«No le debo ni un centavo a Víctor»

Era una de las noches más esperadas del verano: la apertura oficial de la maravillosa terraza del Hotel Óscar Room Mate, en Madrid. Kike Sarasola y su marido Carlos reunieron a un gran número de famosos y amigos entre los que se encontraban unas embarazadísimas Raquel Sánchez Silva y la actriz Patricia Montero, además de Carmen Lomana,  David Meca, Luis Medina, que acaba de regresar de Milán donde trabaja para Dolce & Gabanna, entre otros.

Pero la sorpresa llegó después con la aparición de Nacho Polo. El decorador de interiores y ex marido de Víctor Sandoval, acudía a la fiesta acompañado por su flamante novio. Se trata de un empresario que fabrica y distribuye postres para los mejores restaurantes de Miami y otras ciudades norteamericanas y que, según palabras de Nacho, le ha dado la felicidad. «Llevamos casi tres años de relación y la verdad es que estoy muy feliz. Me ha dado la tranquilidad  que necesitaba. Ahora estamos  de vacaciones durante tres semanas; hemos estado en Ibiza, Milán y ahora pasaremos unos días en Madrid», nos decía Polo sin quitarle la mirada a su chico.

El sucesor de Sandoval es un hombre atractivo, canoso, aunque no mucho mayor que Polo, muy simpático, que apenas habla español y que se quedó algo sorprendido por la expectación que levantaba Nacho entre los asistentes. 

Durante mucho tiempo se ha dicho que Nacho vivía de su chico, que no trabajaba y que se dedicaba a pasear por las playas de Miami. A este respecto, él mismo nos aclara su situación laboral: «Ya no estoy decorando casas. No tengo tiempo. Ahora estoy llevando en exclusiva la venta  de cuatro marcas escandinavas de muebles. Era un negocio que tenía  mi hermano y que ahora llevo yo. Me ha costado mucho poder formar mi propia compañía (StudioTwentySeven) y la verdad es que me va muy bien. Casi no tengo tiempo ni para ir a la playa. Vendo los diferentes productos a decoradores de interiores en Estados Unidos  y trabajo con dieciséis showroom en todo el país».

Durante la velada, Lidia Lozano le preguntó si haría alguna entrevista en televisión durante su estancia en nuestro país. «No lo sé. La verdad es que a veces he pensado que era necesario. Víctor ha dicho demasiadas mentiras y yo tengo una familia que lo pasa mal, pero sinceramente, no sé si me compensa emocionalmente. Pienso que es darle vida a alguien -Víctor- que sólo está esperando a que yo hable para salir a la palestra», explicaba. 

Según relata Polo, que ya se ha hecho ciudadano norteamericano, su historia está más que finiquitada y considera que Víctor aún sigue contando una versión de la historia que no corresponde a la realidad.  «Ha dicho muchas cosas que son mentira y que son fácilmente demostrables. No le debo un centavo a Víctor. Nosotros estábamos casados, vendimos la casa que teníamos y cada uno cogió su dinero. Yo el mío y su abogado, ya que él no se presentó, el suyo. Esa es la única verdad», relata con una serenidad que sólo te da la felicidad.

Según explicó ayer por la noche a The Luxonomist el empresario, no entiende muy bien qué le ha pasado a Sandoval. «No es ni la sombra del hombre que conocí. Pero bueno, esto ya es pasado. Ahora estoy muy feliz y no quiero revivir la pesadilla que pasé con él». Polo, además, deja entrever en la conversación que, en  alguna ocasión, ha llegado a sentir miedo por el comportamiento de Víctor: «La escena que me montó la última vez que estuvo en Miami fue dantesca» (se refiere a cuando Víctor lo interceptó cuando estaba llegando a su casa). «Se acabó. No me lo merezco».

Polo y su chico, que se mostraron muy cariñosos el uno con el otro durante toda la noche, estarán unos días más en Madrid y tendremos que esperar a que decida si finalmente acude a Sálvame Deluxe para conocer con detalle su nueva vida. Todavía hay mucho que contar y que aclarar. Así que esto, no ha hecho más que comenzar.  (Fotografías: Aurelio Manzano).