Sharon Stone ha sido (y es) aunque ella misma no se reconoce como tal, un icono del glamour y del séptimo arte. La actriz, que se encuentra desde el pasado sábado en Madrid, recibía anoche un galardón como Icono Internacional en los Premios Actitud de la revista Harper´s Bazaar y lo hacía derrochando carisma y mucho sex-appeal. Y es que a sus 61 años, la protagonista de Instinto Básico está estupenda.
Ayer la vimos acudir al evento acompañada por su marido, Martin Mica, y su hijo Roan, de 19 años, fruto de su relación con el periodista Phil Bronstein. Escogió para ello un total look en negro con unos pantalones pitillos y una americana con un toque blanco muy picassiano en el hombro. “Me gusta sentirme cómoda y ser moderna», explicaba a los medios de comunicación al ser preguntada por su estilo. «Siempre me ha gustado la arquitectura moderna cuando también refleja lo clásico. Es como tener un estilo clásico con un giro moderno».
Lo que dejó claro ayer es que disfruta con lo que hace y que, aunque no se siente un icono, disfruta si alguien lo piensa. Lo mismo sucede con su fama de sex symbol, sobre lo que comentó divertida: «No me considero una sex symbol aunque creo que es un título divertido. Todo el mundo tiene ideas diferentes sobre qué significa el sexo. Es uno de aspectos más hermosos e íntimos de nosotros (como humanos) y si lo tomamos como un símbolo de intimidad y un símbolo de amor, entonces estaré agradecida de ser llamada ‘sex symbol’.
Sin duda, gran parte de culpa de dicho título la tiene su participación en la película ‘Instinto Básico’ (1992) sobre la que le preguntamos en petit comité. «Creo que ‘Instinto básico’ fue una película muy particular para un momento en el que cambiaban las políticas sociales. Llegó cuando se hablaba de los derechos de los homosexuales, los derechos de las mujeres… Además, la película tenía un sentimiento clásico de Hitchcock y se realizó cuando Michel Douglas ya había alcanzado un estrellato poderoso. Él me permitió compartir con él el foco de la atención. Fue una cosa muy grande. Creo que es un filme con conciencia social y que aún sigue abriendo paso en los pensamientos y sentimientos. Creo que por eso la gente la sigue viendo».
En cuando a su estancia en la capital, se mostró especialmente contenta: “Amo Madrid y estoy haciendo un montón de fotos. Lo estoy disfrutando mucho. Aquí hay arte precioso y me gusta la manera en la que los españoles (desarrollan) sin miedo ciertos ejemplos de arte, el poder del arte y la forma en la que el arte habla”.
Sharon confesó que le encantaría aprender a hablar bien la lengua de Cervantes: «Sé algo de español, porque tenemos un montón de gente de habla hispana en Estados Unidos, particularmente en California, y siempre estoy tratando de aprender idiomas. Ahora mismo estoy trabajando mi italiano. No obstante, volveré al español, porque estoy preocupada por nuestra gente en la frontera entre Estados Unidos y México. Es profundamente indignante y preocupante para mí que tengamos esta crisis con 6.000 personas atrapadas. Siento una gran preocupación y necesito que mi español mejore».
También explicó está especialmente volcada en su familia, con la que tiene que ponerse de acuerdo sobre cómo pasarán las próximas fiestas navideñas. «Normalmente, vamos a casa de mi hermana porque vive en la nieve pero estamos tratando de decidirnos. Tengo tres hijos, una familia grande, así que tenemos que hablar de ello y resolverlo juntos».
En cualquier caso, la vimos radiante y completamente recuperada del problema de salud que la mantuvo alejada de los focos durante mucho tiempo. «Creo que la felicidad tiene que venir de dentro y que es una disciplina. Tenemos que encontrar nuestra propia alegría. Si durante tres o cuatro días no estás feliz, tienes que preguntarte a ti misma qué estás haciendo incorrectamente, sobre qué no estás siendo sincera y corregir tu comportamiento”.
Definitivamente, Sharon deslumbró a todos los asistentes a la gala de la revista que dirige magistralmente Inma Jiménez. Durante la entrega de premios, la actriz conversó muy animadamente con el resto de los premiados y además se hizo foto con quien se lo pidió. Su hijo la acompañó en todo momento y fue la propia Sharon la que nos advirtió que a pesar de que posaría con él en el photocall, no era un personaje público.
Otro de los momentos maravillosos de la gala lo protagonizó José Mari Manzanares, aún convaleciente por una reciente intervención, que confesó que Sharon Stone había marcado su vida después de protagonizar ‘Sangre y Arena’, un film que cuenta la vida de un torero. «Para mí y para mi padre fue muy importante y nos marcó mucho”, explicó el diestro.
Sin duda ella fue la estrella de una noche mágica en la que no faltaron personalidades como Mar Saura, quien casualmente acaba de regresar de New York de realizar una sesión de fotos para la edición latina de Harper´s Bazaar; Cecilia Suarez, la protagonista de ‘La casa de las Flores’ y que entregó un premio a Jon Kortajarena; Paco Arango, que recibió un premio por su labor humanitaria; o Rosanna Zanetti, que no quiso hacer ninguna declaración acerca del conflicto Bisbal-Tablada. El Palacio de Santoña fue el escenario perfecto para estos premios. De hecho, la mismísima Sharon Stone quiso visitarlo a puerta cerrada el día anterior y quedó impresionada con los frescos y los grabados que lucen en sus paredes.
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