Muga, un Rioja de merecido prestigio

La familia Muga forma parte de la historia de la Rioja desde hace varias décadas. En el mítico Barrio de la Estación de Haro cinco generaciones como viticultores y tres como bodegueros avalan su solera.

Isabel Chuecos-Ruiz. 09/01/2023
(Foto: Muga)

Resulta difícil resumir la historia de una bodega mítica como es Muga en cuatro párrafos. Pero cuando se trata de hablar de su esencia quizá cuatro palabras bastan: tradición, esfuerzo, respeto y pasión (dedicados día a día). En el epicentro del legendario Barrio de la Estación se ubica esta bodega emblemática que ha demostrado durante décadas, no solo su amor al vino, sino también su amor a la tierra donde echó raíces.

Su vínculo con la tradición familiar les ha permitido mantener un carácter y una personalidad propia sin olvidar las técnicas de vanguardia y sin perder su sentido de pertenencia a una denominación de prestigio y de larguísima tradición vitivinícola a nivel in­ternacional, como es La Rioja.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Muga lleva varias generaciones extrayendo el alma de cada viñedo

El nombre “muga” significa “frontera” en euskera una palabra muy determinante, quizá por ello la familia siempre ha sabido moverse muy bien en los límites entre la más absoluta tradición familiar y una renovada visión de futuro. Una sutileza que me pareció entender en la presentación que hicieron en el restaurante Oria de las nuevas añadas que ha lanzado la bodega de sus vinos premium: Aro 2019 y Torre Muga 2019, dos joyas de tradición Riojana en estado todavía “salvaje” (a mi entender) con una magnífica expresión y juventud y que auguran llegar a ser muy grandes en un futuro próximo.

Porque los grandes Reservas requieren tiempo, buenas maderas y las mejores uvas, y eso lo sabe muy bien la familia Muga que lleva varias generaciones extrayendo el alma de cada viñedo. Muga encarna a una familia vitícola que ha sabido mantener una filosofía de calidad por encima de la cantidad, y eso se refleja en los viñedos de excepción que dan vinos hechos con el cariño de un artesano, vinos que nacen de la inspiración y del buen hacer.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Una empresa familiar que ha adoptado decisiones a largo plazo

La nueva generación ha entendido que no se trata tanto de expandirse por el mundo (que también) sino de crecer sin perder ese sello de autenticidad que les caracteriza. Ser una empresa familiar les ha permitido tomar decisiones a largo plazo y apostar por invertir en viñedo para las generaciones venideras como así hicieron sus predecesores.

Primero cosecheros y después bodegueros todo arrancó con D. Isaac Muga Martínez y su mujer Aurora Caño, que empezaron con un pequeño viñedo cultivando la uva para venderla y hacer algo de vino para consu­mo propio hasta que decidieron dar el paso de montar su pequeña bodega de cosechero en el célebre Barrio de la Estación de Haro en 1932, trabajando con vinos jóvenes y consiguiendo, en el mismo año, el registro de embotellador.

A la muerte del fundador en 1969, toman el relevo sus hijos: Manuel, Isabel e Isaac Muga Caño que se hacen cargo de la bodega y consiguen dar a conocer Muga como marca de vino embotellado a nivel nacional dando los pasos para elaborar y etiquetar sus propios vinos, así como para dar forma al actual edificio. La añada 1968 es la primera con la etiqueta Muga en sus botellas.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Muga posee viñedos propios en Rioja Alta

Muga es una de esas pocas bodegas en Rioja que ha conseguido mantener la tradición familiar reflejo en la personalidad de unos vinos lo que les ha llevado a estar entre la élite de los vinos a nivel mundial. La nueva generación ha sabido adaptarse a los constantes cambios del mercado y aportando una clara visión de futuro con sus conocimientos enológicos, empresariales y de marketing. Los hijos de Manuel: Manu, Juan y Eduardo llevan las riendas comerciales y de gestión, mientras que su hermana Ana, realiza tareas de comunicación. Sus primos Jorge e Isaac controlan la viticultura y la enología.

