La llegada de la primavera, el Día de la Madre, un cumpleaños… cualquier momento es bueno para brindar, compartir y celebrar. Y qué mejor que hacerlo con un buen aperitivo, rodeadas de seres queridos y con una copa en la mano llena de hielos y vermú. Porque nos parece un plan redondo hoy hablamos de varios vermús especiales y españoles que nos gustan por varios motivos. Ahí van.
Esta bebida se elabora en la localidad gallega de Padrón. Conocida mundialmente por los pimientos «que unos pican y otros no», también es tierra de buenos vinos, buena gastronomía y un estupendo vermú. Hasta ahora St Petroni contaba con las variedades de vermús rojo y blanco, pero ahora sorprende con el lanzamiento de su versión Aperitivo «con alma de Spritz».
Se trata de una bebida distinta, ideal para «la hora del vermú», con un marcado regusto cítrico que sin embargo se bebe muy bien. Aromatizada con botánicos como la naranja, el ajenjo, la genciana o el auténtico pimiento de Padrón, es una bebida ácida perfecta para tomar sola, rebajada con sifón o como parte de un atractivo Spritz. La clave está en llenar la copa con mucho hielo, añadir tres partes de espumoso (champagne, cava o prosecco), dos de St Petroni Aperitivo, una de soda y decorar con una rodaja de naranja.
Hemos hablado en alguna ocasión de esta firma tarraconense que hace vermús especiales por definición. Su original línea Origins cuenta con un vermú blanco y otro rojo inspirados en los dioses Poseidón y Atenea respectivamente. Dos bebidas elegantes, diferentes y con un sabor complejo y sofisticado, consecuencia de su maduración en barricas de oloroso de Jerez y Priorat.
Perfectos para cualquier ocasión, estos vermús se completan con otro que riza el rizo por novedoso. Se trata del primer vermú ahumado del mercado inspirado en el whisky de Islay el bourbon americano. Un vermú «extremo» cuyo sabor, con seguridad, no te dejará indiferente.
En esta lista de vermús españoles no podemos dejar de citar al riojano Lacuesta. En realidad no hablamos de vermú sino de vermús, en plural, porque la bodega Martínez Lacuesta elabora desde hace décadas seis variedades de esta atractiva e histórica bebida.
El primero data de 1937 y tras él vinieron otras recetas que se han ido perfeccionando y adaptando a los gustos de los consumidores y las tendencias. Por ejemplo, el primer vermú Reserva lanzado en 2005 tenía una crianza en barrica de 7 meses. Con el paso del tiempo, la firma lanzó otro criado en barrica de acacia y el de Edición Limitada, que pasa alrededor de 14 meses en barrica de roble.
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