¿A quién no le gusta saber lo que come?
La iniciativa 'Kilómetro Cero' del restaurante 'Isla de Lobos' en Lanzarote, acerca a sus clientes el producto autóctono y ecológico de 'Finca de Uga'.
No es difícil hacer una lista con las virtudes de las Islas Canarias. Si pidiéramos que destacaran varias de ellas, casi con seguridad éstas serían el sol, las playas, su amplia oferta vacacional o los paisajes volcánicos casi marcianos de algunas de sus ínsulas. Pero el archipiélago también alberga un interesante patrimonio gastronómico con mucho futuro que en Lanzarote ya han empezado a promocionar bajo el nombre de ‘Kilómetro Cero’.
Se trata de una iniciativa para foodies y curiosos que da una vuelta de tuerca al concepto gastronómico canario acercándolo a la alta cocina. Su nombre viene de la utilización de productos locales de primer nivel (‘km 0’) y ecológicos, ya que disminuyen el impacto medioambiental al evitar transportes y favorecer la proliferación de variedades autóctonas, tanto ganaderas como agrícolas.
Los responsables de la misma son el Hotel Princesa Yaiza de Playa Blanca (5*Lujo) y su restaurante gourmet, ‘Isla de Lobos’, que pretenden acercar la gastronomía autóctona, ecológica y solidaria a sus clientes mediante una visita guiada al complejo ‘Finca de Uga’ (principal sostén del hotel en materia alimentaria) y posterior cena degustación a cargo de los chefs Víctor Bossecker y João Faraco.
«Queremos que los comensales de ‘Isla de Lobos’ conozcan lo que comen antes de verlo sobre el plato. Queremos que sepan que todo lo que cocinamos viene primero de Lanzarote, después del archipiélago y, lo que no podemos obtener aquí, de producciones ecológicas y de comercio justo. Queremos demostrar que también se puede hacer alta cocina con productos de aquí«, comentaba Víctor Bossecker a los primeros visitantes a ‘Finca de Uga’ hace unos días.
Finca de Uga, que cuenta con más de 12 hectáreas de terreno, nació como una finca de caballos hace 25 años y poco a poco se ha ido transformando en lo que es hoy, una afamada quesería que produce más de 20 variedades de queso al año, un auténtico oasis para el millar de animales que viven en ella y un deleite para quien visita sus 70.000 m2 de producción agrícola.
«Cultivamos más de 96 variedades entre frutas, hortalizas, hierbas aromáticas y legumbres respetándolas al máximo. Garantizamos su frescura y sabor originales protegiéndolas con barreras naturales porque no usamos pesticidas ni elementos fitosanitarios en su cuidado», comentaba allí Francisco Fabelo, alma máter del proyecto, maestro quesero, veterinario y responsable del espacio.
Además, el complejo puede presumir de preservar y cuidar a razas únicas como la Gallina Negra canaria, una especie recuperada recientemente; las vacas ‘Jersey’ provenientes del Canal de la Mancha «por su adaptación al clima y orografía canarios»; cabras y ovejas que intervienen en la elaboración de sus quesos o cerdos Negros Canarios, otra raza autóctona que cruzada con el cerdo ibérico da como resultado una variedad única en el mundo, el ‘Cochinillo Finca de Uga‘, que se consume en exclusiva en el restaurante ‘Isla de Lobos’.
«Trabajamos con la felicidad de los animales porque entendemos que cuanto más felices son, mejor producto ofrecen», comenta Fabelo. Y damos fe de ello, porque éstos disfrutan a diario de música ambiental y todas las comodidades además de una alimentación sana y natural como los sueros provenientes de la quesería, espacio avalado por diversos premios internacionales a lo largo de su trayectoria.
La experiencia gastronómica ‘Kilómetro Cero’ tendrá lugar los últimos sábados de cada mes, siendo la visita a la Finca sobre el mediodía y la degustación a la hora de la cena. El menú irá cambiando según los productos de temporada pero siempre contará con un toque especialmente canario en la presentación y la seguridad de que los productos serán frescos y de primera calidad. ¿Quién dijo que la gastronomía canaria no podía sorprender?