Ésta no es la típica cerveza danesa

La revolución de las cervezas artesanas es un hecho. No hay más que fijarse en las barras veraniegas o en las impresionantes cartas de cervezas que podemos encontrar en los restaurantes más lujosos. Como contábamos días atrás, éste es su año, así que aprovechémoslo y descubramos esta deliciosa y sabrosa bebida.

Y es que, aunque podría decirse que las cervezas artesanas no difieren mucho de las industriales -ya que comparten ingredientes (agua, malta, lúpulo y levaduras)-, son mundos diferentes. La riqueza organoléptica de las artesanas es asombrosa. Son cervezas para saborear, para disfrutar con calma.

El movimiento de las cerveceras artesanas despertó en 1970 en el Reino Unido contagiando a muchos países, pero al nuestro no llegó hasta mucho tiempo después. Es más, el boom cervecero general en España se dio en el año 1987, cuando el consumo de la cerveza superó al del vino. Desde entonces no hemos dejado de demostrar que nos encanta esta bebida (¡consumimos el doble de cerveza que los belgas!).

Aunque hay quien opina que la cerveza nunca llegará al nivel del vino, que es un producto humilde y su función es refrescar (y alimentar), yo digo que para gustos hay colores y que las comparaciones son odiosas. Creo que hay mercado para todo y que nos guste probar cosas nuevas y volvernos exploradores gastronómicos no es malo, al contrario, enriquece.

Las cervezas artesanas permiten además maridar infinidad de platos, por ello tiene como embajador a la alta gastronomía. Por eso no es de extrañar que este año salga la primera promoción de Beer Sommelier por la Cámara de Comercio de Madrid, curso que en EEUU ya existía desde hace años. El 90% de la cerveza que consumimos la producimos nosotros, pero también nos gusta –y mucho- lo que hacen nuestros vecinos. Por eso hoy recomiendo una cerveza artesana danesa: Millekker It´s Alive!

El encargado de elaborar esta cerveza se llama Mikkel Borgh, antiguo profesor de física y actual maestro cervecero danés, que lleva fabricadas más de 600 cervezas diferentes en distintos rincones del mundo. Comenzó su hazaña en el año 2003 y actualmente la marca Mikkeller es reconocida internacionalmente. A parte de otras cervezas de la competencia, Borgh dice que se inspira en la gastronomía a la hora de diseñar sus fórmulas secretas.

Es algo que se aprecia en cada una de sus creaciones. Mikkeller It´s Alive! es una cerveza tipo Ale muy curiosa, elaborada con la levadura Brettanomyces y los lúpulos Hallertau y Styrian, pasando un tiempo de crianza en barricas de roble que contuvieron vino blanco de la variedad Chardonnay y con mango. Se dice que es un homenaje a la gran cerveza trapista belga Orval.

• A la vista es una cerveza de color entre marrón y ámbar. Abundante espuma blanca jabonosa algo sucia pero persistente. Su aspecto es llamativo, bonito.
• De primeras resulta muy aromática, pero pierde potencia con el tiempo. Aparecen frutas tropicales como el mango o el plátano maduro y ligeras notas de cítricos. Dominio de la levadura sobre los lúpulos.
• En boca resulta entre agria y ácida (sí, se puede), con recuerdos a bizcocho recién horneado y frutas tropicales de nuevo. Final levemente amargo.
• 8% vol.alc.
• 8,5 euros en The Beer Garden (C/ Cardenal Cisneros 10, Madrid)

Tiene el precio típico de las cervezas noruegas, pero lo vale, me gusta. Es una cerveza muy agradable, se bebe muy fácil pero tiene personalidad. Una cerveza para disfrutar. Pienso repetir, pero la próxima vez la combinaré con algún plato atrevido. ¿Os animáis a introduciros en el asombroso mundo de la cerveza artesana?