La conocimos sobre la pasarela, la vimos destacar en la gran pantalla, nos cautivó con su música y nos sorprendió a todos como primera dama de Francia. Carla Bruni regresa a la música tras siete años de silencio y lo hace concediendo una entrevista a la revista francesa Paris Match. Una larga conversación en la que Carla habla sin tapujos de su matrimonio con Nicolas Sarkozy, su relación con sus hijos e incluso la amistad que la une a la mujer del actual presidente, Brigitte Macron.
Carla Bruni y Nicolas Sarkozy sorprendían a todos casándose en febrero de 2008 en el palacio del Elíseo, un matrimonio muy polémico y que generó todo tipo de comentarios. «La gente cree que lo único que me atraía de él era su posición. Lo que me atraía de él era él«, defiende la cantante en la entrevista.
Ahora, 13 años después, la pareja ha demostrado que son uno de los matrimonios más estables de Francia y, atendiendo a las palabras de Carla Bruni, también uno de los más felices. «Soy libre estando casada y dentro de este gran amor. Pensaba que el matrimonio era una prisión. Sin embargo, te da alas».
Y es que Bruni era una gran defensora de la libertad. Y antes de que llegara Sarkozy, nunca estuvo casada. «Antes estaba menos comprometida. Era un estorbo para mí misma. Finalmente, descubrí que cuando estás casado, ganas tiempo. Adoro el hecho de que mi hombre no juega jamás. Sin él no hubiera llegado tan lejos«, afirma.
«Después de 13 años de amor, viajar con mi marido en un coche conducido por él, sin nadie más, improvisando, anulando todo lo que teníamos previsto para ir al mar. Sí, eso me encanta. Llegar a Knokke-le-Zoute al alba, extenuados y enamorados, me vuelve loca«. Unas palabras que dejan clara la felicidad de la pareja que tras una década de amor, y una presidencia de por medio, parece que siguen igual de enamorados que el primer día.
Además de su matrimonio, Carla Bruni también ha hablado de sus hijos, unos niños, Aurélien de 19 y Giulia de 9 años, a los que siempre ha tratado de mantener alejados de la exposición pública de sus padres. «Ellos han crecido con ella. Se sufre cuando tus padres no te quieren, no se ocupan de ti, son distantes. Pero cuando los hijos se sienten queridos, todo va bien«, afirma.
A pesar de que ha evitado hablar de ellos en los medios, la cantante se siente orgullosa de la educación que les ha inculcado. «Siempre puse a mis hijos por delante. Y estoy muy feliz con cómo lo hice. Después, hay habitaciones que se quedan vacías».
Y es que los años pasan, los niños se hacen mayores, pero las mujeres también. Carla Bruni parece no tener miedo a la vejez y se muestra tajante cuando le preguntan si pasaría por el quirófano para quitarse algunos años. «¿Para tener un aspecto raro? No. Nunca volvería a parecer tan joven como fui. Creo que es mejor hacer honor a la belleza, como canta mi amigo Jean-Louis Murat», sentencia.
Aunque hace ocho años que dejó de ser la primera dama de Francia, Carla Bruni guarda buenos recuerdos de esa etapa y uno de ellos es su amistad con la actual mujer del presidente, Brigitte Macron. «Tejí una relación estupenda con la actual primera dama, una mujer encantadora y deliciosa. Una mujer a la que quiero tanto como a su marido. Es una persona fácil para entablar una relación, su personalidad invita a ello. Y para mí, el Elíseo es un lugar increíblemente mágico en el que siempre me sentí como una invitada. Caminaba sobre cristal, nunca me sentí la ‘dueña’ de la casa».
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