El de Brangelina y otros rosados para el verano

Parece ser que, afortunadamente, los vinos rosados se han vuelto a poner de moda. Y es que atrás quedó el concepto de patito feo de las bodegas… “Lo que no usamos para blanco o tinto, para el rosado”… o peor: “El rosado se hace mezclando el blanco y el tiento que sobra de la producción…”. “Como no nos ponemos de acuerdo en qué vino coger, si un blanco o un tinto, elegimos un rosado que así tenemos los dos en uno…”. Error.

Elaborar un vino rosado implica mucho trabajo y mucho cuidado, probablemente más que al elaborar otro tipo de vino, en algunos casos. Pero no vamos a entrar en los aspectos técnicos de la elaboración de los rosados, sino que vamos a recomendaros los más apropiados para el verano (o el invierno).

La Bodega Marqués de Murrieta en la DO Rioja lanza este rosado elaborado íntegramente con la variedad mazuelo de la Finca Ygay. Un concepto de rosado que en Rioja rompe, especialmente con la tonalidad de su color. Un vino muy gastronómico y que puede acompañar pastas, arroces y carnes blancas, entre otras muchas cosas.

Miraval es un vino de la Provence en Francia, elaborado por Brad Pitt y Angelina Jolie al que ya dedicamos un artículo. Se crea con Cinsault, Garcnacha, Syrah y Rolle, aromas a frutos rojos y flores blancas muy fáciles de percibir. Un rosado muy glamuroso, ideal para un aperitivo, pescados grasos y sushi.

La Malkerida es un vino rosado que solo lleva dos años en el mercado y está hecho con la variedad Bobal en la DO Utiel Requena en la Comunidad Valenciana por mi amigo Bruno Murciano y David Sampedro. Su acidez lo hace muy fresco y fácil de beber. Ideal con una cena ligera tipo sandwich y con ensaladas de arroz o pasta.

Cruzamos el charco y nos vamos a Argentina, donde se encuentran las Bodegas Alta Vista. Como no podía ser de otra manera, elaboran este Alta Vista Rosé con la variedad Malbec, lo que le confiere un carácter propio y diferenciador, si estamos acostumbrados a los rosados con variedades más conocidas en Europa. Fresco pero con un poco más de ‘chicha’, acompaña genial a carpaccios de carne o pescado. Y es que, si tenemos buena temperatura, elegimos una comida sana y ligera y además estamos en buena compañía, la vida se ve de color de rosa.