Chardonnay, la reina de la Côte de Blancs
El 95% de la Côte des Blancs está dedicada al cultivo de la variedad Chardonnay, que representa el 30% de la producción total de viñedo en la región
La Côte des Blancs es una zona de viñedos de la Champagne ubicada en el departamento del Marne. Se encuentra al sur de Épernay y se extiende unos 20 km pasando por seis grandes terruños calificados como Grand Cru que son Oiry, Chouilly, Cramant, Avize, Oger y Le Mensil-sur-Oger, así como por: Cuis, Vertus y Bergères-les-Vertus calificados como Premier Cru.
El 95% de la Côte des Blancs está dedicada al cultivo de la variedad Chardonnay, que representa el 30% de la producción total de viñedo en la región. El terroir champenois y concretamente la Côte des Blancs, reposa sobre un suelo de creta rasante (tiza) que aporta mineralidad al champagne.
La Chardonnay, junto a la Pinot Noir y la Meunier, es la tercera variedad de uva autorizada en la elaboración de un Champagne. Es originaria de Borgoña pero se expandió por todos los países vitícolas dado su elevado grado de adaptación a diferentes suelos, lo cual hace que sea la uva blanca más conocida y plantada en el mundo.
En esta prestigiosa zona conocida como la Côte de Blancs se ubican algunas de las bodegas más reconocidas y cientos de vignerons (pequeños productores) que cultivan y producen su propi o champagne. Los famosos Blanc de Blancs están elaborados única y exclusivamente con uvas Chardonnayy dependiendo del estilo pueden ser ‘sin añada’ es decir, mezcla de diferentes añadas o bien Millésimé, que es un champagne elaborado con uvas de una sola añada, únicamente en años excepcionales, pero siempre deberá ser 100% chardonnay si hablamos de un Blanc de Blancs.
A nivel enológico la Chardonnay se caracteriza por estar dotada de un gran potencial de envejecimiento y dependiendo del pueblo del que proviene ofrece matices distintos, como por ejemplo en Chouilly donde es más aromática o en Le Mesnil que da mayor acidez. En todo caso es una variedad que ofrece aromas delicados, notas florales, cítricos, aportando siempre frescura y delicadeza a los vinos. La reina de las variedades blancas ha tenido y tiene en esta latitud, un buen futuro.