Gérard Depardieu (69) ha declarado a la policía respecto a las acusaciones por agresión sexual y violación denunciadas por una actriz el pasado mes de agosto. Al parecer, la joven fue convocada el día 6 de ese mes al domicilio del actor para una serie de pruebas para interpretar una obra de teatro. Y sería en días sucesivos cuando tuvieron lugar los hechos, que fueron denunciados por la madre de la presunta agredida el 27 de ese mismo mes.
Hervé Temime, el abogado del actor, lamenta el carácter público que se está dando todo este asunto, pues está convencido de la inocencia de su defendido, como asegura poder demostrarlo en sucesivos encuentros policiales. El letrado apela a la prudencia y la paciencia para lograr que Depardieu salga libre de todo este asunto “que mancha su reputación de manera innecesaria”.
Según algunos medios franceses, la demandante asegura en su denuncia que su hija habría “sufrido estos abusos por parte del actor durante dos escenas mientras ensayaban la obra”. Al igual que su abogado, el manager de la estrella gala, Bertrand de Labbey, está convencido de su inocencia y dice que no se siente atormentado, entregado a su rodaje actual sin que aparentemente le perturbe demasiado el asunto.
Al mismo tiempo, Harvey Weinstein, el gran protagonista de todo este foco mediático, vuelve a la palestra en el Festival de Cine de Sundance, cuya cabeza visible sigue siendo su creador, Robert Redford. Ahora lo hace en calidad de protagonista de un documental dirigido por Ursula Macfarlane que cuenta la ascensión y caída en desgracia del afamado y poderoso productor.
Un hombre implicado en más de sesenta casos de agresión sexual, que afronta ya su primer caso civil frente a la actriz Ashley Judd, una de las primeras en destapar el asunto con su denuncia. Tras ella, una serie de mujeres siguieron su ejemplo arrastrando a Weinstein a un largo camino procesal que le puede llevar a pasar su vida entre rejas.
Por otra parte otro cineasta, Luc Bresson, anota ya su quinta denuncia por otra mujer que le acusa de agresión sexual. Son en total dos empleadas de su oficina, una de ellas su ex-directora de casting con quien trabajó por el año 2000; dos estudiantes de la escuela Cité du Cinéma; y una modelo, Sandrine Van Roy. El cineasta ha negado todos los hechos.
En el caso opuesto tenemos la denuncia que Jimmy Bennett presentó contra la actriz y directora Asia Argento -una de las principales portavoces del movimiento #MeToo-, acusándola de haber abusado de él cuando tenía 17 años. Bennet, que había interpretado al hijo de Argento cuando él tenía siete años, ya ha hecho sus programas televisivos, aunque su caso está en standby, pues hay cruces de declaraciones entre demandante y demandada, hablando de dinero entregado por ella a cambio de mantener en secreto ese encuentro sexual.
Kevin Spacey es el otro gran protagonista de esta serie de agresiones, demostradas o no. El actor que fue despedido de la serie ‘House of cards’ cuando se aireó que había abusado de su colega Anthony Rapp cuando era menor, y que incluso su papel fue borrado y reinterpretado por Cristopher Plummer en la cinta de Ridley Scott ‘All the Money in the World’, se encuentra desparecido desde que estalló no sólo este escándalo sino otros paralelos surgidos al reclamo de la denuncia de Rapp. Se dice, en concreto lo asegura el Daily Mail, que vive en las islas Cook, en mitad del Pacífico, utilizando su apellido real, Fowler.
Foto principal: Gtres.
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