Tom Jones y su esposa Linda estuvieron casados durante 59 años. Ella lo acompañó en sus momentos de gloria, pero también de fracasos. Juntos, el legendario músico y su esposa lo aprendieron todo. Cuando ella murió trágicamente en 2016 por un cáncer de pulmón, el cantante británico se encontró “bajo mínimos”. Así lo ha confesado al diario The Sun, en una entrevista recogida por Paris Match, con motivo del quinto aniversario de su desaparición.
El cantante, todavía afectado por la muerte de su esposa, ha contado que acudió a un consejero en busca de ayuda, sintiéndose culpable por su muerte. “Honestamente, no pensé que podría sobrevivir a esto”, explicó. Tom Jones estaba de gira en Los Ángeles cuando se enteró de que el cáncer de su esposa era terminal. “Fui a ver a un terapeuta porque no dejaba de preguntarme: ‘¿He hecho lo suficiente? ¿He sido negligente? ¿Se estaba apagando sin que yo me diera cuenta de lo que estaba pasando?. Pero el terapeuta me dijo: ‘No, ella tenía cáncer de pulmón, no hay nada que pudieras haber hecho”.
Ya en otra entrevista con The Observer había hablado de esta trágica pérdida y los últimos momentos de su esposa. El cantante confesaba que antes de morir ésta le dijo: “No pienses en mí muriendo, piensa en mí riendo. Y así es como la recuerdo”, comentó. Sin saber si podría volver a cantar, Tom Jones logró volver a los escenarios, porque “eso es lo que ella hubiera querido”.
Con tan solo 17 años Tom Jones y Linda se casaron, llevaban juntos desde la escuela secundaria, y tuvieron un hijo, Mark. Sin embargo, la relación entre Tom Jones y Linda nunca fue como las demás. En una entrevista en 2015, el cantante confesó que con la edad prefería hablar con ella por teléfono que en persona porque “les hacía volver a sentirse jóvenes”. En el teléfono, había dicho, “no nos vemos, yo miro una foto vieja que todavía tengo conmigo y la dejo junto a mi cama”.
El biógrafo del cantante reveló en 2015 que después de 50 años de matrimonio, probablemente, sólo habían pasado 10 años juntos. Al final de su vida, Linda se había vuelto agorafóbica, lo que la mantenía aún más alejada de la agitada vida de su esposo. “Ella es la persona más importante de mi vida, una mujer increíble. Linda es el amor de mi vida y siempre lo será, aunque no lo parezca ”, reconocía el cantante.
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