Tamara Falcó sigue cosechando éxitos allí donde va. La diseñadora, chef y socialité ha presentado su nueva línea de ropa Pedro del Hierro by Tamara Falcó Preysler, en la que ha ejercido de directora creativa. Una firma que durante años ha estado ligada al nombre de su madre, Isabel Preysler. Algo que Tamara nos explica: «Bueno, los roles eran diferentes. Mi madre sigue tenido una buenísima relación con la firma. A nosotros nos costó mucho sacar la nueva colección. Tener la oportunidad de colaborar con una firma como Pedro del Hierro ha sido maravilloso».
Tamara, que lucía un traje de tres piezas diseñado por ella en color negro, nos contó quiénes han sido sus principales referentes en esta nueva etapa como diseñadora. «Me inspiran las mujeres. Quiero verlas lindas. Hay referentes que tengo dentro del mundo de la moda como Joana Ortiz que me han influenciado mucho. Hay vestidos de noche que parecía que ya no había ocasión para lucirlos. Ahora que todo vuelve a la normalidad lo vamos a coger con ganas, con colores alegres. Hay que olvidarnos de las cosas tristes», afirma Tamara Falcó.
En este sentido, este fin de semana acudía a la boda de su primo Alvaro Falcó con Isabelle Junot. «Fue una boda muy bonita, sobre todo por el palacete donde se hizo. Todos los detalles se cuidaron y lo pasamos muy bien. Tanto mi padre, como mi tío Fernando, padre del novio, que además se casó en el mismo lugar, estuvieron muy presentes en la mente y el corazón de todos», nos dijo.
Y como de una boda sale otra, quisimos saber si la de ella con Íñigo Onieva está entre sus planes: «La próxima es la de mi otro primo. Quedó todo tan bonito que he tomando nota». Lo que no descarta Tamara es usar la misma tiara de diamantes que utilizó Isabelle Junot. «Era una tiara que dejó mi abuela y Sandra, su hermana, me la ofreció para cuando me case. Pero no lo sé. No es tan fácil llevar una tiara».
A pesar de que no hay una fecha, Tamara Falcó ya tiene una idea de cómo será su traje: «Ya me he planteado cómo será mi vestido de boda«. Lo que sí tiene claro es que ella no será quien le pida a su novio que se casen: «No… yo soy muy tradicional. Íñigo se moriría de la risa si yo le pidiera matrimonio. No se lo creería. Me haría ilusión que se le ocurriera a él».
Tamara nos explicó por qué el Papa Francisco le había pedido que se levantara en su último encuentro, cuando ella se arrodilló ante él. «Yo fui con la virgen de la Alegría. Todos se estaban arrodillando ante su presencia y yo estaba tan emocionada… Como llevaba la virgen, me arrodille con ella en las manos, sin darme cuenta de que una virgen no puede estar arrodillada ante el Papa. Por eso, su Santidad me dijo que me levantara», nos explicó orgullosa.
Ante la polémica surgida con Pedro Almodóvar, que afirmó en una entrega de premios que «el diablo no existe», Tamara Falcó sigue en sus trece y afirma lo contrario: «El demonio claro que existe. Él puede creer lo que quiera y yo me mantengo en mi creencia». Tamara está feliz y en su mejor momento. La próxima vez que la veamos será seguramente en la presentación de su documental.
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