La bodega posee viñedos propios en Rioja Alta (DOCa Rioja) unas 360 hectáreas en propie­dad que cubren entre el 70% y el 85% de sus necesidades y otras 150 ha arrendadas que pertenecen a agricultores de la zona, con los que tienen acuerdos desde hace muchos años, pero trabajadas por la propia bodega. Esta gran diversidad de orientaciones y terruños, y su conocimiento en profundidad de cada parcela les ha permitido llegar a grandes coupages dando vinos de gran personalidad con alto potencial de envejecimiento.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Muga posee tonelería propia

Se dieron cuenta que sus padres (la segunda generación) ya estaba haciendo, instintivamente, vinos de pueblo y de zona; de ahí que ellos conozcan bien las particularidades de cada terruño que mejor define la tipicidad de los vinos elaborados en Haro. Pocas bodegas apuestan por zonas tan extremas: La Loma, un viñedo de excepción situado en una meseta con una estructura geológica muy particular a lo que debemos añadir su fantástica protección de los vientos fríos del norte.

Baltracones, son los primeros viñedos en propiedad de la familia Muga. Tempranillo, Mazuelo, Graciano conviven juntas en este paraje. La Loma Alta, uno de los mejores terruños. Sajazarra, viñedos situados a máxima altitud de La Rioja. Además Muga es una de las pocas bodegas de Rioja (y de España) que cuenta con tonelería propia. Fabrica unas 2.000 barricas al año en su mayoría de roble francés y cuenta con el único cubero nacional Jesús Azcárate, que lleva más de 40 años en la casa. Sus tintos fermentan y maduran en roble de una forma artesanal y con los años han aprendido a ajustar tiempos de secado, orígenes, tostados, tiempos de crianza lo que ha permitido que la madera se fusione con el vino y exprese su potencial.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Es una de las 12 mejores bodegas de Europa para hacer enoturismo

Como decía, Muga siempre ha creído en el coupage (y no tanto en las parcelas únicas) vinos muy elegantes y complejos hechos con variedades autóctonas de ahí sus diferentes estilos que les permite llegar a muchos paladares. Un concepto clásico Prado Enea, otro más moderno Torre Muga el primer tinto moderno de la casa que se elabora desde la cosecha 1991, otro es el Muga Crianza o el Selección Especial Reserva, uno de los tintos más valorados por los amantes de Rioja. Flor de Muga, que es un homenaje a su abuela, un vino elegante y gastronómico elaborado con garnachas de altitud. Muga FB, un sorprendente vino blanco fermentado en barrica, de gran frescura y vivacidad. Conde de Haro es la marca para el cava que se elabora en versión blanco y rosado.

El Espacio Torre Muga inaugurado en el 2008, 400 m2 ofrece una propuesta de enoturismo 360, una propuesta que fue premiada como una de las 12 mejores bodegas de Europa para hacer enoturismo según la revista británica Decanter. Además, Muga obtuvo el Premio Best Of Internacional 2009 en la categoría de Experiencias innovadoras y prácticas sostenibles Cata, visita al viñedo y a la bodega, un recorrido por los viñedos en segway o hacer un sorprendente viaje en globo sobrevolando la región y seguido de un almuerzo entre viñas.

(Foto: Muga)
(Foto: Muga)

Muga mantiene intacta su alma en cada viñedo

“Elijo Muga porque sé que no me equivoco” dijo alguien… ¿Clásico o moderno? Ahí, en la frontera entre el pasado y el futuro, donde el roble es el protagonista, esta prestigiosa bodega de la Rioja ha ido conformando su mundo.

Muga es Muga y entre sus muros de piedra y madera el tiempo se detiene. Por las venas de los Muga corre vino, pero no hay atajos, el tiempo tiene que hacer su trabajo. Pero su valor está en haber conseguido ser fieles al pasado con autenticidad, esa que su padre y su tío les transmitió y que les ha llevado donde están, manteniendo intacta el alma de cada viñedo.

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