Beyoncé es la protagonista del mes de diciembre de la edición británica de la revista Vogue. La cantante, muy celosa de su vida privada, ha concedido una de sus entrevistas más personales al editor jefe de la publicación, Edward Enninful. Un reportaje de más de 20 páginas que se planeó antes del confinamiento y que por fin verá la luz el próximo mes. Beyoncé, consciente de su recelo a hacer entrevistas y hablar de su vida, ha decido quitarse sus prejuicios y hablar de todo. Desde su relación con sus tres hijos, cómo vivió el confinamiento, hasta la complicada situación que vivió su país tras la muerte de George Floyd.
“He pasado mucho tiempo enfocándome en construir mi legado y en representar mi cultura del mejor modo que he sabido. Ahora he decidido darme permiso a mí misma para dedicarme a mi propia felicidad“. Esta ha sido la reflexión a la que la cantante ha llegado tras meses de confinamiento y una pandemia mundial. La búsqueda de la felicidad se convierte ahora en la principal meta de Beyoncé. Una felicidad en la que sus tres hijos tienen un papel fundamental.
“Valoro profundamente este tiempo con mi familia y mi nueva meta es bajar el ritmo y apartar lo estresante de mi vida. Llegué a la industria musical con 15 años, crecí con el mundo observándome y he encadenado proyectos sin parar. Lancé ‘Lemonade’ durante la gira mundial Formation, di a luz a mellizos, actué en el festival de Coachella, dirigí ‘Homecoming’, me metí en otra gira mundial con Jay, luego ‘Black is King‘, todo de seguido. Ha sido duro y frenético”, señala la cantante.
Durante la pandemia Beyoncé reconoce que ha pasado más tiempo con sus hijos, Blue Ivy, de 8 años y Sir Carter y Rumi Carter de 3. Asegura le ha servido para reflexionar sobre la maternidad, conocer mejor a los pequeños y saber cómo quiere educarles. “La maternidad se ha convertido en mi mayor inspiración. Blue es listísima, consciente de que estamos ante un cambio, pero mi trabajo como madre es hacerlo lo mejor posible para mantener su mundo tan positivo y seguro como puede serlo para una niña de ocho años. Les hago saber a mis hijos que nunca se es demasiado joven para contribuir al cambio. Nunca subestimo sus pensamientos ni sentimientos y hablo con ellos para entender cómo les afecta todo”.
Un tiempo junto a sus hijos, que la diva se atreve a compartir con todos sus fans. “Durante la cuarentena, la moda se convirtió en una válvula de escape. Con los niños hacía un Fashion Friday, un viernes de moda, donde nos disfrazábamos con mi ropa y nos sacábamos fotos unos a otros. Se convirtió en todo un ritual y en una oportunidad para poder gestionar esto juntos”.
Anécdotas divertidas con las que conocemos un poco más a Beyoncé quien asegura que en su vida tras los escenarios es muy despistada. La diva confiesa que siempre anda perdiendo las llaves y el móvil, que, además, habitualmente lo tiene sin batería. “Me confundo con los días y las fechas todo el rato, pero recuerdo cada detalle de una conversación, lo que llevas puesto o tu pelo. Es ridículo”, confiesa.
Además, también le cuenta a la revista uno de sus hábitos más desconocidos y sorprendentes, la apicultura. Al parecer sus gemelos sufren “terribles alergias” y la miel se ha desvelado como un gran remedio. Por ello, Beyoncé tiene en su casa dos grandes paneles con unas 80.000 abejas con las que hacen “cientos de tarros de miel casera cada año”.
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