Luberri: lujoso… y asequible

No hace tanto que ha salido al mercado Luberri MC 2014. Nos ha parecido que está mejor que nunca. «Es la pura expresión de esa brillante juventud que la naturaleza y el saber se encargan de renovar cada añada», dice la Bodega de este vino. Y estamos de acuerdo. Un tinto fácil de beber, que se bebe con mucho agrado. Y… ¡a 5 euros! Detrás hay un genio de la MC (macerarción carbónica): Florentino M. Amestoy. Además, es admirable el alto listón que sabe mantener este vino año tras año. 

Luberri 2014. Elciego, DOCa Rioja (Alavesa).

1. Bodega. En 1991 se dividió una bodega riojana: por un lado la de hoy, Familia Monje Amestoy y, por otro, Altún. Desde esa fecha, Florentino M. Amestoy ha elaborado cada año uno de los mejores tintos de maceración carbónica de España: Luberri. Su asignatura pendiente –aunque va progresando adecuadamente- es elaborar vinos criados en madera (Seis, Biga, Cepas viejas y Monje Amestoy), y vinos blancos (no acaba de atinar con su Luberri Zuri: 80 % de Viura y 20 % de Malvasía).

Pero vamos a centrarnos en la joya de su corona: el Luberri 2014, que acaba de salir al mercado. Es uno de los mejores Luberri que recordamos y está ya para beber. ¿El secreto? Unas uvas excelentes y el buen hacer del maestro Florentino. Las uvas provienen de las parcelas colindantes al río Ebro, más tempranas y frescas. Una excelente Tempranillo, a la que añade un 5% de uva blanca Viura, según es la tradición de la zona, para suavizarla. Una de las claves de su “buen hacer” es fermentar a baja temperatura para conseguir todo el aroma posible.

2. Precata.

• Vendimia. Septiembre-Octubre de 2014.
• Vinificación. Tras una rigurosa selección de los racimos, se vinifica por el procedimiento tradicional de la maceración carbónica: los racimos se vierten enteros en los depósitos, donde parte de las uvas iniciarán una fermentación intracelular (dentro del grano de uva) que acaba confiriendo una gran intensidad aromática, un color muy vivo y una alta acidez al vino.
• Alcohol. 13,5º.
• Producción: unas 180.000 botellas.
• Tapón: sintético, color corcho: más que suficiente.

3. Cata.

• Color. Rojo picota, con menisco granate. Muy limpio y brillante, de capa media alta. Lágrima algo tintada, escasa y fina, de caída rápida.
• Nariz. Aroma poderoso de fruta roja silvestre madura (grosellas, frambuesas, fresas) y violetas. Golosinas y chicles de fresa. Nada alcohólico a pesar de sus 13,5º.
• Boca. Delicioso, muy sabroso. Predominio de la fruta (plátano maduro, fresa) y las chucherías: huele a kiosco de la infancia, con puntas salvajes de fruta. Paloduz. Notas herbáceas. Fresco, por su marcada acidez. Algo goloso, y a la vez, con ese ligero amargor vegetal típico de estos vinos. Poderoso, y con cierta elegancia. Tiene volumen. Seductor. Final muy grato.

• En conjunto. Un tinto joven y vivaz, fácil de beber, que se bebe con mucho agrado. Conviene tomarlo fresquito para mitigar su acidez. Y otra cosa. El paso del tiempo afecta malamente a los vinos de maceración carbónica: van perdiendo chispa, haciéndose más serios, y… decae su encanto. Luberri es de los que más aguantan, pero claro, también le afecta. Recomiendo tomarlo ya, y a ver como pasa el verano. Châpeau para Florentino y su Bodega. Y mis mejores deseos para que consiga pronto joyas así con los blancos, y con los tintos de crianza.

4. PVP: En torno a los 5 €, céntimo arriba (5,49 € en Santa Cecilia) o abajo (4,95 € en “GO” (C/ Granada 44).
5. Calificación.

Teniendo en cuenta su precio, y lo que hace disfrutar, le pongo un 9/10.