“Una falda de plumas cambió mi vida”

Cristina Piña es una mujer sensata, inteligente, natural, sensible y muy amable.

Eugenia Marcos. 14/05/2015
Cristina Piña
Cristina Piña
Cristina Piña

No tiene los aires de divismo que se perciben (y se sufren) de otros diseñadores que beben las mieles del éxito. Recibió en su atelier a The Luxonomist para mostrar su proceso creativo, sus fuentes de inspiración y sus comienzos como Blogger hace años. Cuando eso era otro cantar. Y es que su bitácora le dio la oportunidad de conocer de primera mano como era la industria de la moda. Aunque estos asuntos de agujas y telas los lleva en su ADN.

The Luxonomist: Comenzaste en el año 2011 con tu propia firma pero estar entre hilos y patrones no es nuevo para ti…
Cristina Piña: 
Mi madre era modista, mi abuela cosía también y recuerdo jugar de pequeña con agujas y telas haciendo trajes a las barbies, recortando mis faldas para hacerles un vestido a juego con el mío. He crecido con ese ambiente y viendo cómo se hacían las pruebas las clientas de mi madre.

TL: ¿En qué momento decides dar el paso y dedicarte al mundo de la moda? Porque también conocías de primera mano las dificultades…
CP: 
El mundo de la moda es muy complicado pero por lo que luchas si te gusta desde que tienes uso de razón. Yo he proyectado mi vida hacia ese sentido aunque me haya dedicado a otra cosa (RRHH en una empresa de informática). Siempre he pensado “me gustaría, me gustaría”. Hubo un punto de inflexión en el que me ví más vinculada al mundo de la moda y decidí dar el paso.

Vestido S/S 2015, Cristina Piña. Haz clic para comprarlo
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TL: ¿Y cómo fue ese momento de “ahora o nunca”?
CP:
Fue curioso porque coincidió con el boom de los blogs cuando apenas existían en España y no sabíamos en lo que iba a deparar el fenómeno blogger. Casi nadie tenía un blog, éramos cuatro a las que nos gustaba un tema y hablábamos de ello.  En una ocasión colgué en mi bitácora una falda de plumas y  empecé a recibir mails de gente preguntando de dónde era esa falda, porque no era algo que había en el mercado. Me la había hecho para mí, para una boda de unos amigos y fue un éxito en la boda y después… y empecé a hacerla porque yo lógicamente sabía coser. Comencé a compaginar mi trabajo de día en una empresa con coser faldas por la tarde. Cuando aquello comenzó a crecer me planteé realmente hacer una sesión de fotos con una modelo amiga mía, luego hicimos la web y cuando comenzó a rodar decidí dejar mi trabajo y dedicarme profesionalmente a la moda.

TL: O sea, que una falda de plumas cambió tu vida.
CP:
Sí, sí. Una falda de plumas cambió mi vida (risas).

TL: ¿Y cómo era esa prenda tan deseada?
CP:
Era una falda cortita de plumas en tono nude. Hice unas 50-60 unidades.

TL: ¿Y cuánto tardabas en hacer cada una de ellas?
CP:
Nunca lo he calculado porque las hacía a ratitos. Necesitaba días.

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TL: ¿Por cuánto las vendías?
CP:
Eran menos de 200 €. Un precio irrisorio porque calculando el coste del material y las horas que le dedicaba no salía a cuenta. Lo hacía porque era algo que me gustaba, no para ganarme la vida.

TL: ¿Cómo decides en esa época dedicarte a los blogs cuando era algo tan minoritario? No como ahora que todo el mundo quiere ser blogger para que le regalen una crema o una barra de labios.
CP:
(se ríe) Yo trabajaba en selección de personal, mis amigos no eran aficionados a la moda… y pensé: “Quiero hacer algo pero ¿cómo voy a lograrlo si no conozco a nadie de este mundo?”. Entonces empecé a hacer un máster de coolhunting en el que un profesor nos explicó que había gente que había creado una bitácora y las analizábamos en clase. Me pareció muy interesante porque lo veía como una puerta de acceso. Así que empecé a escribir y a conocer a bloggers, que eramos siempre los mismos.

No es como ahora, que en una fiesta te encuentras a un montón. En aquel entonces era gente que escribía sobre la historia de la moda, no que se hacía fotos. Tenía mis mismos intereses en el sentido de que no tenían un entorno cercano con quien compartirlos. Empezamos a conocer más cosas del interior de la industria cuando Cibeles nos acreditó a diez blogs y conocí cómo era un desfile desde dentro. El fenómeno blog empezaba a aparecer y recuerdo que los informativos nos grababan como si fuesemos monos de feria (risas). Era algo muy sano porque no íbamos a buscar nada. Lo que saqué de mis inicios de bloguera fue conocer a gente enriquecedora que después me han ayudado mucho. Era una situación muy generosa la de todos. Ahora es muy diferente lo que te encuentras en el mundo blogger.

Vestido S/S 2015, Cristina Piña. Haz clic para comprarlo
Vestido Rouen S/S 2015, Cristina Piña. Haz clic para comprarlo

TL: Lo estarás sufriendo ahora que estás en el otro lado…
CP:
Sí, recibo mails de “me regalas ropa y hablo de ti en mi blog” Y yo pienso ¡pero si yo he venido de allí y nunca he pedido nada! Si esas personas investigasen un poco no me pedirían un vestido a cambio de un post porque sabrían que soy una persona de la calle que empieza de cero y hacer un vestido me cuesta mucho.

