Lo intentó y luchó hasta el último momento. Álex Lequio García, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, quería vivir y superar el cáncer que le había sido diagnosticado a principios de 2018. Lamentablemente, ha perdido la batalla contra la enfermedad y ha fallecido hoy miércoles en la clínica Quirón de Barcelona tras varias semanas ingresado, a los 27 años.
El joven empresario llevaba batallando contra el cáncer desde marzo de 2018. Pasó siete meses en Nueva York, ingresado en el prestigioso hospital Memorial Sloan Kettering Cáncer Center, acompañado en todo momento por su madre. Hace un año y medio, Álex volvía a España para continuar su tratamiento en la clínica de Navarra y concedía una entrevista a la revista Hola! en la que hacía gala de optimismo y muchísima fuerza.
“Me gustaría que la gente se pueda pasar un ratico divertido leyendo mi entrevista. Y, estén donde estén, trasmitirles que siempre hay esperanza. La palabra cáncer tiene un tabú que a la gene le sienta muy mal y me gustaría normalizar. Incluso vulgarizar la palabra cáncer para que la gente lo vea como un simple diagnóstico medico más. Hay un momento de temor, pero el temor es incertidumbre y eso se combate a través del conocimiento.
Siempre he tratado de ver todo desde un punto de vista empírico. Esta es una enfermedad de la que, siendo realista, desconoces sus idas y venidas. Lo único que te queda es tomarte cada día como si fuera el último y esperar lo mejor posible. Somos una familia que siempre ha reído”, comentaba el joven en un vídeo para la publicación.
Sin duda, esta noticia deja un tremendo vacío en sus familiares y amigos. En especial en su madre, Ana Obregón, quien no se ha separado de su hijo ni un solo instante desde que comenzara esta dura batalla y que, según ha podido saber este medio, se encuentra devastada. Y es que la relación que había entre ellos traspasaba la típica relación madre-hijo. Para Ana, su hijo era lo más importante en su vida. De igual manera, para Álex Lequio, su familia siempre fue su mayor apoyo: “La cercanía que hay entre mis padre y yo es única. No hay nada igual. Somos mejores amigos”.
Optimista, trabajador, cariñoso, luchador y sobre todo, buen hijo. Así era Álex Lequio, un niño al que conocimos mordiendo micrófonos y que lejos de aprovechar el hecho de ser hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, quiso forjarse poco a poco su vida laboral, alejado de los focos.
Su mayor legado es el mensaje de fuerza y optimismo que dejó a todos los que como él, están luchando por superar esta enfermedad. Desde aquí, un nuestro más sincero abrazo y todo el cariño para su familia.
Foto principal: Gtres
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