestionar el talento. Aquí con su equipo de Laboratorio del Memorial

Aunque admira la capacidad de los anglosajones para sacar el máximo partido al talento, admite que el sistema de salud español tiene ciertos puntos fuertes. “Somos uno de los países del mundo que tiene una esperanza de vida más alta y si entendemos que una de las cosas más importantes para el cáncer es la prevención, en España se han hecho grandes avances en el tema. Además, desde el punto de vista de salud pública España tiene leyes de protección correctas”, explica. En cuanto al nivel de atención médica, considera que el sistema nacional es bueno pero frágil al haberse reducido la inversión.

El gran reto pendiente en España es la investigación. Se avanzó muchísimo, hubo un momento de entusiasmo y se llenó de investigadores extranjeros. Se había convertido en el milagro científico. Con los gobiernos de Zapatero aquello se acabó y con los actuales tampoco va mucho mejor. Por eso la pena es que España en su día alcanzó un protagonismo en ciencia importante y esto ahora es frágil”, declara.

El español es pionero también en la lucha contra el cáncer de mama
El español es pionero también en la lucha contra el cáncer de mama

Para él, la solución pasa por creer de verdad en el poder de la ciencia: “En EEUU se cree que la ciencia te dará soluciones. En el Memorial recibimos cada año por descubrimientos nuestros más de 150 millones de dólares, es decir, la ciencia nos alimenta. El país cree en la ciencia, por eso su dominancia en el panorama científico es absoluta”.

Desde su despacho del Memorial, situado en un piso 22, Baselga ve Nueva York desde su lado oriental y sigue avanzando, con perspectiva, en la lucha contra el cáncer. “Para mí, el Memorial representaba las oportunidades del Vall d’Hebron y Harvard: una posibilidad de crecer –el crecimiento aquí es infinito, en un sistema que nunca va a estar dirigido por gobiernos inoperantes, creces lo que quieras crecer- junto con la posibilidad de aunar la mejor ciencia”, dice sobre su actual puesto de Director Médico del mejor centro oncológico del mundo.

Sin dinero para la investigación no se puede avanzar
Sin dinero para la investigación no se puede avanzar

En este centro ha continuado aproximando la ciencia básica a la ciencia clínica y ha liderado un gran crecimiento: en tres años han multiplicado por tres los ensayos clínicos. En sus palabras, la función del Memorial es liderar la investigación, la curación y la prevención del cáncer. “Aglutinar aquí los mejores científicos, los mejores médicos, los mejores colaboradores, los mejores enfermeros. Crear una comunidad de excelencia con el objetivo de avanzar en la lucha contra el cáncer y de colaborar en su erradicación”, resume Baselga.

En cada respuesta, en cada reconocimiento recibido, queda claro que una de las mayores pasiones del Dr. Baselga es la investigación. Insiste en que en medicina, sobre todo en cáncer, los avances son muy rápidos y todo médico debe “estar continuamente al día de lo que está ocurriendo”. Su reto actual: aplicar la revolución genómica a los pacientes, es decir, estudiar los genomas enteros de cada tumor y buscar tratamientos nuevos. “Me gustaría poder ser una de las personas involucradas en la aplicación de la revolución genómica y en la aplicación de los nuevos tratamientos contra el cáncer, como la inmunología”.

Cada paciente es único en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center
Cada paciente es único en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center

Con una agenda que rebosa de actividades, el afamado doctor lleva también un año en la Casa Blancahaciendo un poco de activistapara conseguir que el presupuesto de investigación de EEUU crezca. Como presidente de la Asociación Americana de Investigación de Cáncer ha conseguido que los fondos para investigación hayan crecido un 7%.

Pacientes, doctores, periodistas o el mismísimo Vicepresidente de los Estados Unidos pasan por su despacho. “Hace poco me comunicó que había conseguido aumentar el presupuesto del 2017 en 700 millones de dólares para cáncer, algo que hemos luchado mucho”, cuenta con modestia. El doctor español José Baselga encabeza hoy la lucha contra la primera causa de mortalidad en el mundo, pero su mayor satisfacción se centra en personas con nombres y apellidos: ¿Mi mayor orgullo? Haber podido ayudar a pacientes, curándoles o no, pero haberles ayudado en su proceso”. Ese inexplicable proceso que es el cáncer, que va de las células a la superación humana.

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