Secretos y formas de tomar el dulce de membrillo

El membrillo es una de esas frutas que no entran dentro de nuestro dietario habitual. Sin embargo, el dulce de membrillo es una receta ancestral perfecta para tomar en cualquier momento del año y tener siempre en la nevera. Como postre, acompañamiento o ingrediente principal… si algo define a este alimento de siempre es su versatilidad. 

Hablamos de una conserva elaborada a base de pulpa de membrillo y azúcar. Su aspecto es compacto, de forma que se pueda cortar con cuchillo y tomar en pequeñas rebanadas solo o acompañado.

El dulce de membrillo se toma en casa y fuera de casa

Actualmente es una conserva muy apreciada por los grandes cocineros y un must en las cartas de establecimientos hosteleros de cualquier tipo y condición. Por ejemplo, es el postre más popular en las sidrerías vascas en las que se come con queso.

Pero también uno de los dulces más tradicionales del recetario español «de casa» y que ahora vuelve a tomar protagonismo gracias a sus diferentes formatos disponibles en los refrigerados de Mercadona. Normal, con 0% de azúcares añadidos o en taco, sus posibilidades son tantas como variados los gustos de quien lo toma.

Ideas para tomar esta deliciosa conserva

Así, el dulce de membrillo se puede tomar en trocitos, solo, o con pan. Y es perfecto para combinar con cualquier tipo de queso, con algunos frutos secos como las nueces y para añadir en taquitos a ensaladas variadas en las que la imaginación manda. Además, proponemos cocinarlo con distintos ingredientes como la calabaza o el queso gorgonzola y probar a hacer platos de pasta o quichés.

También queda delicioso en formato tarta; acompañando a una mousse de queso; como aperitivo en tostas con anchoas; o como relleno de empanadillas. No hay límites para disfrutar de esta receta «de siempre» que podemos usar «como nunca».