Foto: Gtres
La llaman el huracán latino. No en balde su vida personal y profesional siempre esta rodeado de polémicas. En los últimos años, Paulina Rubio descendió a los infiernos. De hecho, durante la pandemia fue foco de varios enfrentamientos con los padres de sus dos hijos, Nicolás Vallejo Nágera y Jerry Bazua por la custodia de los pequeños.
Uno de ellos tuvo que ver con la lamentable escena que protagonizó durante uno de sus directos en Instagram. Por ella tuvo tuvo que dar explicaciones a un juez de Miami y cayó en picado, resurgiendo ahora de sus cenizas como el mismísimo Ave Fénix y toda la fuerza de un huracán.
Lo hace con nueva casa discográfica, nuevo disco, una gira seguramente con la que durante años fue su gran rival, Thalía; y un libro que sacará antes de final de año, al que probablemente le seguirá un documental.
La cantante ha escogido al programa Primer Impacto de la cadena Univision de Estados Unidos para dar su primera entrevista. Pamela Silva, una de las presentadoras del espacio, atendió a las declaraciones de la diva sobre el lanzamiento mundial de su primer sencillo, Yo Soy, en las que también abrió su corazón haciendo un repaso de su vida en los últimos meses.
“Soy mamá, cantante, soy hija, hermana y amiga; pero sobre todo soy una persona común y corriente, popular, que ha crecido bajo los ojos de todo el mundo”. Así comienza la entrevista la Chica Dorada, explicando la factura que ha pagado por estar en boca de todos. «Al sentirme aislada durante la pandemia han salido cosas dentro de mí que necesitaba. Estar con mi familia, no maquillarme, no calzarme. He descubierto que la no perfección es muy importante para estar en paz contigo misma. La pandemia me dejó muy claro por qué estoy aquí. Viendo problemas reales del mundo me sentí estúpida por pensar que yo tenía problemas”.
Así confiesa que se sintió linchada por todo el asunto con sus hijos. “Me sentí atacada, observada, juzgada, criticada. Es feo abrir una carta y ver que te dicen cosas feas, imagínate ahora con las redes… Me quisieron quitar a mis hijos durante la pandemia”. Pero eso ya forma parte del pasado. La cantante asume que ha tenido que pedir ayuda psicológica, hacer limpieza y quedarse con sus verdaderos amigos, alejando así a los malos consejeros. “Tras la tormenta llegó la paz y estoy de vuelta gracias al amor de mis hijos y del público”.
Paulina Rubio explica ahora que lo mejor está por llegar y dice que no se cierra al amor, aunque reconoce que sola tampoco se está mal. “Cuando me enamoré creí en la palabra y no hice caso a mi madre, que me decía que todo debía ser por escrito. Yo confié. Aun así no me siento víctima. Me siento una superviviente en un momento en que las mujeres somos cruciales”.
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