Hace algunos años le pedí el favor a mi querida Margarita Vargas de conocer a Georgina. Nos invitó a tomar café en su casa. Georgina apareció vestida en outfit deportivo, con su larga melena taína y cero maquillaje. Venía del gym. Me pareció una joven con ganas de agradar, educadísima y sobre todo sencilla. Sencilla de trato y cercana en la conversación. Interesada por los temas, con ganas de saber más, en este caso de niños con enfermedades raras neurológicas.
La Georgina influencer es también una mujer comprometida con la infancia, con la familia y con los más desfavorecidos. Al igual que su pareja, Cristiano Ronaldo, son personas comprometidas con los más vulnerables sin contarlo. Sin exhibiciones públicas. Por el placer de cumplir con valores asumidos voluntariamente y con enorme cariño y discreción.
Hay una máxima indiscutible «para dar hay que ingresar». Y Georgina ha encontrado su forma de ingresar siendo una de las influencers más exitosas del globo. No es fácil en un mundo con tanta competencia. Y no es fácil mantener la fama mundial con los pies en la tierra. Y ella lo ha conseguido.
Su estilo barroco, la exuberancia, «el más siempre es poco y susceptible de mejorarse con algún dilate más» ha triunfado en las redes y en el street style de las más afortunadas del mundo. Aquellas que pueden tener armarios como palacios repletos de Birkins de Hermès, cinturones de Gucci, Golfstream ready to go o los zapatos más espectaculares de Jimmy Choo.
Georgina es algo más que aspiracional. Es musa del hiperlujo, ese al que solo pueden aspirar los ricos muy ricos, los riquísimos del mundo, pero que marcan tendencia para todo lo demás. El exceso es lo que hace de Georgina alguien excepcional. La tercera temporada de su biopic que estrena a mitad de septiembre en Netflix, promete.
Titulares, titulares y titulares. Vuelve la reina del clickbait, la mayor generadora de contenido, la mujer con más seguidores de España. Georgina Rodríguez regresará próximamente a Netflix con la tercera temporada de Soy Georgina y jamás adivinarás lo que se viene en los nuevos episodios.
En esta nueva temporada, la vida de Georgina vuelve a dar un giro. ¿Cómo se vive el auténtico lujo en Arabia Saudí? Lo descubriremos cuando Gio y su familia se instalen en Riad con el fichaje de Cristiano por el Al Nassr. En esta exótica nueva vida para la familia, la tercera temporada de Soy Georgina será la temporada de las primeras veces. Desde inaugurar su primera casa en la playa, Villa Perla, hasta protagonizar una campaña internacional de una famosa marca de ropa. O el mayor de los sueños: debutar en la semana de la moda de París.
El exitoso reality de Netflix, producido por Komodo Studio, vuelve tras conquistar en su segunda temporada el top 10 de Netflix en 46 países. El fenómeno Gio es imparable y esta vez con un guiño a nuestra website, The Luxonomist.
Somos fan de Georgina desde mucho antes de que fuera una superinfluencer mundial. Somos fan desde aquel día en el que una niña con la cara lavada, novia de Cristiano Ronaldo, apareció en casa de Margarita dispuesta a escuchar.
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