Italia triunfa con sus burbujas

Los espumosos italianos están teniendo cada vez más éxito en el mundo gracias a los altos estándares y a su fabulosa calidad-precio.

Isabel Chuecos-Ruiz. 19/01/2016

Quizá nunca les haya prestado atención, pero los espumosos italianos están de moda. Italia triunfa en el mundo con sus burbujas y se han convertido en una alternativa al champagne debido a sus precios mucho más bajos y a los altos estándares calidad-precio que el consumidor tanto valora. Sus mercados clave son Estados Unidos y Reino Unido, que contaron en 2014 con 330 de los 840 millones de botellas de espumosos exportados y que a inicios del 2015 registraron un 24% de las ventas, situándose ambos como mercados de referencia.

Los espumosos italianos se imponen gracias a su calidad-precio
Los espumosos italianos se imponen gracias a su calidad-precio

Italia se impone en el mercado por su relación calidad-precio, pero sigue luchando por encontrar un espacio en la alineación tripulada por el champagne, cuya fuerza es inmensa por la visibilidad que ha conseguido como marca, por tradición y por su posicionamiento en el sector del lujo. En cualquier caso, el binomio Champagne-Prosecco se escucha cada vez más por todo el mundo y continúa el cara a cara en 2014 con (307.000–310.000 botellas respectivamente).

Están de moda y se producen en toda Italia, de norte a sur
Están de moda y se producen en toda Italia, de norte a sur

Tras el análisis de las exportaciones de vino espumoso, según datos del OVSE (Observatorio del vino), 2014 fue un buen año para los espumosos italianos. Las exportaciones totales del 2014 son alrededor de 458,4 millones de botellas (+ 11% en 2013), con un aumento del valor de algo más de 800 millones de euros (+ 8,1% en 2013). Un consumo total de 458,4 millones de botellas, de las cuales 435,5 millones son de ‘método italiano’ y 22,9 millones del método tradicional. De los 313,4 millones de botellas se consumieron en el extranjero (+ 10,9%) y 145 millones en Italia (+ 0,4%).

Los vinos espumosos italianos están teniendo cada vez más éxito en el extranjero gracias a los altos estándares de calidad alcanzados por las bodegas. Pero el mapa de las burbujas italianas es amplio, variado y complejo. Las burbujas, ya sean dulces o secas, confirman la extraordinaria riqueza de la producción de vino en Italia, que se expande por todo el país, en lugares fríos o calientes. No hay región italiana, desde el Valle d’Aosta a Sicilia, donde no se produzcan espumosos.

TrentoDOC, una de las denominaciones más prestigiosas en espumosos italianos
TrentoDOC, una de las denominaciones más prestigiosas en espumosos italianos

Los hay producidos por ‘Metodo Classico’ o por método ‘Charmat’ (en Italia llamado Martinotti). No hay ningún área que no haya competido en el difícil arte del vino espumoso, ya sea con el uso de las variedades clásicas heredadas de los franceses, como Chardonnay o Pinot Noir, o con variedades autóctonas, en menores proporciones aunque muy interesantes.

Italia es el país, desde mi punto de vista, de más calidad en espumosos por método tradicional si lo comparamos con el champagne. Son los llamados ‘spumante Metodo Classico’ de segunda fermentación en botella. Una gran variedad de ellos empiezan a imponerse tanto en las cartas de restaurantes importantes, como en catas internacionales, a muchos champagnes de calidad conquistando todo tipo de paladares.

Espumosos italianos por 'Metodo classico'
Espumosos italianos por ‘Metodo classico’

Cuando entro en el mundo de los espumosos italianos siento una contradicción que me fascina. Por una parte, en relación a su posicionamiento técnico como producto que ha crecido en los últimos años en términos de calidad, y su coherencia con la existencia de los dos métodos (classico y charmat), que muestran dos opciones, dos maneras de producir, dos calidades, dos mundos en definitiva.

Pero por otra parte, creo que Italia patina al presentar una variedad tipológica excesivamente amplia, tan interesante como incomprensible para el consumidor de a pie. En ese sentido, creo que no han sabido simplificar el mensaje, no han sabido crear un concepto como hicieron los franceses con el champagne: un concepto claro y único. También otros espumosos del mundo han fracasado a la hora de saber vender su territorio.

Bisol, una de las bodegas más reconocidas y exitosas de prosecco
Bisol, una de las bodegas más reconocidas y exitosas de prosecco

Sólo el prosecco ha sabido enganchar al consumidor dando guerra con la batalla del precio. Estemos o no a favor, ahí están los resultados que hablan por sí mismos, con unas ventas a nivel mundial de prosecco que algún año ha superado al champagne.

Creo que muchas regiones italianas deberían cambiar sus estrategias y tratar de esforzarse por salir de esa posición intermedia en la que están como un producto excesivamente fragmentado con sus mil denominaciones. Desarrollando, quizá, más campañas de comunicación y haciendo auto-reflexión, ya que una cosa es el mercado interno y otra la exportación donde el mensaje ha de ser muy claro. En el siguiente artículo entenderéis el porqué de mi reflexión.

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