Era la noche perfecta para Will Smith. Hasta que perdió la cabeza. El puñetazo en plena gala que le propinó a su compañero de profesión Chris Rock pasará a la historia de los Oscar. Y deja casi sin valor el premio, ni más ni menos que a la mejor interpretación masculina, que recibía Smith minutos después de este bochornoso incidente. Su primera estatuilla y muy probablemente la última de su vida. Porque estas cosas, por mucho que se justifiquen, acaban pasando factura en un sector donde la imagen pública lo es todo.
Will Smith se enfrentaría a varios cargos por agresión y difamación, según las primeras pesquisas. No obstante, según Hello Magazine, la policía de Los Ángeles no iniciará investigaciones de oficio sobre lo sucedido. No obstantes, según un comunicado: «Los investigadores del Departamento de Policía de Los Ángeles están al tanto de un incidente entre dos personas durante el programa de los Premios de la Academia». Chris Rock, el agredido, no parece dispuesto en principio a denunciar a su compañero de profesión.
Pero todo dependerá de la presión pública y de los intereses que se muevan entre bambalinas. Lo iremos viendo porque motivos, tampoco le faltan. «Si la parte involucrada desea un informe policial en una fecha posterior, las policía de Los Ángeles estará disponible para completar un informe de investigación», dice la nota.
Desde la Academia han realizado un alegato a que se celebre la noche del cine con mayúsculas, ante la tormenta desatada por Smith en pleno escenario del Dolby Theatre. Por ahora no hay comunicado oficial de condena, sólo un tuit en el que «La Academia no aprueba la violencia de ninguna forma».
Porque en redes sociales les acusan de no haber hecho lo suficiente para impedir la agresión. El guion estaba cerrado y el gag no fue improvisado. A renglón seguido la Academia comenta: «Esta noche estamos encantados de celebrar a los ganadores de la 94.ª edición de los Premios de la Academia, que merecen este momento de reconocimiento por parte de sus compañeros y cinéfilos de todo el mundo».
Tras la agresión a Chris Rock y en medio de la pausa publicitaria, Will Smith recibió la visita de varios compañeros y amigos de profesión. Su representante, Meredith O. Sullivan, mantuvo una conversación con él. Al igual que Bradley Cooper, Sean Combs o Tyler Perry.
Fue también el propio Denzel Washington el que le dijo la frase con la que Smith intentó justificarse al recibir el Oscar: «En tu momento más alto, ten cuidado, ahí es cuando el diablo viene a por ti». El productor de la gala, Will Packer, también habló con Will Smith durante un receso para pedirle explicaciones sobre lo sucedido.
Smith se justificó también en nombre del amor. Algo que tampoco ha recibido buenas críticas. Las redes sociales son un clamor. Muchos creen que Jada Koren Pinkett-Smith no necesita una defensa de su honor más propia de tiempos decimonónicos. Desconocemos si habrá un duelo a florete o a revolver al amanecer.
Lo que sí es cierto es que la actriz y esposa de Will Smith padece alopecia. Algo que el propio actor confirmó en su Instagram hace unos meses. Lo hizo según escribió para evitar especulaciones sobre una posible enfermedad de su mujer. «Esta alopecia y yo vamos a ser amigos… ¡y punto!», sentenció el actor de forma algo jocosa en el mensaje.
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