Una capilla, una isla y el fondo del mar. Así es comer en 3 de los restaurantes más especiales de Madrid
Descubre las joyas gastronómicas de Madrid con unas propuestas que te dejarán un buen sabor de boca ¡y seguro repetirás!
Madrid es una metrópoli vibrante que conquista a todos no solo por su historia y su gente, sino también por el universo culinario que seduce a los paladares más exigentes. Es una ciudad donde cada vez hay más propuestas gastronómicas, por lo que a veces podemos estar indecisos si quedamos con amigos, familiares o pareja y queremos sorprenderlos. Por ello hoy te hablamos de unos restaurantes muy especiales que debes conocer en Madrid ¡y ponerte las botas!
Sumergirse en el fondo marino de Lobito de Mar
Comenzamos por ‘Lobito de Mar’, ubicado en el nuevo centro comercial de lujo ‘LaFinca Grand Café’, en Pozuelo de Alarcón. Es un buen plan para adentrarse en los sabores marinos que propone su chef con estrellas Michelin, Dani García. En un entorno único, con un lago de fondo, podrás degustar su maravillosa carta, con platos con historia que sentirás en cada bocado.
Como entrantes te recomendamos el Guacamole que preparan en la mesa con aguacates de Málaga y gambas cristal crujientes. Otros imprescindibles sin duda son su Carpaccio de chuletón de atún con aceite de oliva y la Ensaladilla Lobito de anguila ahumada y piparra. Una versión más creativa de la típica ensaladilla rusa.
Y por supuesto sus famosas tapas, la Burguer de atún y el Pepito de ventresca. Como principal ofrecen platos para todos los gustos. Desde arroces y fideos hasta pescados y mariscos frescos procedentes de la costa andaluzas.
A la hora del postre nos descantamos por sus tartas caseras de queso fresco y nuestra favorita, el helado ‘Happy Hippo’, que viene en un plato de hipopótamo y hace alusión a la famosa galleta de la marca Kinder que tanto gusta a los peques.
Araia: una isla mediterránea que enamora
Seguimos con ‘Araia’ (calle de Murillo, 3) otro de los restaurantes especiales de Madrid también conocido como una isla en Chamberí que hace alusión a una isla perdida ‘imaginaria’ entre Oriente y Occidente. Sus creadores, Carlos López-Martín y Pedro Aijón, han recreado el concepto del restaurante bajo esta interesante historia donde fusionan la esencia del mar con la creatividad gastronómica.
La calidez del restaurante y su decoración está cuidada al detalle. Y por supuesto, sus originales y saludables platos elaborados con productos de calidad te harán repetir. Como su Carpaccio de remolacha con burrata macerada en remoclacha, con cebolla encurtidas y pesto de semillas de calabaza. Sin duda un must hasta para los que no les guste la remolacha.
Otra opción deliciosa para picar mientras degustas un buen vino es el ‘Tershi’ una especie de paté o hummus preparado con calabazas asadas, miel y harissa -una salsa picante común en la gastronomía magrebí-. También lleva za’atar, una mezcla de especias árabes, y pan lagana, típico de Grecia. ¡Desde luego una mezcla de sabores que te harán viajar!
Entre sus platos principales debes elegir el Pulpo a la brasa con un toque de picante y el llamativo plato Cassoulet, con níscalos, alubias de Tolosa, pato, garum de setas y romero flameado, que aporta aroma con sus aceites esenciales.
Caluana: una sinfonía gastronómica
‘Caluana’ (Calle de la Bolsa, 12) es un restaurante que fusiona la comida española con la italiana en un entorno único y con mucha historia. En este lugar se encontraba la capilla anexa a la iglesia de Santa Cruz y posteriormente renombrada ‘Capilla de los Ajusticiados’. También fue la primera sede de la Bolsa. Actualmente, con diferentes plantas y espacios, es uno de los restaurantes más especiales de Madrid.
Como su bar clandestino ‘Maldita Gioconda’ ubicado bajo una bóveda del siglo XVI, donde puedes degustar sus originales cócteles inspirados en obras de arte. Por su parte, ‘El invernadero’ es un lugar fresco y acogedor donde puedes disfrutar de sus platos. Aunque la joya de la corona es su sala principal con el fondo de la capilla.
Cabe destacar que suelen hacer elegantes presentaciones musicales que envuelven con la elegancia sus actos. Como entrantes no puede faltar la Croccheta di patate, unas croquetas de tortilla de patatas con cebolla y velo de papada ibérica; o su burrata infiltrada con salmorejo.
Entre las opciones principales destacamos su espectacular Trufatelle, una pasta con trufa y huevo; y el pargo con costra de pistacho. En cuanto a postres, la Torrija de Limoncello o el atractivo Bonsái de chocolate, elaborado sobre nata de frambuesas y ganache de amaretto con tierra de galleta oreo y algodón de azúcar.