TL: Pero si te lo piden a ti es que otros lo hacen…
CP:
¡Claro!

TL: Sigues con el blog “El blog de Cristina Piña”?
CP:
Sí.

TL: Cuando me presentaron tu primera colección pensé que valoras mucho el trabajo artesano. No será fácil encontrar artesanos..
CP:
Comenzamos en un taller de Talavera de la Reina porque soy de allí pero por distancia me resulta más fácil producir en Madrid, donde ahora se hace todo. Los tejidos son la mayoría comprados en España y si no, en Europa. No nos vamos más allá.

Collar Helechos, Cristina Piña. Haz clic para comprar
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TL: ¿Cuál es el estado de salud de la artesanía en España?
CP:
Regular, porque cada vez hay menos artesanos. Es muy difícil encontrar una buena modista que tenga un bagaje detrás porque son profesiones que no hemos valorado históricamente y se van perdiendo claramente. Y como no hay cambio generacional, tienes gente a partir de cierta edad. Es muy difícil encontrar una modista menor de 30 años.

TL: ¿Qué es lo más difícil a la hora de crear una pieza desde que la visualizas en tu mente hasta que cuelga de una percha?
CP:
Es un proceso lento pero para mí no es complicado porque tal cual lo imagino (con el tejido, los bordados…) así se convierte en realidad. Aunque llevarlo a cabo es lo más difícil. Dar forma a una idea es muy costoso en el tiempo.

TL: ¿Que características debe tener un diseñador de moda como tú?
CP:
Bastante creativo, mucho tesón, mucha capacidad de esfuerzo y resistencia a la frustración porque a veces es muy difícil encontrar a alguien que te haga un bordado como tú quieres o un artesano te haga la pieza de cerámica para ponerla en un vestido… Si tienes las ideas claras y el tesón, lo tienes todo juntando la creatividad, pero hay que ser muy constante, con capacidad de esfuerzo porque es duro.

Vestido Mikonos, Cristina Piña. Haz clic para comprarlo
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TL: ¿Cómo es la mujer que viste de Cristina Piña?
CP:
Con mucha personalidad, sofisticada, que valora el buen hacer, que le gusta vestir bien, llevar cosas diferentes además de ser una mujer fuerte. A partir del momento en el que que tienes las ideas claras te puedes vestir de Cristina Piña.

TL: Tienes una parte dedicada al mundo de la novia aunque nunca pensaste en ello
CP:
Yo tenía claro que no quería hacer novias por todo lo que oyes siempre de que es una persona pesada e insegura por los nervios del momento… pero teníamos una clienta amiga que se casaba y nos pidió su traje. De esa novia surgió otra… He tenido suerte porque no he tenido ninguna novia insoportable. Todo lo contrario, es muy bonito compartir con ellas esos momentos. Al final acabas de tertulia con la novia, la ayudas y aconsejas. Además, es un proceso creativo muy bonito que me permite diseñar mucho más que si sólo presento dos colecciones al año.

TL: ¿Has tenido alguna novia con el vestido finalizado y que finalmente no se casó?
CP:
¡Sí! Una.

Vela de Peonia, Cristina Piña. Haz clic para comprar
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TL: ¿En qué mujeres te inspiras? Cuando explicas tus colecciones tienen mucha historia detrás.
CP:
La inspiración viene de todos lados. En la del próximo invierno me baso en la cultura del té, que surgió un día que iba a hacerme uno. A mí las cajitas y latas de té me fascinan. Hilé el té con Diana, eso me llevó a Kenia… El proceso de investigación es muy interesante. Tú mismo te nutres de tu creatividad.

TL: ¿Cómo es la colección actual Spring/Summer?
CP:
Es muy mediterránea, inspirada en una isla donde vivir un verano eterno con tus amigos en una casa maravillosa. La luz es muy importante, por eso tiene mucho blanco, también azul porque hay muchos guiños al mar en los detalles de las ondas. Además, estampados con hojas de naranjo, lavanda, que son plantas muy mediterráneas. Concibo los 70 pero muy refinados, nada estándar. Un caftán con más de 100 piezas bordadas a mano, con encajes valencien…

TL: También te atreviste con el diseño de joyas cuando presentaste tu colección Origen
CP:
Sí pero quiero que esa línea de joyería tenga continuidad, se sigue vendiendo. Para el próximo invierno he hecho zapatos fabricados en Elda. Cuando eres inquieta quieres hace de todo.

Crop Top Menorca, Cristina Piña. Haz clic para comprarlo
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TL: ¿Tienes intención de internacionalizar la firma?
CP:
Sí, nos interesa pero hay que sentar las bases para crecer. Ahora mismo tenemos algún cliente en el extranjero que nos pide a través de la tienda online y le servimos sin problemas. En Holanda tenemos una clienta super fiel que nos conoció cuando vivía en Madrid.

TL: ¿A qué mujer te gustaría vestir?
CP:
Aquí me pillas porque no soy nada mitómana. Realmente me quedo con mi clienta vestida por mí, es mi top.

TL: ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
CP:
Tengo muy poco. Me gusta mucho el mar, jugar al golf, estar con mis amigos, escuchar música, compartir tiempo con mi pareja… cosas sencillas.

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