Foto: GTRES
Pamela Anderson dice adiós a California y pone en venta la casa que se construyó hace ya 20 años en Malibú. Así lo ha confirmado la estrella a The New York Times confirmando que deja definitivamente EE.UU. para instalarse de modo permanente en Canadá, su país natal. “Es sobre todo mis hijos los que me echarán en falta”, ha dicho en referencia a Brandon (24) y Dylan (23) que siguen viviendo e Los Ángeles. “Yo me encuentro muy bien instalada en mi rancho canadiense”, ha dicho.
La protagonista de “Los vigilantes de la playa” se hizo construir una propiedad en Malibú en el año 2000 tras haber satisfecho 1,8 millones de dólares para adquirir el terreno. Hoy en día la villa tiene 200 m2. repartidos en varias plantas, con tres habitaciones, tres baños y una terraza con vistas panorámicas. Todo por un precio que ella estima en 14,9 millones de dólares, que es su precio de venta.
Pamela se casó hace unas semanas con Dan Hayhurst, un hombre originario de Vancouver, su actual lugar de residencia. Dice la estrella que ella tomó la decisión de instalarse allí después de su boda. “Me siento mejor instalada en mi rancho para pode atender a mis animales, todo al lado del mar, algo imprescindible para mí, Si me alejo del agua me siento perdida”, ha confesado al Washington Post.
La actriz es vegetariana, defensora de los derechos de los animales y miembro activo de la organización PETA (Personas por el trato ético de los animales), para quienes ha protagonizado diversas campañas. Se volvió vegetariana en su adolescencia, cuando vio a su padre matar a un animal que había cazado. En 1999 recibió el premio Linda McCartney por su desempeño en la campaña contra el uso de pieles; y en 2003 se desnudó para la campaña publicitaria ‘Prefiero estar desnuda que usar pieles’.
Su labor activista mundialmente conocida fue la emprendida en contra de KentuckyFried Chicken aunque también protagonizó una campaña contra la caza de focas en Canadá. Se trata de una acción de PETA censurada en 2010, debido a que se veía a Pamela desnuda en una fotografía marcada de la misma forma en la que marcan a los bovinos durante el despiece. Pecho, hombro, costillas y cola, son algunas de las frases que la ex ”vigilante de la playa” tenía escritas en su cuerpo para la publicidad de la organización que busca disminuir el consumo de carne en el mundo.
En junio de 2015, Pamela Anderson recibió los golpes de sable con los que el supuesto príncipe de Montenegro, Stephan Cernetic, la nombró condesa de Gigli, en Italia. Arrodillada, recatada y con un elegante vestido blanco, recibió el “honor” en una ceremonia celebrada en Génova. Cernetic le concedió el título por su activismo en defensa de los animales, especialmente por la vida marina en los océanos. Dos años después se descubrió que se trataba de un estafador que actuaba como un falso noble.
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