El Japón más dulce llega a Madrid
La primera pastelería nipona de la capital se llama Panda y se ubica en el centro de la capital.
Hasta hace unos días era misión imposible comprar repostería japonesa en la capital. Con el local abierto recientemente en Madrid ya son tres los establecimientos que existen en España (los otros dos se ubican en Barcelona) donde encontrar una buena representación de dulces y postres nipones. Y es que los japoneses, aunque no acostumbran a tomar postre, son muy golosos como lo ponen de manifiesto sus desayunos y meriendas a base de pasteles. Té match, sésamo negro, leche de soja o el tofu son ingredientes utilizados con frecuencia a la hora de adaptar la pastelería tradicional de occidente a los gustos del país del Sol Naciente.
En el centro de Madrid, en el interior de la izakaya Hattori Hanzo (inaugurada en julio de 2014 y con una carta repleta de platos populares como el okonomiyaki estilo Osaka) se ubica este nuevo espacio llamado Panda en el que se ofrecen propuestas diseñadas conjuntamente por la chef de pastelería del establecimiento, Hanayo Ueta, y Ricardo Vélez, el maestro chocolatero de Moulin Chocolat (que puede presumir de hacer los mejores macarons de la capital).
Como resultado del buen hacer de ambos en esta taberna japonesa no faltan dulces como anpan, dorayaki, macarons de flores de sakura y crema de lichi, mochis miniatura de frambuesa y dangos de primavera, así como frappés de té verde, el matcha latte y una selección de tés orgánicos de las variedades sencha, genmaicha y mugicha (infusionado con arroz integral y se consume mucho en verano en Japón). Panda tampoco se olvida de los tradicionales wagashi, unos dulces muy llamativos que suelen acompañar la ceremonia del té.
Todos estos dulces se sirven de cinco a ocho de la tarde en una cuidada vajilla para saborearlos en mesas decoradas con orquídeas naturales sobre una tarima japonesa. Algunos están disponibles para llevar y otro dato a tener en cuenta, sobre todo para los celiacos, es que para la elaboración de muchos de estos postres se utiliza harina de arroz libre de gluten. Detrás de esta nueva manera de conocer la cultura japonesa está un emprendedor español, Borja Gracia, que después de vivir varios años en Nueva York, Toronto y Tokio apuesta por acercar distintas experiencias niponas a los foodies madrileños.
Con este espacio recién abierto muy cerca de la Gran Vía madrileña, Panda rinde tributo, al igual que lo hacen en Barcelona Takashi Ochiai y Usagui, a la pastelería japonesa que desde hace años entra en el podio de la competición de la Copa del Mundo de Pastelería que celebra en Lyon bianualmente. La próxima edición tendrá lugar en enero de 2017.