Viva la clase media!!!

Probamos el restaurante madrileño para que cuando lo visites sepas qué debes pedir para una cena de lujo.

Jesús Andreu. 17/02/2016

Ya les he contado lo que dicen los peruanos: que Perú es un barrio de Miraflores, el lugar donde habita de la élite limeña. Del mismo modo, se me ocurre decir que, al menos hasta la llegada de la democracia, España era un barrio del de Salamanca. Allí, en sus calles estrechas y coquetas, atravesadas difícilmente por el sol, se concentra una enorme cantidad de empresarios, políticos, artistas y líderes de opinión, lo que ahora llamaríamos influencers… Entre sus plátanos de indias y bajo los empinados aleros que acarician las tapias del Retiro, el parque más bello de Europa,  las élites han crecido, vivido, amado, conspirado y desaparecido. Tan solo cruzando una calle, entraban en el palacete de Castellana 3, la Presidencia del gobierno.

Sala comedor de Higinio's en Madrid
Sala comedor de Higinio’s en Madrid

El barrio es hoy lugar de tiendas y paseos. Lo recorren morosamente sus habitantes, pero también ansiosos compradores y todo el resto del mundo, los que ávidamente quieren ver cómo vive la otra mitad. Sin embargo, nunca han estado aquí los restaurantes de lujo, Horcher, Zalacaín y antes Jockey, ni siquiera los grandes hoteles Ritz y Palace, vestigios del perdido esplendor de la belle époque. Daba la sensación que el barrio era para vivir de puertas adentro y que el exhibicionismo del lujo se ejercía extramuros.

El restaurante se encuentra en el Barrio de Salamanca
El restaurante se encuentra en el Barrio de Salamanca

Por eso faltaba un lugar como Higinio’s, al principio restaurante de moda y ahora casa elegante, pero discreta. Sombreado por los jardines de la embajada de Italia, es todo ventanales y su enorme capitoné de terciopelo marrón rodea un comedor alegrado por sillas de color naranja y en el que destaca un bello suelo hidráulico que recuerda tiempos pasados.

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Detalle del botellero en Higinio´s

Como el propio barrio, mucho menos opulento que Los Jerónimos o Chamberí, el restaurante no es tan lujoso como los mencionados pero su carta es, como en ellos, un canto a la cocina burguesa de antaño, aquella que rendía pleitesía a las perdices, el ciervo, el solomillo Wellington, los huevos en cocotte o los esponjosos y aéreos suflés. También a la plata y a los manteles de hilo como los que aquí se usan. De casi todo eso hay en Higinio’s y también abundantes verduras entre las que destacan las habas baby -desaconsejadas esta vez por el eficiente y muy profesional servicio- y unas alcachofas a la plancha agradables, aunque a veces algo grasas.

Alcachofas a la plancha para comenzar
Alcachofas a la plancha para comenzar

Los huevos con salmón ahumado es uno de los platos más populares de la carta y resultan sumamente agradables gracias a una salsa holandesa buen ejecutada.

Huevos con salmón ahumado, plato estrella del restaurante
Huevos con salmón ahumado, plato estrella del restaurante

En general me gustan más las carnes que los pescados de este restaurante y entre ellas, repito una y otra vez una tierna perdiz con densa salsa española, tan bien tramada como suavemente achocolatada.

Solomillo y perdiz, algunos de los platos estrella de Higinio's
Perdiz con salsa española

El steak tartare es otra de mis opciones favoritas. No está cortado a mano pero sí se prepara de forma canónica y a la vista del cliente. Para que nadie se queje, lo acompañan de las dos guarniciones tradicionales, patatas y pan tostado.

Steak tartare de Higinio's. Delicioso
Steak tartare de Higinio’s. Delicioso

Todo es correcto aunque nada apasionante. Por eso, lo mejor de la carta es un excelente suflé, un postre tan maravilloso como olvidado. Este es el Grand Marnier. Llega perfecto a la mesa, dorado, esponjoso, bellísimo, y allí se rocía con el licor hecho fuego. Así se carameliza el azúcar pasando del rubio dorado al moreno brillante. Solo por él deben venir a Higinio’s.

Suflé caramelizado de postre. Exquisito
Suflé caramelizado de postre. Exquisito

El resto de los postres es tradicional, ¿banal…? pero para todos los gustos y los platos más caros del menú están en torno a los 20 euros. La carta de vinos es variada y con excelentes precios. También tienen buena coctelería y amor por el detalle. Ya lo he dicho antes, quizá no hay nada que me apasione, pero no todo en la vida ha de ser consumirse en las llamas de la pasión. A veces, se necesita tranquilidad, dulce calma, amable sosiego y para eso… está Higinio’s.

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