¿Quién ha dicho que no se puede maridar con té?

Instintivamente asociamos la palabra maridaje con líquidos como el vino o la cerveza, pero el concepto es bastante más amplio y hoy os mostramos las armonías con té.

El té es una infusión de las hojas y brotes de la planta del (Camellia sinensis) cuyo consumo de esta bebida es solamente sobrepasada por el del agua. Su sabor es fresco, ligeramente amargo y astringente, lo que provoca que su gusto sea agradable para mucha gente y no tanto para otra.

El té es benéfico para la salud por contener antioxidantes, flavanoles, flavonoides, catequinos y polifenoles y, debido a sus catequinos, tiene propiedades anti-inflamatorias y neuroprotectoras; puede ayudar en la regulación del apetito y por su afinidad con los receptores canabinoides puede disminuir el dolor y la náusea, sirviendo también como calmante. Si nos fijamos, todo ventajas.

El consumo de esta bebida es solamente sobrepasada por el del agua.
El consumo de esta bebida es solamente sobrepasada por el del agua.

Pero después de esta pequeña introducción, vamos a hablar de las virtudes de esta bebida infusionada en el sublime arte del maridaje. Aunque no estemos demasiado acostumbrados a asociar el té con una comida salada, su amplio abanico de notas gustativas y olfativas lo convierten en un gran aliado en muchas comidas, si necesidad de que sean precisamente dulces o postres.

Al igual que en el vino (o cualquier otra bebida), para cada comida hay un té que encaja mejor que otro. Aquí os dejamos algunos ejemplos para iniciarse en esta disciplina.

Aunque no estemos demasiado acostumbrados a asociar el té con una comida salada, su amplio abanico de notas gustativas y olfativas lo convierten en un gran aliado en muchas comidas.
Aunque no estemos demasiado acostumbrados a asociar el té con una comida salada, su amplio abanico de notas gustativas y olfativas lo convierten en un gran aliado en muchas comidas.

Té verde: Depende de si es chino o japonés. El té chino es más para las comidas pesadas, como las frituras; y los japoneses son mejores acompañantes de los vegetales ya que los nipones utilizan mucho más el vapor o los crudos que las frituras. También el té verde marida muy bien con pescados y aves.

Té negro: Son ideales para comidas saladas y picantes. Hay un té que se llama ‘Lapsang souchong’ que está ahumado naturalmente y es muy bueno para acompañar carnes o con pescados grasos. Además, se recomienda combinar el té negro combinarlo con postres que contengan chocolate.

Al igual que en el vino (o cualquier otra bebida) para cada comida hay un té que encaja mejor que otro.
Al igual que en el vino (o cualquier otra bebida) para cada comida hay un té que encaja mejor que otro.

Té blanco: Quizás sea el más sutil, por lo que queda bien con postres y, en general, con alimentos más livianos como el arroz blanco o los pescados muy suaves.

Té rojo: También se recomienda con las comidas más grasas. Por ejemplo, queda muy bien con chocolates o postres muy dulces. Generalmente con alimentos a base de cremas.

Para los más tradicionales en el maridaje, es interesante ir introduciendo poco a poco en un menú degustación por ejemplo, uno o dos platos… y a disfrutar. Aquí os dejo una tabla con algunos alimentos y un té recomendado para quien quiera ir probando. ¡Kampai!

  • Pollo –Bi Lo Chung
  • Cerdo- Ceilan
  • Cordero- Yunnan
  • Ternera – Nilgiri
  • Pescado blanco – Sencha
  • Pescado azul – Formosa Ulong
  • Queso brie – Darjeeling
  • Queso azul – Tie Kuan Ying
  • Fruta – Gyokuro
  • Frutos secos –Assam
  • Cremas – Long Gin
  • Chocolate – Pu Erh

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