Pablo Puyol: “Tenemos que querernos más y mentir menos”
Imagina que conoces a alguien a través de una aplicación para ligar. Parece la persona perfecta. En la primera cita descubres que esa persona no es lo que aparentaba ser. La cosa es… que tú tampoco lo eres. Real como la vida misma. Este es el hilo conductor de “Like”, el musical que Pablo Puyol representa en Madrid. La moraleja de lo que allí ocurre es mucho más que los “me gusta” de las redes sociales.
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Pablo Puyol: Me lo ha dado todo y me lo sigue dando todo. Para mí es mi pasión y, aparte, se ha convertido en mi profesión. Lo que tengo es una dedicación plena a algo que me llena de vida. Subirme a un escenario o ponerme delante de una cámara para interpretar a un personaje que no soy yo, creo que me enriquece mucho y me hace ser mejor.
TL: ¿Cómo se ve esa vida desde la altura de un escenario?
Pablo Puyol: Desde arriba ves muchas cosas pero sobre todo ves cómo es la vida de los demás, que es algo que también ayuda mucho. Ves quienes no se relajan ni siquiera viendo una obra, o quienes se dejan llevar por todo lo que están viendo. Eso te permite apreciar cómo son las personas, cómo es esta sociedad en la que vivimos. Tenemos la suerte de ser testigos de sus vidas, igual que ellos lo son de los que vivimos en el escenario. El público piensa que no le vemos, pero ¡vemos todo! y, a veces, es algo muy interesante.
“No creo en el amor a primera vista”
TL: ¿Eres de los que crees en el amor a primera vista?
Pablo Puyol: Pues no. Lo que es el amor, amor… A primera vista puede gustarte mucho alguien, sentirte atraído obviamente, pero al amor llega un poco después. Para mí el amor es algo que nace del interior de la otra persona y de ti mismo. A primera vista está el factor físico que, por supuesto, ayuda y es muy necesario, pero para el amor de verdad lo importante es lo que está dentro.
TL: ¿El físico es definitorio en una relación?
Pablo Puyol: Es un poco lo que te comentaba. No es definitorio, pero sí es importante. Para la atracción física sí es necesario pero, cuando estás en una relación, son importantes muchos factores. El físico es uno de ellos, pero no creo que el más importante.
TL: La vida que tenemos ¿nos lleva a buscar compañía y parejas a través de una app?
Pablo Puyol: Esta vida que llevamos actualmente, en la que todo pasa muy deprisa y en la que siempre estamos de un lado a otro, nos impide muchas veces pararnos, tomar algo en algún sitio y conocer a alguien. Las app te permiten saltarte algunos pasos. Ayudan en estos tiempos que vivimos, pero lo primordial es la relación cara a cara, que es donde realmente se conoce a la persona de la que poder disfrutar de su compañía.
“La sociedad nos empuja a mentir, a aparentar vidas perfectas”
TL: ¿Por qué crees que se miente cuando quieres conquistar a alguien a través del mundo virtual?
PP: Porque, por desgracia, la sociedad nos empuja a ello. Estamos en un mundo en el que solo se premia lo perfecto, el ser guapo, delgado, alto, todos estupendos y fantásticos, todo el mundo super feliz y maravilloso, pero la realidad es otra. El problema es que, cuando la gente entra en este tipo de aplicaciones, sigue llevando esa vida de mentira. Lo que tenemos que hacer es querernos más y mentir menos.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
PP: Cocinar, quizás. Es algo que se me da bien, me gusta mucho y disfruto cuando lo hago para la gente. Cuando cocino para mí mismo me hago cualquier cosa, pero para los demás me esmero.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
PP: Muchas personas han dejado huella. En este momento mi chica, porque ha conseguido algo muy bonito conmigo y me está ayudando en muchísimos aspectos, así que estoy en gratitud con ella.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
PP: El mismo buen humor. No hay nada que me guste más que ver a gente con buen humor. Creo que es fundamental, que escasea en demasía, que cada vez tenemos peor humor y debemos saber que mejor nos irá en la vida con una actitud positiva y buen humor.
“En el colegio era experto en hacer el tonto”
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
PP: Cualquier canción de funky. Todo lo que lleve ese rollo, hace que acabe bailando como un poseso.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
PP: En hacer el tonto (risas). Ahí habría sacado el sobresaliente, si hubiera existido esa asignatura. De hecho, mis profesores sentían un amor-odio hacia mí porque, por un lado les hacía reír, pero por otro disparaba a toda la clase y era un horror (risas).
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
PP: No soy mucho del arte de la pintura o la escultura pero, en todo caso, algo de Dalí, pero en este tema me reconozco un inculto.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
PP: Las cosas que he intentado un tiempo y he visto que no me salen, las dejo. Tocar la guitarra, por ejemplo. Hubo un tiempo que lo intenté pero, al no dedicarle todo el tiempo necesario y ver que no avanzaba, acabé amargándome porque no conseguía lo que quería a la velocidad que entendía que tenía que hacerlo.
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
PP: No creo que mentir sea bueno en ningún momento; aunque es verdad que, a lo mejor, hay cosas que se las calla uno porque decirlas no ayudan a nada, ni van a hacer mejor a la otra persona. Intento no mentir prácticamente nunca.
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
PP: Mis amigos, que son con los que siempre me he ido, con los que disfruto y me lo paso bien, aunque no soy muy fiestero.
“No creo que lo que se diga en redes sociales merezca tanto la pena”
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
PP: La verdad es que uso muchas palabras (risas), aunque últimamente digo mucho la expresión “ya estoy muy mayor” (risas).
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
PP: Veo a un tío que, por suerte, lleva una vida maravillosa, que tiene la fortuna de dedicarse a lo que más le gusta y le apasiona, lo que le hace muy feliz. Cuando me miro creo que reflejo esa felicidad, menos a las 5 de la mañana, cuando me levanto para ir a grabar (risas).
TL: ¿Ese bien que más valoras?
PP: La honestidad y la sinceridad.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
PP: El móvil. No llevo ni monedas, ni nada más. Las llaves, si acaso, y poco más. No soy de llevar muchas cosas en los bolsillos, no me gusta nada.
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
PP: El amor a la otra persona puede ser mucho más “ayudador”, si se me permite esta palabra, que incluso quererse a uno mismo. Cuando uno es capaz de querer a alguien y es correspondido, eso genera cosas muy positivas en uno mismo y es super bonito.
TL: ¿Tu mayor decepción?
PP: Alguna cuando te presentas a un casting, crees que prácticamente lo tienes, que has luchado mucho para conseguirlo y, en el último momento, se te escapa. Ahí llega la decepción.
“Soy muy cabezón y perseverante”
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
PP: A nadie en general. Las tengo, las miro, pero no sigo a nadie en concreto porque nunca he sido mitómano, ni creo que lo que se dice en las RRSS merezca tanto la pena. Prefiero ver las cosas en la realidad.
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
PP: Supongo que sí, pero yo no noto que lo sea (risas). Lo que sí sé es que soy cabezón. Cuando creo que llevo la razón en algo, persevero y lucho para que la otra persona lo entienda. Puede que ahí me ponga pesado defendiendo un argumento en alguna discusión.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
PP: En alguna del espacio, porque me encantaría viajar al espacio, hacerlo a la velocidad de la luz y ver universos distintos.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
PP: Cada vez que mi madre prepara croquetas o los callos veganos que hace. Cada vez que ella cocina, lo que hace se convierte en esa experiencia gastronómica inolvidable.