(Foto: Gtres)
Con un peto de flores en tonos anaranjados y un bolso Bobby de Dior de unos 3.000 euros, Jennifer Lawrence ha lucido su tripa de embarazada por las calles de Nueva York. La actriz, a sus 31 años, va a ser madre por primera vez con su marido Cooke Maroney, de 37 años, propietario de una galería de arte.
La pareja se casó en octubre de 2019 en la mansión Belcourt of Newport en Rhode Island con una lista de invitados Vip de primera línea. Como datos anecdóticos señalemos que a la pareja les presentó una amiga común, Laura Simpson. El anillo de boda era un impresionante brillante talla esmeralda diseñado por un afamado joyero de Nueva York.
La pareja vive en su domicilio del Lower East Side en Manhattan, ciudad donde se ha visto por primera vez a la actriz luciendo la incipiente tripita. Ambos alternan esta vivienda con su otra casa en Beverly Hills (Los Ángeles), que fue asaltada el año pasado. Se comprometió en febrero de 2019 y Lawrence previamente había mantenido un idilio con Nicholas Hoult, su compañero en “X-Men First Class”, desde el 2010 al 2014. Luego salió con el director Darren Aranofsky, entre el 2016 y el 2017.
En 2014 se vio involucrada en un feo asunto de unas fotos de ella desnuda que se colgaron en la red. En realidad las tomó ella misma y se las envió a su novio, Nicolas Hoult. Se filtraron desde un servicio de almacenamiento en la nube, y no presentó denuncia por ello.
Lawrence es una declarada feminista y en 2015 escribió un ensayo para el semanario feminista Lenny Letter en el que criticó duramente la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en Hollywood. Y narró sus propias experiencias en la industria, como el salario inferior que recibió por participar en American Hustle, comparado con el de sus compañeros de reparto masculinos.
Ese mismo año también criticó al oficial del condado de Kentucky, Kim Davis por su fuerte oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo. Tres años más tarde participaría en la Marcha de las Mujeres en Los Ángeles para reafirmar su compromiso con las causas feministas.
Jennifer Lawrence ha prestado su apoyo a varias organizaciones caritativas como el Programa Mundial de Alimentos, Feeding America y el proyecto Thirst. Junto a Josh Hitcherson y Liam Hemaworth, sus compañeros en la saga Los juegos del hambre, se asoció a las Naciones Unidas para realizar campañas contra la pobreza y el hambre. La actriz organizó una proyección previa de Los juegos del hambre; en llamas (2013) con el fin de recaudar fondos para el Centro Saint Mary. Una organización para discapacitados en Louisville, cosechando más de 40 mil dólares para la causa.
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