La historia del vestido de novia que lucirá Tamara Falcó el próximo 8 de julio sigue adelante. Después de la tormenta mediática que desató la ruptura de Sophie et Voilà con la marquesa, finalmente será Carolina Herrera New York quien realice el diseño más importante de su vida. No obstante, la relación (aunque rota) de la socialité con el atelier bilbaíno sigue dando que hablar, sobre todo por el tema económico.
Según ha podido saber The Luxonomist por una fuente muy cercana a Tamara Falcó, esta firmó un contrato con Sophie et Voilà que iba más allá del diseño de un vestido de novia. Se trataba de un acuerdo de un año, prorrogable a dos, para que la hija de Isabel Preysler fuera imagen de la firma. En él se incluía la realización de varias campañas publicitarias para España, Estados Unidos y América Latina por un montante cercano a los 100.000 euros.
Pues bien, como sucede habitualmente en este tipo de contratos, Tamara habría recibido unos 10.000 euros en concepto de adelanto. Un dinero que se planteó devolver a las diseñadoras cuando supo que no querían seguir adelante con el diseño de su vestido de novia. Algo de lo que se enteró por medio de su publicista y a través del comunicado publicado por la firma y que comentó con sus abogados. Fueron estos quienes le hicieron olvidar la idea haciéndole ver que ella no había incumplido ninguna cláusula de dicho contrato.
Así, la marquesa de Griñón ha pasado página y este mismo domingo viajaba a Nueva York para concretar con los diseñadores los detalles de su esperado vestido de novia. No obstante, según nos cuentan varias fuentes a este medio, Tamara estaría especialmente triste por la manera en la que Sophie et Voilà ha gestionado esta crisis.
“Tamara tenía mucha ilusión, pero en la segunda visita que se celebró en el Hotel Four Seasons de Madrid se dio cuenta de que las diseñadoras habían cambiado el diseño original pactado con ella. A pesar de que Tamara y su equipo hicieron todo lo posible para resolver el conflicto con el atelier, al final fue imposible”, nos cuenta una persona muy cercana a la aristócrata.
En cualquier caso y a pesar del revuelo, si alguien ha ganado con todo este conflicto han sido las diseñadoras de Sophie et Voilà. Porque hasta que Tamara no las escogió para su vestido de novia no eran conocidas para el gran público. Toda la visibilidad que han conseguido gracias a ella no tiene precio. De hecho, superaría con creces el monto que pensaban invertir en ella como imagen de la firma.
Respecto a la boda… la vida sigue. Finalmente será Carolina Herrera quien diseñe los dos vestidos que Tamara Falcó usará el día de su boda y aún queda pendiente descubrir quién firmará el que se ponga en la fiesta del día anterior que tendrá lugar en el Mandarin Oriental Ritz Madrid.
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