El bocado Taumatúrgico (y dulce)
Hoy hablamos de la personalización de galletas como reto y satisfacción.
La capacidad para endulzarnos la vida, no como una frase hecha, si no como un bocado diferente, delicado y con un una dosis perfecta de azúcar, cobra especial sentido cuando en ocasiones especiales podemos disfrutar de galletas que conectan directamente con nuestra personalidad.
Resulta muy satisfactorio que un grupo de dulces tomen vida propia y se presenten ante ti, dispuestos, en primer lugar, a sacarte la mejor de tus sonrisas, pero sobre todo a regalarte un rato de sabrosa felicidad, en forma de acontecimiento, hobby o fiesta sorpresa.
La moda de los cakes multi pantone, tartas personalizadas y todo tipo de dulces realizados ad hoc afronta una nueva dimensión cuando un grupo de galletas, enfocadas hacia los usos y costumbres de la persona a la que quieres homenajear, representa “su propio yo” y, bocado a bocado, viene a poner de manifiesto una preciosa “story telling” de su propia vida.
Desde un rincón secreto y mágico comienzan a surgir personajes, anécdotas y vivencias, alrededor de la representación de pequeñas galletas, capaces de hacer sonreír a quien las recibe. Lo que sin duda supone un acierto absoluto para el que las regala.
La dosis de almíbar necesaria no sólo va implícita en la artesana realización de la masa a hornear y la exquisitez con la que se realizan las ilustraciones, sino en el especial cariño con el que seleccionas qué historia merece ser contada mediante pequeños bocados y de qué manera se va a recordar esa ocasión especial. En definitiva un bocado distinto que es un reto y, por tanto, una doble satisfacción.
Fotografías: La Galleta Turuleta.