Pago de Valdecuevas sorprende con su excepcional cosecha de aceite
Las favorables condiciones climáticas del pasado año permitieron la perfecta maduración de las aceitunas en Pago de Valdecuevas.
La calidad de la aceituna del año 2023 fue «sensacional» pese a que en la mitad sur del país la sequía fue la protagonista de la temporada. Así lo afirman al menos desde la almazara de Valladolid, Pago de Valdecuevas. Sus nuevos aceites recién salidos de la almazara alcanzan un nivel de excelencia único, gracias a las favorables condiciones climatológicas vividas en la zona el año pasado.
El primero en salir a la venta es Pago de Valdecuevas, un AOVE elaborado cien por cien con la variedad arbequina. Según el director técnico de la almazara, Jesús Aparicio: «En 2023 la calidad de aceituna ha sido perfecta ya que, en esta zona, la climatología durante la época de maduración fue ideal».
Pago de Valdecuevas obtuvo 1.000 toneladas de aceitunas
Esto, sumado a la agilidad en la extracción del zumo, ha propiciado un aceite de «gran intensidad aromática y un paladar muy equilibrado». En total, en Pago de Valdecuevas se recolectaron mil toneladas de aceitunas, de las cuales el 90 % correspondieron a arbequina y el resto a picual y manzanilla cacereña para ayudar la polinización.
La arbequina se adapta a la perfección al clima mediterráneo continental de la zona. Este se caracteriza por inviernos largos y fríos, veranos secos y grandes contrastes entre el día y la noche. Las particulares características del pago potencian la calidad aromática de las aceitunas.
Además, permiten la elaboración de aceites de oliva virgen extra de una intensidad aromática superior a la que tienen los que se elaboran en climas más cálidos. Nutricionalmente, los aceites están compuestos por un índice mayor de polifenoles, vitamina E y ácido oleico.
La nobleza de los aceites castellanos
Este aceite vallisoletano se caracteriza por su potencia aromática con una interesante combinación de hierba verde y almendra. En el paladar se reafirman estos sabores y aparecen notas a cáscara de plátano. Se trata de un aceite complejo, armónico y equilibrado que mejora el sabor de diferentes platos como sopas frías, carpaccios, chocolates, repostería evolucionada, frutas ácidas, embutidos etc.
Aunque la tradición olivarera no está tan arraigada como en otras regiones, los productores de la zona han descubierto que la combinación de suelo y clima da como resultado aceites con sabores intensos y matices únicos.
En Valladolid -cuyo nombre podría proceder del término latino ‘Vallis Olivetum’, es decir, el ‘valle de los olivos’, lo que sugiere una conexión histórica de estos árboles con la provincia- la almazara Pago de Valdecuevas elabora, desde 2011, aceites premium con una personalidad única.
La variedad arbequina es clave en su producción
Cuando la familia Martín Rodríguez, ligada al sector agroalimentario de Castilla y León desde hace 40 años, decidió desembarcar en el mundo del aceite, se centraron en un objetivo: la obtención de AOVEs de la máxima calidad. Para lograrlo y, tras un minucioso estudio del clima y el suelo, eligieron un paraje único en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, a 850 metros de altitud.
Apostaron mayoritariamente además por la variedad arbequina. También disponen de una plantación menor de manzanilla cacereña y picual, con las que elaboran el aceite General Blake. En 2011 la familia decidió construir una almazara en la propia finca. Está equipada con los sistemas de producción más vanguardistas con el fin de mejorar la calidad del producto.